¿Cómo se está recibiendo en Israel la liberación de rehenes?

El mal estado de los últimos rehenes liberados en Gaza añade presión a Benjamin Netanyahu para mantener el acuerdo con Hamás

Protestantes israelíes manifestando la liberación de los rehenes de Gaza
12/02/2025
3 min
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El CairoCuando las tres primeras rehenes israelíes fueron liberadas por Hamás a mediados de enero en Gaza, coincidiendo con la entrada en vigor del acuerdo de alto el fuego con Israel, todas presentaban mejor aspecto físico de lo presagiado y los servicios médicos que las atendieron declararon que su estado de salud era estable. El resto de rehenes que fueron puestas en libertad en dos rondas traseras también se encontraban en condiciones similares. Pero este sábado, durante el último intercambio de rehenes que se ha llevado a cabo, la estampa fue, en cambio, muy distinta. Los liberados fueron tres hombres israelíes visiblemente desmejorados y delgados, que presentaban un aspecto físico mucho más deteriorado que los rehenes anteriores y con los efectos de los casi 500 días de cautiverio evidentes en el cuerpo.

Su frágil estado provocó una fuerte conmoción en Israel y ha aumentado la preocupación por la situación de los rehenes que todavía están en Gaza. Estos temores, además, se han visto reforzados por el débil compromiso del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, con la consecución total del acuerdo con Hamás, la decisión del grupo palestino de suspender la liberación de más cautivos alegando que Tel-Aviv está violando partes algunos puntos del pacto y el amena no se produce un nuevo intercambio.

En un intento de presionar al gobierno de Netanyahu para que garantice la continuidad del acuerdo, miles de personas se manifestaron en Tel Aviv la noche del lunes y también el martes. El foro de familias de rehenes y personas desaparecidas de Israel, a su vez, exigió el lunes en un comunicado dirigido al gobierno que no caiga en "tripijocs" y afirmó que las "condiciones espantosas" de los últimos rehenes liberados muestran que "todos deben ser rescatados urgentemente".

La semana pasada Netanyahu salió políticamente reforzado de su encuentro con Trump en Washington, durante la cual el presidente estadounidense anunció un plan para conseguir el control de Gaza tras expulsar a su población. La propuesta fue rechazada en Palestina y en el resto del mundo árabe, que está haciendo frente común para contrarrestarla, pero fue alabada por la base ultra de Netanyahu y los partidos de extrema derecha que dan estabilidad a su gobierno.

El boicot de Netanyahu

Sin embargo, la luna de miel de Netanyahu duró poco. La vuelta a Israel de una quincena de cautivos, y en particular de los últimos tres, está permitiendo conocer mejor las condiciones en las que se encuentran los que todavía están en Gaza, lo que está creando más angustia social. Algunos de los rehenes explicaron que fueron permanentemente encadenados, sin ver la luz del sol, en condiciones insalubres, privados de la comida necesaria y sufriendo abusos físicos y psicológicos. Las condiciones evocan el maltrato detallado por los presos palestinos que está liberando a Israel.

La aflicción que se está generando a medida que se conocen más detalles sobre las condiciones en cautividad en Gaza se mezcla con un resentimiento hacia el gobierno de Netanyahu. Por un lado, cuando los últimos tres rehenes fueron liberados, el primer ministro seguía en Washington en un hotel de lujo y la mayoría de sus ministros no reaccionaron porque era sabado, la fiesta judía del sábado. Además, el extitular de Defensa Yoav Gallant, destituido en noviembre, reiteró en entrevistas durante el fin de semana que Netanyahu saboteó de forma deliberada las negociaciones con Hamás al menos tres veces a lo largo del pasado año: en mayo, julio y septiembre.

En este contexto, Qatar, que fue el principal mediador del acuerdo entre Israel y Hamás, reprochó a Netanyahu sus declaraciones en apoyo a una limpieza étnica de Gaza a la estela del plan anunciado por Trump, al entender que está poniendo en peligro el acuerdo de tregua en vigor. Asimismo, las partes deberían haber comenzado hace más de una semana las negociaciones para la segunda fase del acuerdo, que debería empezar en marzo y durante la que están previstas nuevas rondas de intercambio de rehenes por presos. Sin embargo, Tel-Aviv ha estado retrasando el envío de su equipo a Doha y la delegación que viajó el domingo era de bajo nivel y no tenía mandato para negociar.

Incluso el ministro de Finanzas israelí, el ultraderechista Bezalel Smotrich, que se ha posicionado en contra de todas las propuestas de acuerdo con Hamás y del que depende la estabilidad del gobierno, ha pedido este martes en las redes sociales la liberación de "todos" los rehenes "ahora", en una aparente amenaza a Hamás.

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