¿Cómo se hará la reconstrucción de Gaza?
La ONU cifra en 70.000 millones de dólares los fondos que se necesitarán y muchas potencias ya se han ofrecido a realizar aportaciones, pero hay que decidir cómo se gestionan
BarcelonaEl alto el fuego en Gaza es todavía muy inestable, pero las potencias internacionales ya empiezan a debatir planes para la reconstrucción de Gaza. Países europeos, países árabes, Canadá y Estados Unidos, e incluso Japón, están dispuestos a contribuir económicamente. Lo ha anunciado esta misma semana la ONU, que ha cifrado en 70.000 millones de dólares el dinero necesario para poder volver a levantar todo lo que Israel ha destruido en dos años de guerra. Y eso es prácticamente todo, porque Gaza es hoy una montaña de escombros: se calcula que hay 55 millones de toneladas de escombros en la Franja, el equivalente a 10 pirámides de Giza.
"Lo primero que hay que hacer es retirar todos estos escombros, y el principal obstáculo son todos los explosivos que todavía quedan entre los desechos y que ya han matado a algunas personas cuando intentaban volver a sus casas. Se necesitan muchos especialistas en explosivos para desactivar todo esto. Y también es necesario ayuda para retirar los cadáveres que aún quedan entre los escombros", explica al ARA la directora (UNRWA), Raquel Martí.
En estos primeros días de alto el fuego han entrado algunos bulldozers por el paso de Rafah para abrir paso a los camiones de ayuda humanitaria que empiezan a llegar –todavía totalmente insuficientes, remarca Martí–, pero deberían entrar muchos más y mucho material de construcción. El 92% de las casas están destruidas o dañadas, al igual que el 89% de las infraestructuras de agua y saneamiento, el 92% de las escuelas y el 60% de los hospitales, según datos de la OCHA (Agencia de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios). "Reconstruir todo esto va a durar mucho tiempo y, mientras se hace, se necesitan infraestructuras temporales, no sólo casas prefabricadas para acoger a la población, ya que más de 1,5 millones de palestinos necesitan un lugar donde dormir, sino también para empezar a reanudar la educación de los niños que hace dos años que no están en la escuela y necesitan también, necesitan también" Martín.
¿Pero quién decidirá qué y cómo se construye y quién gestionará los 70.000 millones de dólares que se espera recaudar para la reconstrucción? Éste es el gran dilema, "para que quien controle esto será quien diseñe cómo será Gaza, donde se ponen las infraestructuras clave, cómo se distribuye el derecho a la propiedad, etc.", explica Víctor Burguete, investigador senior del Cidob. "Según cómo diseñes una ciudad puedes facilitar o no una nueva intervención militar de Israel", señala.
Según el experto, debería hacerlo un ente independiente que cuente con la voz y participación de los palestinos de Gaza. La directora de la UNRWA remarca que "la ONU está totalmente preparada para gestionar la reconstrucción, con transparencia y rendición de cuentas, lo ha hecho en anteriores reconstrucciones, como en 2014, y podría volver a hacerlo con el apoyo de otros organismos y expertos internacionales". Pero tal y como señala Burguete, "Estados Unidos e Israel rechazan frontalmente que sea la ONU quien lo haga".
El plan de Trump prevé que se cree una "autoridad internacional transitoria" en Gaza liderada por el ex primer británico Tony Blair y el propio Donald Trump, aunque en ningún momento se ha planteado que sea este ente quien gestione la reconstrucción. Justamente hace unas semanas se filtró a la prensa que el think tank liderado por Tony Blair había estado escuchando propuestas que hablaban de convertir a Gaza en una Riviera o resort turístico, tal y como propone Trump. Esto podría desembocar en el enésimo desplazamiento de los palestinos al menos de la zona de la costa, si no de toda la Franja.
¿Una Riviera o una Gaza para los gazatinos?
Las posibilidades de que esta Riviera salga adelante o no "dependerán de quien aporta más fondos y, por tanto, tiene más capacidad de decisión, y de quien controla estos fondos" para la reconstrucción, dice Burguete. Si el dinero se deposita en un fondo gestionado y controlado por la ONU o por un organismo internacional independiente, si lo controla la Autoridad Palestina o si lo hace esta autoridad transitoria de Tony Blair, los resultados serán muy diferentes. Algunos analistas israelíes defienden incluso la idea de la Riviera de Trump como una forma de garantizar la seguridad del enclave, porque Israel no bombardeará hoteles de lujo.
Aquí la capacidad de influencia de la Unión Europea y otros actores, que dependerá de sus aportaciones económicas, puede ser decisiva. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ya ha dejado claro que quiere desempeñar un papel destacado en el futuro de Gaza y la cumbre de líderes que convocó en París la semana pasada con representantes de estados árabes y occidentales, empezó ya a hablar de la reconstrucción. "La Unión Europea puede recuperar su voz después de estar dos años fuera de juego en este conflicto y eso dependerá de la cantidad de dinero que aporte", dice Burguete, y destaca también la presión que pueden hacer también los estados del Golfo como Arabia Saudita, "que podrían usar Gaza como moneda de cambio en la negociación de la segunda fase de los Acuerdos de Abra". Estos pactos para el restablecimiento de relaciones diplomáticas y comerciales con Israel se han quedado congelados con la guerra.
"Pero el primer paso es conseguir que haya estabilidad y seguridad, tanto interna entre Hamás y las demás facciones, como externa por parte de Israel, para que no vuelva a ocurrir como en el 2014 que se hizo una reconstrucción que ha quedado arrasada de nuevo", destaca el analista. Estos días, Francia, Reino Unido y Estados Unidos están trabajando en una resolución que debería aprobar en breve el Consejo de Seguridad de la ONU para sentar las bases de una futura Fuerza de Estabilización Internacional (FEI) que garantice la seguridad en Gaza.
El segundo paso sería acordar la gobernanza de esta reconstrucción, y en tercer lugar, asegurar que los materiales puedan llegar, dado el control fronterizo que mantiene Israel. "En anteriores ofensivas Israel ha bloqueado la entrada de material de construcción porque teme que caiga en manos de Hamás", explica Raquel Martí. Y el analista del Cidob señala todavía un cuarto punto importante, que serían las decisiones sobre el derecho a la propiedad, es decir, quién será el poseedor de la tierra, "porque la pérdida de escrituras durante estos dos años de destrucción ha sido enorme".