Muere a los 90 años el arzobispo sudafricano y Nobel de la Paz Desmond Tutu
Fue reconocido por su activismo contra el régimen de segregación racista del apartheid y por denunciar la corrupción del Congreso Nacional Africano
BarcelonaEl arzobispo emérito sudafricano Desmond Tutu, premio Nobel de la Paz de 1984 por su activismo contra el régimen de segregación racista del apartheid, ha muerto este domingo a los 90 años en Ciudad del Cabo. El presidente Cyril Ramaphosa, ha dicho en un comunicado que su muerte "es otro capítulo de pérdida en la despedida de nuestra nación a una generación de destacados sudafricanos que nos dejaron una Sudáfrica liberada" y es que Tutu ha muerto pocas semanas después de que Frederick De Klerk, el último presidente del apartheid.
Con su animada oratoria y desde su púlpito, Tutu contribuyó al final de la segregación racial en Sudáfrica y después se convirtió en uno de los principales defensores de la reconciliación pacífica. Como líder del Consejo de Iglesias de Suráfrica y más tarde como arzobispo anglicano de Ciudad del Cabo, lideró la iglesia durante décadas en la lucha por la liberación de los negros. Su voz fue una fuerza poderosa para la no violencia en el movimiento anti-apartheid, y le valió el premio Nobel de la Paz en 1984.
Cuando este movimiento triunfó a principios de los años noventa, impulsó el país hacia una nueva relación entre sus ciudadanos blancos y negros y, como presidente de la Comisión de Verdad y Reconciliación, reunió testimonios que documentaban la crueldad del apartheid.
"Uno se siente abrumado por tanto mal", decía, pero también defendía que había que abrir la herida para limpiarla. Tutu fue la principal autoridad moral detrás del concepto de "justicia reparadora", por la cual se ofrecía aministía a los criminales que aceptaran reconocer y explicar de manera honesta los crímenes que habían cometido. Su credibilidad fue crucial para los esfuerzos de la comisión para conseguir que antiguos miembros de las fuerzas de seguridad sudafricanas y antiguos guerrilleros cooperasen con la comisión.
El arzobispo Tutu predicó que la política de apartheid era tan deshumanizadora tanto para los opresores como para los oprimidos. Siempre se opuso a la violencia e intentó salvar el abismo entre blancos y negros, mientras que a escala internacional defendía sanciones económicas contra el gobierno sudafricano para forzar el fin del apartheid.
Del mismo modo que se había enfrentado a los responsables políticos en la era del apartheid, también denunció a las principales figuras del Congreso Nacional Africano que llegó al poder con Nelson Mandela después de las primeras elecciones democráticas, en 1994. Tutu denunció la corrupción, mientras "mucha, demasiada de nuestra gente vive en una pobreza extenuante, degradante y deshumanizadora". "Estamos sentados encima de un barril de pólvora", alertaba.