Nuevo escándalo en Israel por el espionaje ilegal con el programa Pegasus
Familiares, acusados y testigos en uno de los juicios contra el ex primer ministro Benjamin Netanyahu, entre las decenas de víctimas
BarcelonaLa policía israelí habría utilizado de manera generalizada el programa espía Pegasus contra altos funcionarios del gobierno, alcaldes, líderes activistas, periodistas, familiares y asesores del ex primer ministro Benjamin Netanyahu, así como testigos y acusados en uno de los tres expedientes judiciales que actualmente se ven en un tribunal de Jerusalén por presunta corrupción.
Los secretarios de estado de los ministerios de Finanzas, de Justicia, de Comunicación y Transporte; el destacado empresario Rami Levy; Ilan Yeshua, el antiguo consejero delegado de Walla y actualmente uno de los principales testigos del mencionado juicio contra Netanyahu; la alcaldesa de Netanya, Miriam Feirberg; o, entre otros, Avner Netanyahu, hijo del antiguo primer ministro, habrían sido algunas de las víctimas del pirateo con el software malicioso de la empresa NSO, según ha publicado este lunes, en la segunda parte de un reportaje de investigación, el diario económico en hebreo Calcalist.
El rotativo, sin embargo, no ha ofrecido ni pruebas concluyentes ni fuentes que las ratifiquen, ni tampoco ha precisado las fechas en las que el espionaje habría tenido lugar.
Aún así, la publicación de la información ha tenido un impacto inmediato en el proceso contra Netanyahu. A primera hora, ante el Tribunal del Distrito de Jerusalén, los abogados que representan a los acusados han exigido a los jueces que suspendieran la vista. Inicialmente, sin embargo, el tribunal ha aceptado la afirmación de la fiscalía según la cual no tenían conocimiento de ninguna vigilancia ilegal contra los testigos y ha decidido seguir con el juicio. Posteriormente han decidido suspender la sesión y dar tiempo a la Fiscalía del Estado hasta este martes por la tarde para verificar o no las denuncias.
Con anterioridad, la compañía NSO había sido acusada de vender el Pegasus a gobiernos dictatoriales que lo han utilizado contra todo tipo de activistas de los derechos humanos, periodistas y abogados de todo el mundo. El julio pasado, diarios como The Washington Post, Le Monde o The Guardian aseguraron que hasta 50.000 personas podrían haber sido objetivo del Pegasus, de acuerdo con una lista filtrada a los mencionados medios de comunicación, a pesar de que no estaba nada claro ni de dónde provenía la lista ni el número de teléfonos realmente pirateados. La compañía NSO siempre ha negado cualquier delito, y se ha limitado a decir que el software está pensado para utilizarlo contra delincuentes y terroristas, y que solo está disponible para las organizaciones de seguridad de países con un buen historial del respecto a los derechos humanos. Un extremo de dudosa veracidad, de acuerdo con algunas informaciones de uso de Pegasus por parte de Arabia Saudí o el Salvador.
Denuncias reiteradas
Lo cierto es que desde políticos como el expresidente del Parlament y ahora conseller de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, hasta personalidades como Jeff Bezos, propietario de Amazon y de The Washington Post, o Loujain al-Hathloul, una conocida defensora de los derechos de las mujeres en Arabia Saudí, han denunciado haber sido víctimas del programa. Y en 2019 WhatsApp presentó una demanda en los Estados Unidos contra NSO por espionaje.
La primera parte de información que este lunes se ha publicado, y que apareció en enero, sostenía, básicamente, las ilegalidades cometidas por las fuerzas de seguridad. La policía lo negó y aseguró que cualquier uso estaba totalmente aprobado por los tribunales y bajo el control adecuado. Semanas después, sin embargo, tuvieron que admitir que "se descubrieron hallazgos adicionales que cambian el estado de las cosas en determinados aspectos". Decidieron cooperar con dos investigaciones entonces.
El diario revela que Pegasus se usó para robar información personal a los espiados y que fue "la herramienta más útil para recopilar inteligencia" por parte de una unidad especial policial llamada Cyber Sigint. Esta unidad habría "pirateado los teléfonos de ciudadanos en secreto, en contra de la ley y asumiendo que los jueces no lo aprobarían".
El ministro de Seguridad Pública, Omer Bar-Lev, ha anunciado que se abrirá una comisión de investigación para aclarar las actuaciones de la policía, y el presidente israelí, Isaac Herzog, ha instado también a llevar a cabo un análisis "exhaustivo y profundo" sobre el asunto.