La fiesta 'rave' junto a Gaza que acabó en masacre
Hamás atacó a los jóvenes al amanecer mientras bailaban y dejó al menos 260 muertos
BarcelonaEl viernes por la noche miles de jóvenes israelíes celebraban una fiesta psicodélica en una zona desértica junto a la frontera de Gaza. La fiesta comenzó a las diez de la noche. Era el festival Supernova, que se vendía como "un viaje de unidad y amor" con "contenidos alucinantes e impresionantes". Los participantes no recibieron las indicaciones del lugar en el que se celebraba hasta unas horas antes de empezar. Tenían que ir al kibutz Rei'm, a tres kilómetros de la frontera de Gaza. La fiesta terminó en masacre: mientras los jóvenes bailaban, milicianos palestinos aparecieron en su inédita ofensiva desde el cielo y en vehículos. El domingo se recuperaron 260 cuerpos de israelíes en el sitio.
Este tipo de fiestas son frecuentes en zonas no urbanizadas de Israel. Y en este caso los promotores, Nova, habían elegido un fin de semana largo, coincidiendo con el fin de la festividad judía del Sukkot. Los organizadores debían de estar muy confiados de la seguridad del lugar, aunque está muy cerca de donde el mes pasado miles de palestinos de Gaza se manifestaron junto a la valla, desde donde veían un paisaje de campos de cereales bien alineados, que contrasta con la miseria que se vive en la franja.
La fiesta continuaba al amanecer del sábado, alrededor de un espacio de carpas de color lila y rosa, bajo un Buda gigante iluminado por los focos. Con los primeros rayos de sol empezó el estruendo de los primeros cohetes, que se confundían con el ritmo frenético de la música, y milicianos palestinos aparecieron con parapentes disparando a diestro y siniestro.
En un vídeo grabado por uno de los participantes se oye a un hombre que pregunta: "¿Son cohetes o es la policía que nos viene a desalojar?". Los jóvenes tardaron en reaccionar a la alerta lanzada por la megafonía. Según explicaron a la prensa israelí, los milicianos aparecieron de varios puntos, y en medio del pánico los jóvenes empezaron a correr por el desierto con la intención de esconderse en los bosques de eucaliptos cercanos. Los combatientes los siguieron en moto disparándoles o haciendo rehenes. Algunos explicaron que se pasaron horas escondidos en el bosque, hasta que el ejército o la policía aparecieron a rescatarlos.
Desde entonces las redes sociales israelíes están llenas de mensajes angustiados de padres, madres y hermanos que buscan a los desaparecidos, como Valentina Gysak, que confiesa que lo que más le preocupaba cuando su hija Margarita, de 21 años, le dijo que quería ir el festival es que tomara drogas.
¿Dónde están los rehenes?
Un vídeo verificado por The New York Times muestra cómo los milicianos se llevan a una chica con una motocicleta, y junto a ella arrastran a un hombre a pie. Los familiares los han identificado como Noa Argamani y Aviantant Or, que eran pareja. El hermano del hombre, Moshe Oro, ha explicado cómo se enteró de la noticia: "Estaba preocupado y les llamé pero ninguno de los dos respondió. Unas horas más tarde los servicios de emergencia me llamaron para decirnos que mi hermano y su novia habían sido secuestrados y se los habían llevado a Gaza". Luego se ha publicado un vídeo donde se ve a la chica prisionera en una habitación, bebiendo agua de una botella.
Los familiares de los asistentes a la fiesta están llevando objetos personales, como cepillos de dientes, con restos de ADN al centro de búsqueda de desaparecidos que se ha montado en una comisaría cerca del aeropuerto de Ben Gurion, en Tel-Aviv. "Nadie nos ha dicho nada, nadie nos ayuda. Es un caos total", dice en la televisión israelí Channel 12 Nora Kuperstein, que busca a su sobrino de 21 años .