La ofensiva rebelde avanza por sorpresa a Siria y desafía al régimen de Al Asad

BeirutLa ofensiva rebelde en Siria, encabezada por los islamistas extremistas de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), tiene como objetivo derrocar al presidente Bashar el Asad, según ha afirmado su líder, Abu Mohamed al Julani, en una entrevista en la CNN El ataque ha conseguido hacerse con importantes territorios en el norte del país, incluyendo -la ciudad de Alepo, la segunda más grande de Siria, y la ciudad de Hama, una de las más emblemáticas en la resistencia al régimen. La guerra se ha reactivado con fuerza.

La rápida caída del ejército sirio en el norte del país se debe a la disminución del apoyo de sus aliados ya la inestabilidad interna. Durante años parecía que el ejército de Bashar al Assad había ganado la guerra civil, pero una ofensiva rebelde sorpresa puede trastornar el mapa político del país. El régimen de Al Asad enfrenta el mayor desafío desde el inicio de la guerra, y aunque la caída de Damasco no parece inminente, está más debilitado y aislado que nunca.

El ejército del presidente Al Asad, de hecho, ha vivido un colapso muy rápido, principalmente debido a la disminución del apoyo de sus aliados tradicionales como Rusia y Hezbollah, ocupados con otros conflictos, como la guerra en Ucrania y las pérdidas frente a Israel. Además, la crisis económica, la represión y la fragmentación en el aparato gubernamental han deteriorado la capacidad de combate de las fuerzas leales al régimen.

En cambio, los rebeldes, liderados por Hayat Tahrir al Sham, han logrado integrar facciones rivales, desertores del ejército y combatientes extranjeros en sus filas, lo que ha fortalecido su capacidad operativa.

La caída de Hama fue un golpe simbólico y estratégico para el régimen. Según analistas, la ciudad de Homs, situada más al sur, representa ahora el último bastión antes de Damasco. La pérdida de Homs no sólo implicaría la desconexión entre la capital y la costa, sino que también tendría consecuencias geopolíticas para Irán, que perdería el acceso al Líbano y su influencia en la región.

Los rebeldes, con un suministro constante de armas proporcionadas por Turquía y algunos países árabes, han logrado avances significativos en diversas ciudades clave. El uso de nuevas tácticas, como los ataques con drones, ha alterado el panorama militar y ha dejado al ejército de Al Asad sin demasiadas opciones efectivas para contrarrestar los avances.

Implicación internacional

Por otra parte, la situación en Siria también ha generado reacciones en la comunidad internacional. Turquía, que comparte una extensa frontera con Siria y acoge a millones de refugiados sirios, se ha convertido en un actor clave en el conflicto, y ha apoyado a los grupos rebeldes mientras gestiona los efectos de la crisis humanitaria en su territorio. En este contexto, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha expresado su apoyo a la causa rebelde, esperando a que el avance continúe sin más obstáculos.

En cuanto al impacto humanitario, el conflicto sigue cobrando vidas. Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, más de 700 personas, muchas de ellas civiles, han muerto desde que los rebeldes iniciaron su ofensiva. Las redes sociales muestran imágenes de celebraciones entre los opositores al régimen, mientras que la comunidad internacional observa con creciente preocupación la situación en Siria, que podría desestabilizar aún más la región.

China, por ejemplo, ha advertido a sus ciudadanos sobre la creciente inestabilidad en Siria; también lo ha hecho Rusia llamando a evacuar a sus ciudadanos de Damasco. El conflicto sirio, que empezó como una revuelta por la democracia en el 2011, ahora se ha transformado en una lucha por el poder en la que los actores internacionales y las dinámicas internas tienen un papel crucial. La incertidumbre sobre el futuro de Siria persiste en un momento en que el caos bélico parece volver a apoderarse del horizonte en Oriente Próximo.