Gaza agoniza mientras Israel admite errores de seguridad ante Hamás
Tel-Aviv, que sigue acosando a la Franja, promete una investigación sobre lo que falló, pero "ahora es el momento de la guerra"
JerusalénEn su primera comparecencia pública desde el inicio de la guerra, el jefe del estado mayor de Israel, Herzi Halevi, ha reconocido este jueves errores durante el ataque sorpresa de Hamás contra territorio israelí, el pasado sábado. "Las Fuerzas de Defensa de Israel son responsables de la seguridad del país y de sus ciudadanos, y el sábado por la mañana, en la zona que rodea a la franja de Gaza, no lo gestionamos bien", ha dicho el teniente general. Halevi también ha prometido que se investigará qué falló, aunque no ahora mismo: "Ahora es el momento de la guerra", las mismas palabras que veinticuatro horas antes había dicho el jefe del Partido de la Unidad Nacional , Benny Gantz, que ha entrado en el gobierno de unidad nacional tras pactarlo con el primer ministro, Benjamin Netanyahu.
Gaza, sitiada y bloqueada, agoniza mientras espera una respuesta aún más dura de Tel-Aviv que, muy probablemente, tendrá forma de ofensiva terrestre. La ciudad, víctima de constantes bombardeos, también cuenta las horas para que se agote todo el combustible a disposición de hospitales y otros centros de primera necesidad, y tanto el agua como los alimentos escasean. De hecho, este jueves el ministro de Energía hebreo, Israel Katz, ha asegurado que Tel-Aviv condiciona el fin del asedio a la liberación de los rehenes, que por el momento no se ha producido.
El gobierno de Netanyahu teme que, a la larga, la ofensiva inédita de Hamás, que derivó en masacre, le acabe pasando factura. Desde el inicio de las hostilidades, políticos, periodistas y miembros de la sociedad civil han criticado abiertamente al ejército y al gobierno israelíes por los errores que habrían permitido el ataque. Entre otros elementos, subrayan que el ejército tenía información previa sobre la posibilidad de un golpe de los islamistas. Incluso, que Benjamin Netanyahu había recibido un informe del gobierno egipcio en el que le alertaba de la operación, algo que el primer ministro ha negado. Este jueves Halevi también lo ha rebatido: "No hubo ninguna advertencia", ha dicho.
En este sentido, Halevi ha declarado que el ejército tiene "un contrato con los ciudadanos de Israel", que han mantenido durante muchos años, y ha reconocido que actualmente están "en un punto bajo dramático". "Haremos todo lo posible para restaurar este contrato y recuperar la seguridad y la confianza", aseguró.
Hasta ahora, el consenso general ha sido suspender las críticas hasta que la amenaza de Hamás haya pasado del todo, pero cada día son más las personas que reclaman la dimisión del gobierno. "Aquel día falló todo. Y lo que más falló fue el servicio de inteligencia más elemental. Es de locos. Los servicios de inteligencia de Israel están preparados para acciones grandiosas y no detectaron el más elemental", opina, en conversación con el ARA, el profesor de la Universidad de Tel-Aviv Alberto Spektorowski.
"Hombres muertos"
De momento, la prioridad del ejército hebreo sigue siendo acabar con Hamás. Y así lo ha dejado claro Halevi en la comparecencia de este jueves. "Yahya Sinwar, el gobernante de la franja de Gaza, decidió llevar a cabo este horrible ataque y, por tanto, él y toda la jerarquía bajo sus órdenes son hombres muertos. Les atacaremos, los desmantelaremos, desmontaremos su sistema", ha afirmado el jefe del estado mayor. Halevi ha prometido venganza contra "las bestias humanas" de Hamás -palabras también utilizadas por el ministro de Defensa, Yoav Gallant, cuando anunció el asedio a la Franja, el martes-, y ha descrito el ataque y las masacres en el sur de Israel como una acción "animal" e "inhumana". En este sentido, el militar dijo que sus tropas "están luchando contra terroristas despiadados que cometieron actos inimaginables", y prometió que tras la guerra "Gaza no será igual". Ayer, de hecho, se bombardeó las bases de la fuerza Nujba, la unidad militar de élite de Hamás que orquestó la ofensiva del sábado.
Mientras, aviones israelíes han lanzado panfletos al norte de la franja de Gaza para ordenar a los residentes que abandonen su casa "inmediatamente" y se dirijan a los refugios. Según ha informado la cadena Al Jazeera, el mensaje que se puede leer en los panfletos, en árabe, decía: "Cualquiera que esté cerca de los terroristas de Hamás o sus infraestructuras pone su vida en peligro. Las casas utilizadas por organizaciones terroristas serán bombardeadas". Los residentes de la zona norte de la Franja aseguran que ya habían sido bombardeados antes de recibir este mensaje, y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) declara que al menos diez refugios han recibido proyectiles desde el principio de los bombardeos.
Las Fuerzas de Defensa de Israel han informado de que, hasta ahora, han llevado a cabo ataques contra unos 3.600 objetivos en la franja de Gaza. El ministerio de Salud de Gaza cifró el número de víctimas mortales en 1.417, aunque también hay más de 6.200 heridos. Muchos de ellos en estado grave. Por la parte israelí, ya se han contabilizado más de 1.300 muertes, la mayoría civiles, la cifra más alta desde la Guerra del Yom Kippur, en 1973, cuando Egipto y Siria declararon las hostilidades en Israel. Hay también más de 3.300 heridos, y se calcula que al menos 200 personas, entre civiles y militares, israelíes y extranjeros, podrían estar retenidas como rehenes en Gaza.
Funerales a ambos lados del muro
Los funerales para las víctimas de la guerra se suceden día y noche a ambos lados del muro. En Palestina, más acostumbrados a esa estampa, abundan. Un dato ayuda a tomar perspectiva: el ejército israelí ha hecho público que, desde el sábado, ha lanzado 6.000 bombas sobre la sitiada franja de Gaza. También se celebran muchos en Israel, que entierra cadáveres de todo tipo, especialmente muertos el pasado sábado: soldados, hombres y mujeres, niños y viejos, judíos y árabes. Hay quien murió defendiendo las poblaciones y kibutz del sur, o, más tarde, en las escaramuzas con Hezbolá en el norte del país. Y también hay quien fue masacrado sin haber opuesto resistencia.
A medida que se van celebrando los funerales, también crecen las críticas al gobierno por no haber tenido representantes oficiales en los entierros militares, un requisito en Israel. Sin embargo, fuentes del ejecutivo han defendido esta situación diciendo que esta norma se suspende en tiempos de guerra, según ha informado la televisión local Kan. Una excusa que no ha servido a Ori Shai, hermano de Yaron Shai e hijo del exministro de Economía Izhar Shai, que criticó duramente el "gobierno de la vergüenza" durante el entierro: "Mi hermano pequeño fue asesinado por terroristas llenos de odio, y quien les abrió la puerta, con sus acciones ruinosas, fue el gobierno de Israel".