Ahmed al-Sufi: "En las calles de Rafah resuenan los gritos de familias enteras destrozadas"

Alcalde de Rafah

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El alcalde de Rafah Ahmed Al Sufi

BarcelonaAhmed al-Sufi es el alcalde de Rafah, la ciudad del sur de Gaza que desde el lunes el ejército israelí somete a bombardeos ya una incursión terrestre. Viven 1,5 millones de palestinos, cinco veces su población antes de la guerra, porque, siguiendo las órdenes de evacuación de Israel, 1,2 millones de personas de Gaza se habían refugiado en estos siete meses de guerra. Ahora vuelven a ser desplazados por enésimo golpe, cargando las pocas pertenencias hacia zonas que previamente han sido bombardeadas. La invasión terrestre de Rafah demuestra que no hay lugar seguro en Gaza. Al-Sofi atiende a las preguntas del ARA desde las dependencias de su despacho en el Ayuntamiento, donde sigue trabajando con el uniforme de los equipos de emergencia municipales, que asegura que hacen lo que pueden para ayudar a la población.

¿Cuál es la situación actual en Rafah?

— La invasión terrestre avanza desde el este de la ciudad y los bombardeos aéreos son constantes e implacables. La artillería israelí sigue bombardeando los barrios del este y el centro, sobre todo los edificios más altos. También fueron bombardeadas algunas partes del oeste. Se han destruido edificios enteros con todas las familias que vivían dentro: no podemos detallar el número de muertes. Mucha gente ha sido expulsada por la fuerza, no sabemos cuánta, y han huido hacia dónde han podido: en Al Mawasi, en Khan Younis y en el centro de Gaza. Todo el mundo está aterrorizado. Las fuerzas israelíes ocuparon todos los barrios junto este de la carretera de Salah al Din. La situación es desesperada.

Israel controló el lado palestino del paso de Rafah. ¿Están recibiendo algún tipo de ayuda humanitaria del exterior?

— El paso de Rafah es el único punto de entrada de ayuda a Gaza, ahora no pueden entrar ni ayuda humanitaria ni el combustible que permita hacer funcionar las bombas para extraer agua potable o generadores de electricidad. No nos está llegando ningún tipo de ayuda humanitaria. La ocupación israelí del paso de Rafah equivale a una sentencia de muerte. El terrible espectro de la guerra genocida que perpetra a las fuerzas de ocupación israelíes cae sobre una población vulnerable de familias que ya habían sido desplazadas por la fuerza desde otros lugares de Gaza. Nos enfrentamos a una tragedia de grandes proporciones ya una inimaginable pérdida. Este castigo colectivo a los civiles constituye un crimen de guerra contra la humanidad y un flagrante desafío del derecho internacional. Nos encontramos en las puertas de una catástrofe humanitaria sin precedentes.

¿Cuál es la situación de los hospitales?

— El único hospital de Rafah, el Al Najar, está en la zona roja que Israel ha declarado zona militar y no se puede acceder a ella: ayer tuvieron que evacuarlo. Nos queda un hospital de campaña en el centro de la ciudad, pero no tiene capacidad para atender a todos los heridos. Es una catástrofe.

¿Cuál es su mensaje en el mundo?

— Es necesaria una intervención urgente para detener las atrocidades que se están cometiendo contra la gente inocente que se había refugiado en la ciudad de Rafah. No podemos permitir que estos actos de violencia sin sentido sigan sin control. Hay que actuar ahora. La humanidad ya no puede seguir siendo testigo del sufrimiento de nuestro pueblo. En las calles de la ciudad resuenan los gritos de vidas inocentes, familias enteras destrozadas y casas reducidas a escombros. Pedimos a la comunidad internacional un alto el fuego y que detenga la matanza en nuestra ciudad. Que se reabre urgentemente el paso de Rafah para la entrada inmediata de ayuda humanitaria y la evacuación de los heridos. También necesitamos maquinaria pesada y equipos para rescatar a los supervivientes que están entre los escombros. También los cadáveres de los mártires.

¿Usted pertenece a Hamás?

— Soy el alcalde de Rafah y pertenezco a Palestina.

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