Internacional

Goteo de soldados israelíes muertos en Gaza (por fuego amigo y enemigo)

Las familias de los militares que participan en la ofensiva terrestre piden que se intensifiquen los bombardeos

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Soldados israelíes en la franja de Gaza, en una imagen difundida por el ejército.

SegoviaEl número de soldados israelíes muertos en la franja de Gaza aumenta a diario y afecta a las conciencias de la población del país, sobre todo de las familias de los propios militares que están dentro de la Franja desde hace casi siete semanas. Los medios israelíes informan solo superficialmente de la dramática situación de los palestinos, pero continuamente dan razón detallada de la vida de los soldados caídos en combate, con testimonios de los familiares y amigos e imágenes conmovedoras de los entierros.

En la ofensiva terrestre que comenzó el 27 de octubre han muerto 116 soldados, muchos de ellos pertenecientes a las unidades de élite. Esta semana, solo en una operación de los milicianos de Hamás, fallecieron diez soldados, incluidos seis oficiales, de la Brigada Golani, la unidad de combate más destacada. Fue en una explosión e inmediatamente algunas familias de los soldados destinados a la Franja levantaron la voz para preguntar a las autoridades por qué la aviación no seguía bombardeando a Gaza con la misma intensidad que antes de la tregua. Según las familias, sin el apoyo de la aviación los soldados corren más peligro.

No está claro por qué la aviación no está tan activa como antes. Los jefes militares explican que las operaciones en curso requieren de una intervención terrestre que no es compatible con bombardeos tan masivos. Además, los ataques aéreos ponen en peligro la vida de los soldados de infantería. De hecho, según datos del ejército, el 20% de los soldados fallecidos han sido víctimas de fuego amigo.

En todo caso, en la localidad de Shujaiya, al este de la Ciudad de Gaza y junto a la frontera israelí, ha habido una fuerte intervención aérea y la zona ha quedado totalmente arrasada. Sin embargo, los milicianos palestinos siguen plantando cara al ejército y las tropas israelíes se encuentran con muchas dificultades para avanzar.

Algunos medios explican la disminución de los bombardeos aéreos por una supuesta presión de la Casa Blanca. Esta explicación choca con la determinación del gobierno de Benjamin Netanyahu, que solo hace caso a Washington cuando sus indicaciones coinciden con los planes israelíes. Es evidente que Israel depende de las bombas y el armamento estadounidense, que llega puntualmente por el puente aéreo con Tel-Aviv establecido por el Pentágono.

Washington presiona a Netanyahu

La prensa estadounidense ha informado de que el presidente Joe Biden ha pedido a Netanyahu que la guerra acabe antes de Fin de Año, pero los israelíes ya han respondido que necesitan más tiempo. El propio Netanyahu ha repetido que la guerra continuará hasta que haya una victoria clara, un horizonte ambiguo que no compromete a nadie a nada.

Lo mismo ocurre con la declaración de esta semana del presidente Biden respecto a los bombardeos "indiscriminados" contra la Franja. Biden dijo que este tipo de destrucción no daba una buena imagen de Israel en la escena internacional, pero se está llevando a cabo con bombas estadounidenses y el presidente no ha movido un dedo para detenerlo.

Esta actitud revela su doble juego a un año de las elecciones, en las que Trump quiere recuperar la Casa Blanca. Por un lado, Biden no quiere perder los votos de los demócratas más pacifistas y por el otro tampoco quiere perder el apoyo de la influyente comunidad judía de Estados Unidos: por eso vetó una resolución pidiendo el fin de la guerra al Consejo de Seguridad de la ONU.

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