Tel-Aviv y Washington sellan una amistad que "nunca había sido tan fuerte"

BarcelonaTrajes con la quipá y apoyando la mano en el Muro de las Lamentaciones, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, han sellado la alianza de sus dos países desde Jerusalén. "Creo que la visita [de Rubio] aquí es una prueba de la durabilidad, la fuerza de la alianza israelí-americana. Es tan fuerte y duradera como las piedras del Muro Occidental que acabamos de tocar", ha dicho el dirigente israelí desde el sitio más sagrado para los judíos.

Tras constatar que la alianza entre Washington y Tel-Aviv "nunca había sido tan fuerte", siguiendo lo que marca la tradición judía los dirigentes han metido entre las piedras del muro sus respectivos sueños o deseos, anotados en una hoja de papel, en un acto en el que se ha prohibido la entrada a las mujeres –con la intención de rezar.

Rubio ha llegado este domingo a Israel para abordar "el futuro del conflicto" en Gaza y se espera que pida explicaciones a su aliado predilecto en Oriente Próximo sobre el ataque que lanzó el martes contra la delegación negociadora de Hamás reunida en Doha. "Lo ocurrido, ha ocurrido –dijo Rubio antes de llegar a Tel-Aviv–. Nos reuniremos con ellos y hablaremos de lo que nos presenta el futuro". El viernes el jefe de la diplomacia estadounidense se reunió ya con el primer ministro de Qatar, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, un socio histórico de Washington que consideró una violación de su integridad territorial el bombardeo israelí, que causó la muerte de un miembro de sus fuerzas de seguridad, además de cinco miembros de Hamás.

Según la ONG israelí Peace Now –que monitoriza la expansión de asentamientos ilegales–, Rubio también asistirá a la inauguración de un túnel turístico en una colonia israelí en el barrio palestino de Silwan, ubicado en la zona ocupada de Jerusalén Este. Un gesto que, según la ONG, equivale al "reconocimiento estadounidense de la soberanía israelí sobre la zona más sensible de la cuenca sagrada de Jerusalén". El túnel, de 600 metros de longitud, pasa por debajo de viviendas palestinas (muchas expropiadas) de la Ciutat Vella y termina junto a los cimientos del Muro de las Lamentaciones, a pocos metros de la sagrada mezquita de Al Aqsa.

Goteo de familias que evacuan Ciudad de Gaza

Tras la demolición, este domingo, de treinta edificios residenciales en Ciudad de Gaza, es fácil adivinar qué ha escrito Netanyahu en el papelito que ha metido en el Muro de las Lamentaciones. El control israelí de la capital de la Franja está cada vez más cerca. Las tropas israelíes llevan semanas operando en cuatro barrios del este de la ciudad –tres de los cuales los han convertido en descampados– y, según declaran, están esperando a que la población evacue para enviar más fuerzas terrestres.

Como consecuencia, un flujo ininterrumpido de familias está abandonando Ciudad de Gaza para dirigirse hacia el sur, donde esperan encontrar refugio pese a las reiteradas alertas de que la zona denominada por Israel como humanitaria está completamente colapsada. Hacinadas en camionetas y carretillas, oa pie, hasta 250.000 personas, según el ejército israelí, han huido hasta ahora de la ciudad desde la intensificación de los bombardeos israelíes. Muchos son reacios a marcharse, por la falta de espacio y de seguridad en el sur de la Franja, donde Israel sigue bombardeando contradiciendo su propia denominación de zona humanitaria. Otros, no pueden permitírselo, ya que los precios del trayecto están disparados.

En el horizonte de los que resisten está la reunión de líderes árabes que debe producirse el lunes en Qatar con el objetivo de presionar a Israel para abandonar la ofensiva en Gaza. Qatar ya avisado este domingo de que no se dejará intimidar por los ataques de Tel-Aviv, y que piensa seguir mediando para acabar con lo que el Tribunal Penal Internacional investiga como genocidio en Gaza. Su titular de Exteriores, Mohamed bin Abdulrahman, ha pedido a la comunidad internacional que deje estar "la doble moral" y que tome "medidas reales y tangibles a distintos niveles" contra Israel.

Pero mientras esto no llega, el goteo de muertes no tiene freno. Desde la madrugada del domingo han muerto en Gaza al menos 48 personas, 32 de ellas en la capital del enclave, y el número de heridos es tan ingente que los servicios médicos no dan abasto para atenderlos. En el Hospital de Al Shifa, el mayor de Ciudad de Gaza, la saturación es tal que los médicos deben atender a los pacientes en el suelo porque no hay camas disponibles. "Como ven, en la UCI del Complejo Médico de Al Shifa tenemos niños heridos y tratamos a los pacientes en el suelo", relataba a Efe este domingo el director del centro, Mohamed Abu Salmia, mientras mostraba una sala llena de pacientes.