Guerra Israel-Palestina

Nuevo fracaso de la ONU para conseguir una tregua en Gaza

El Consejo de Seguridad aprueba una resolución descafeinada para evitar el veto estadounidense

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La ONU realiza una votación de emergencia por una tregua humanitaria.

BarcelonaEl conflicto en la franja de Gaza está haciendo chirriar más que nunca los engranajes de la anquilosada maquinaria de la ONU. Tras cuatro días de intensas negociaciones, finalmente este viernes se ha podido aprobar una resolución del Consejo de Seguridad, pero con un texto tan aguado que su impacto práctico sobre el terreno será aún inferior al esperado. Estados Unidos ha levantado por fin el veto con un texto enmendado que ha eliminado la petición de un alto el fuego urgente y le ha sustituido por un llamamiento a dar "pasos urgentes para permitir inmediatamente el acceso humanitario seguro y sin obstáculos, y también por crear las condiciones para un cese sostenible de las hostilidades".

Es la primera vez que se aprueba una resolución del Consejo de Seguridad con mención al "cese de hostilidades", pero queda lejos de los términos que se planteaban. La propuesta inicial, presentada por Emiratos Árabes Unidos, ha quedado muy diluida y también ha cambiado en otro punto: toda la ayuda humanitaria que entre en la Franja estará bajo supervisión de un coordinador nombrado por el secretario general de la ONU, pero Israel no perderá el control de los accesos a la franja. Se ha eliminado la palabra exclusivamente que acompañaba a la función de control del supervisor de la ONU, que deberá ser nombrado en los próximos días.

"Es una resolución para intentar frenar el descrédito del Consejo de Seguridad de la ONU, pero las negociaciones importantes están en otro sitio", apunta el profesor de relaciones internacionales Rafael Grassa, que admite el "poco impacto práctico" que tendrá el texto. Grasa se refiere a las conversaciones que desde el miércoles se desarrollan en Egipto, con presencia de los líderes de Hamás y de países árabes, para tratar de impulsar una nueva tregua que permita el intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos. Unas conversaciones que siguen sin dar frutos.

Israel amplía la ofensiva

Mientras el Consejo de Seguridad aprobaba una resolución con poco impacto inmediato, Israel redoblaba la apuesta y anunciaba este viernes una ampliación inmediata de su ofensiva terrestre, con más tropas en el centro de la franja de Gaza.

Pero, pese al evidente fracaso de la ONU, Grassa destaca los esfuerzos de Estados Unidos por evitar un nuevo veto que también les habría perjudicado internamente. Tras intensas negociaciones con los EAU y Arabia Saudí, el jueves por la noche la embajadora de Estados Unidos en Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, anunciaba a los periodistas que se había logrado "una resolución a la que podemos dar soporte". Sin embargo, no especificó entonces si sería con un voto a favor o una abstención. Pero la votación se retrasó aún un día, hasta este viernes, después de que Rusia y otros miembros del Consejo de Seguridad se quejasen de las enmiendas introducidas en el texto.

El 9 de diciembre, en la última votación de una resolución similar –que pedía una pausa humanitaria en los combates y bombardeos en la Franja–, todo el mundo votó a favor excepto el Reino Unido, que se abstuvo, y los Estados Unidos, que ejerció el derecho de veto alineándose con la posición de Israel (que no está en el Consejo). Solo cuatro días después, la Asamblea de la ONU aprobó una resolución no vinculante que reclamaba un alto el fuego inmediato y la entrada de ayuda humanitaria en la Franja con una mayoría abrumadora: 153 votos a favor, 23 abstenciones y 10 votos en contra, entre ellos el de Estados Unidos.

Pérdida de apoyo entre los demócratas de Estados Unidos

Pero el creciente número de muertes civiles en la franja de Gaza ha forzado a Joe Biden a mover ficha. El propio presidente estadounidense dijo hace pocos días que Israel "está perdiendo el apoyo de la opinión pública" y criticó por primera vez, aunque tibiamente, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. "Esta pérdida de apoyo social [a la actuación de Israel] es cierta sobre todo entre los demócratas, pero no entre los votantes del Partido Republicano", señala José Antonio Gurpegui, experto en Estados Unidos del Instituto Franklin de la Universidad de Alcalá. Crecen las manifestaciones en Estados Unidos en contra de la operación militar israelí en la franja de Gaza, pero "aún no son multitudinarias", apunta el analista, "porque mucha gente en el país no se cree las cifras de muertes que da Hamás".

"Estados Unidos no cambiará la política con Israel, que es el principal aliado del país junto al Reino Unido", apunta el experto, y recuerda la fuerza del lobi judío estadounidense y la gran cantidad de ciudadanos judíos que ocupan puestos con gran poder de decisión en las administraciones del país. Pero sí se han visto obligados a evitar una nueva foto del Consejo de Seguridad en la que aparecen como los únicos que se niegan a detener la catástrofe humanitaria palestina en Gaza, cada vez más evidente y no sólo en el número de muertos: hay más de 1,2 millones de desplazados que se están quedando sin agua, alimentos ni combustible.

El conflicto ha generado el peor enfrentamiento entre la ONU e Israel, que llegó a pedir la dimisión del secretario general, António Guterres, ya vetar la entrada en el país de representantes del organismo por haber dicho que el ataque de Hamás del 7 de octubre –que condenó contundentemente– "no venía de la nada". A finales de octubre, el director de la oficina en Nueva York del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Craig Mokhiber, presentó su dimisión en protesta por la "complicidad" de los gobiernos occidentales con Israel y la su "impunidad" por "deshumanizar" y atacar a los civiles palestinos. "Una vez más, somos testigos de un genocidio que se desarrolla ante nuestros ojos, y la organización a la que servimos parece impotente para detenerlo", decía en la carta de dimisión.

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