Nueva Zelanda

Jacinda Ardern dimite: "Ya no me queda energía"

Dejará el cargo el 7 de febrero, para dar paso a otro líder laborista antes de las elecciones de octubre

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BarcelonaLa primera ministra de Nueva Zelanda Jacinda Ardern ha anunciado por sorpresa que se retira antes de las elecciones generales previstas para octubre. "Ya no me queda energía para seguir haciendo el trabajo. Ha llegado la hora", ha dicho en la conferencia anual del Partido Laborista, que ahora tiene poco tiempo para nombrar a un nuevo líder al frente del gobierno antes de los comicios.

En un emotivo discurso, Ardern, que con 37 años se convirtió en 2017 en la mujer más joven del mundo en dirigir un país, ha dicho que se retira por responsabilidad. "Dimito porque un papel tan privilegiado comporta responsabilidad. La responsabilidad de saber cuándo eres la persona adecuada para liderar y cuándo no. Sé qué implica este trabajo. Y sé que no tengo suficiente energía para cumplirlo haciéndole justicia. Es así de simple". Ardern dejará el cargo el 7 de febrero y solo mantendrá el escaño de diputada hasta octubre. Los laboristas tienen que anunciar ahora quién le hará el relevo al frente del gobierno hasta los comicios. "Los políticos damos todo lo que podemos mientras podemos. Y después llega la hora. Para mí ya ha llegado", ha dicho la primera ministra.

Ardern, de 42 años, visiblemente emocionada, ha asegurado que no tiene planes una vez haya abandonado el cargo y que quiere dedicarse un tiempo a su familia mientras piensa "cómo seguir ayudando a Nueva Zelanda".

La carismática líder laborista consiguió en octubre de 2020 revalidar su mandato con una aplastante mayoría que le permitió gobernar en solitario, algo que ninguna formación neozelandesa había conseguido desde la reforma electoral de 1996. Ardern tuvo a su hija Neve cuando ya ocupaba el cargo, y quiso normalizar su condición de madre y primera ministra y llevó el bebé a la Asamblea General de la ONU en una imagen que dio la vuelta al mundo.

La dimisión de Ardern, que ha sido inesperada, llega cuando el Partido Laborista no tiene decidido un sucesor, y cuando la formación va por detrás del opositor Partido Nacional en los sondeos. La primera ministra había perdido apoyos por el desgaste del tiempo en el gobierno, agravado por la gestión de la pandemia, pero mantiene su popularidad.

Momentos clave

Los momentos más difíciles del mandato de la primera ministra dimisionaria se han dado durante la gestión de la pandemia de covid-19, ante la cual impulsó una política de fuertes restricciones para contener el virus, y los atentados islamófobos en las mezquitas de Cristchurch, que dejaron 51 muertos en 2019, y a los cuales reaccionó poniéndose un velo como símbolo de empatía con la comunidad musulmana y con la prohibición de las armas semiautomáticas. También gestionó la erupción del volcán de White Island.

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