Netanyahu mantiene el pulso a Biden pese a la resolución de la ONU por un alto el fuego en Gaza

El mandatario israelí endurece el tono con Washington y amenaza con descarrilar las negociaciones con Hamás mientras el ejército continúa con la ofensiva

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Un edificio destruido por los bombardeos israelíes en Rafah, en el sur de la franja de Gaza, este martes.

El CairoLa adopción, este lunes, de la primera resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que exige un alto el fuego inmediato en Gaza desde el inicio de la ofensiva militar de Israel, y la decisión de Estados Unidos de permitirlo con su abstención, han sido recibidas por Tel-Aviv con una mezcla de desdén en el frente bélico y vehemencia en el plan diplomático.

El alcance limitado de la votación del principal órgano de la ONU en cuestiones de seguridad internacional ha quedado patente con que Israel no ha detenido en ningún momento la operación militar en Gaza. Este martes, el ejército del país ha informado de que sigue operando sobre todo en el centro y el sur de la Franja, incluidos los alrededores del Hospital Al Shifa, el principal del enclave, mientras aviones de combate bombardean decenas de objetivos .

Israel cuenta con un largo historial de desobediencia a las resoluciones de la ONU. Si bien el Consejo de Seguridad podría adoptar medidas concretas en caso de incumplimiento, incluidas sanciones, Estados Unidos ha asegurado que no considera que la última decisión sea vinculante. El portavoz adjunto del secretario general de la ONU, Farhan Haq, y miembros del órgano, como China, afirmaron que las decisiones son derecho internacional y de obligado cumplimiento.

En el plano diplomático, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció el lunes que cancelaba el viaje de una delegación que debía ir a Washington esta semana para discutir alternativas a la invasión de Rafah, la única ciudad de Gaza que no ha sido asaltada por tropas israelíes y donde se agolpa más de la mitad de su población. Los planes de Israel de asaltar a Rafah son, junto al bloqueo de la ayuda humanitaria, uno de los principales puntos de fricción con Estados Unidos, que temen una elevada cifra de muertes.

En medio de la situación cada vez más desesperada de la población, este martes al menos dieciocho personas han muerto en el norte de la Franja cuando intentaban recoger paquetes de ayuda arrojados desde el aire y que habían caído al mar. Según las autoridades locales, doce murieron ahogadas y seis asfixiadas por la estampida de gente "afamada". No es la primera vez que el lanzamiento de paquetes desde el aire causa a víctimas en el enclave palestino. A principios de marzo,cinco personas murieron y varias resultaron heridaspor el impacto de los palés de ayuda humanitaria, porque los paracaídas no se abrieron y cayeron sobre la multitud. Hamás, que controla la Franja, ha vuelto a alertar del peligro de este sistema y pide que se abran todos los pasos fronterizos terrestres.

Palestinos de Gaza que se arrojan al mar para recoger paquetes de ayuda humanitaria.

Negociaciones en Washington y Doha

Sin embargo, la cancelación del viaje de la delegación israelí a Washington tendrá un impacto limitado en la práctica. Aunque los dos políticos que debían encabezar la delegación no viajen, parte del equipo que debía participar en las reuniones ya estaba en Washington acompañando a otra delegación liderada por el ministro de Defensa, Yoav Galant. Su principal objetivo era acelerar el suministro de armas a Israel, pero Gallant se reunió en los últimos dos días con altos cargos de la administración estadounidense, y la Casa Blanca señaló que Rafah, las negociaciones con Hamás y el aumento de ayuda humanitaria ha sido parte de las conversaciones. Pese a la leve reprensión que supone haber permitido la aprobación de la resolución de la ONU, Washington insistió en que su abstención no representa ningún cambio de política respecto a Israel y Gaza.

Por otra parte, la oficina de Netanyahu ha afirmado este martes que no atenderá las demandas de Hamás planteadas en las conversaciones indirectas que mantienen, con la mediación de Estados Unidos, Qatar y Egipto, para acordar un alto el fuego y el intercambio de rehenes. También ha avanzado que Israel proseguirá con la campaña en Gaza, y fuentes anónimas israelíes han afirmado a medios locales que la delegación que estaba en Qatar liderando las negociaciones se ha marchado.

Sin embargo, el portavoz del ministerio de Exteriores de Qatar, Majed al Ansari, ha declarado, durante su rueda de prensa semanal, que parte de las delegaciones negociadoras continúan en Doha. Y ha notado que su entrada y salida del país "es un movimiento normal" y que ellos no han observado "ningún efecto negativo" a raíz de la resolución del Consejo de Seguridad. En esta línea, una delegación del movimiento palestino, encabezada por el líder de su buró político, Ismail Haniyeh, también viajó fuera de Doha en el marco de su segunda visita a Irán desde octubre, según informó el grupo en un comunicado.

Pese a que las negociaciones llevan meses estancadas, en los últimos días medios locales y regionales han informado de avances discretos en torno a cuestiones espinosas como el número de personas que liberarían a Israel y Hamás en el marco de un acuerdo de intercambio de rehenes y el posible regreso de algunos desplazados gazatinos hacia el norte de la Franja.

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