Suben a 274 los palestinos fallecidos en la operación de rescate de rehenes israelíes en Gaza, según el último balance del gobierno local
El ejército israelí les ha rescatado de Nuseirat, en el centro de Gaza, donde los intensos bombardeos han provocado una nueva masacre
BarcelonaEl ejército israelí ha anunciado este sábado que ha liberado a cuatro rehenes vivos de la franja de Gaza. Se trata de una mujer de 25 años y tres varones, de 21, 27 y 40 años, que fueron secuestrados por Hamás durante el festival de música Supernova en Israel el 7 de octubre. Los cuatro rehenes fueron rescatados en una "compleja" operación diurna en dos edificios de Nuseirat, en el centro de Gaza, donde los intensos bombardeos israelíes provocaron al menos 274 muertos, según el balance del ministerio de Sanidad del enclave palestino.
El portavoz militar de Israel, Daniel Hagari, ha detallado que cientos de soldados han participado en la operación, que se había planificado durante semanas y que se ha llevado a cabo este sábado por la mañana. "Fue una misión en el corazón de un barrio donde Hamás se había escondido intencionadamente entre casas donde había civiles y militantes armados custodiando a los rehenes", dijo Hagari. Las fuerzas israelíes reportaron una muerte, la de un agente de las fuerzas especiales.
Pero la operación de rescate ha provocado una nueva masacre en Nuseirat, donde el jueves el ejército israelí ya atacó una escuela de la ONU que se utilizaba de refugio para los desplazados y causó al menos 40 muertos, incluidas cinco criaturas. Este sábado los residentes de este campo de refugiados palestino informaron de bombardeos muy intensos. Según el ministerio de Sanidad de Gaza, al menos 274 personas fueron asesinadas y casi 700 resultaron heridas. Fuentes del Hospital Al Aqsa de Deir el Balah han denunciado que los heridos y los cadáveres llenan las salas y los pasillos del centro. El portavoz de las Brigadas Al Qasam de Hamás, Abu Ubaida, ha asegurado que entre las víctimas de este sábado también hay algunos rehenes israelíes.
"Ha sido como una película de terror, con la diferencia de que ha sido una masacre auténtica. Los drones y aviones de guerra israelíes han atacado toda la noche aleatoriamente contra las casas de la gente y contra las personas que intentaban huir de la zona", ha explicado a la agencia Reuters el Ziad, de 45 años, un paramédico vecino de Nuseirat, que sólo ha querido dar el nombre de pila.
La pediatra Tanya Haj-Hassan, de Médicos Sin Fronteras, relató a Al Jazeera que el Hospital Al Aqsa "es un baño de sangre; parece un matadero". "Así es como es una masacre. Significa que hay padres corriendo con sus hijos a hombros, sangriento, para intentar encontrar a un médico que los cure. Pero es tan caótico y hay tantos pacientes que superan enormemente la capacidad sanitaria para atender' ls", ha lamentado.
El presidente palestino, Mahmud Abbas, pidió una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre "la sangrienta masacre de las fuerzas israelíes" en Nuseirat, según informó la agencia de noticias oficial Wafa.
Buena noticia para Netanyahu
Los cuatro liberados fueron identificados como Noa Argamani, Almog Meir Jan, Andrei Kozlov y Shlomi Ziv. El primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, ha hablado con Argamani, que ya se ha reencontrado con su padre, como muestra un vídeo difundido en las redes sociales. "Estoy muy emocionada, llevaba mucho tiempo sin oír hablar hebreo", ha dicho Argamani a Netanyahu, según la grabación de la llamada que ha difundido la oficina del primer ministro.
Netanyahu ha aplaudido el éxito de la operación de rescate, que ha dicho que "quedará escrita en la historia", y ha defendido que Israel "no cede al terrorismo" y está operando "de forma creativa y valiente" por llevar a casa a los rehenes secuestrados por Hamás en Gaza. "También estamos comprometidos a hacerlo en el futuro. No aflojaremos hasta que acabemos la misión y llevamos a casa a todos los rehenes, tanto a los vivos como a los muertos", ha añadido.
La liberación supone una buena noticia para Netanyahu en un momento delicado, en el que cada vez es más evidente la frustración de las familias de los secuestrados, que critican las tácticas dilatorias del gobierno israelí a la hora de negociar un alto el fuego que permita el regreso de los rehenes. El pasado lunes el ejército anunció la muerte de cuatro rehenes, probablemente abatidos por fuego amigo, que se creía que seguían vivos. De las 250 personas que Hamás secuestró el 7 de octubre, se cree que quedan unas 80 con vida en Gaza, mientras que 43 han sido declaradas muertas.
Además, la operación de rescate se ha realizado en un momento político clave. El opositor Benny Gantz, que forma parte del gabinete de guerra, había fijado este sábado como la fecha límite para abandonarlo siNetanyahu no definía objetivos estratégicos en Gaza y en el norte. Tenía previsto dar una rueda de prensa que ha acabado posponiendo por los "acontecimientos recientes". Sin embargo, una renuncia de Gantz expondría aún más las grietas en el liderazgo israelí, pero no supondría el fin del gobierno de Netanyahu, porque la coalición que lidera el primer ministro tiene mayoría en el Parlamento. Más peligrosa para él es la amenaza del sector más ultra del ejecutivo, contrario a cualquier acuerdo de alto el fuego.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha celebrado la liberación de los rehenes: "No vamos a parar de trabajar hasta que todos los rehenes vuelvan a casa y se llegue a un alto el fuego. Es esencial que esto ocurra", ha dicho en una rueda de prensa junto a su homólogo francés, Emmanuel Macron, desde París. El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, también ha elogiado la operación y ha subrayado que Washington "apoya todos los esfuerzos para garantizar la liberación de los rehenes todavía en manos de Hamás [...]. incluye las negociaciones que están en marcha u otros medios".