¿Es posible un 'Polexit'?

La UE no puede expulsar a uno de sus miembros si este no lo solicita

Viktor Orbán (izquierda) y su homólogo polaco, Mateusz Morawiecki, a su lado en Polonia en junio .
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BruselasPolexit es la palabra del día en Bruselas y en buena parte de las capitales europeas este viernes, después de que el Tribunal Constitucional polaco sentenciara este jueves que algunas partes de los tratados de la Unión Europea son contrarios al ordenamiento jurídico del país. El escenario que ha abierto esta decisión es incierto, de consecuencias difíciles de prever, pero no son pocas las voces que insinúan que Polonia tendría que salirse del club comunitario o que, incluso, se le tendría que expulsar, como ya insinuó en su momento, pero pensando en Hungría, el primer ministro neerlandés, Mark Rutte. La cuestión es que esto no es posible. La UE no puede expulsar a uno de sus miembros, sino que tiene que ser este quien lo solicite, tal como hizo el Reino Unido en su momento.

Ninguno de los artículos del tratado de funcionamiento de la Unión prevé la posibilidad de la expulsión. Lo único que valora un mecanismo que permite que un miembro se vaya es el famoso artículo 50, que se introdujo con el Tratado de Lisboa de 2009 y que el Reino Unido hizo popular porque fue el primer socio europeo en activarlo en la historia de la Unión para llevar a cabo el Brexit. El artículo 50 deja claro que cualquier "estado miembro podrá decidir, en conformidad con sus normas constitucionales, retirarse de la Unión". Para hacerlo tiene que notificar al Consejo Europeo, después habrá que negociar y cerrar un acuerdo de retirada que fije el marco de sus relaciones futuras con la UE. Este es el proceso que se envolvió en la negociación con el Reino Unido y que todavía ahora trae cola.

De hecho, Polonia no ha dicho nunca que quiera salirse de la Unión Europea, como tampoco lo ha dicho Hungría, el otro estado europeo que mantiene un enfrentamiento directo y abierto con las instituciones comunitarias. En el caso del gobierno polaco del partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS), lo que sí que ha dicho su primer ministro, Mateusz Morawiecki, después de la sentencia es que la Constitución nacional es superior a cualquier otra estructura legal, como por ejemplo la de la Unión Europea. Según este político ultraconservador, el Tribunal Constitucional polaco no ha hecho más que confirmar que "Polonia tiene los mismos derechos que otros países". Morawiecki también confirmaba que no tiene ningún tipo de intención de llevar a Polonia a una salida formal de la UE como hizo el Reino Unido: "El lugar de Polonia está y estará en la familia europea de naciones", ha tuiteado.

En la misma línea se pronunció en su momento la ministra de Justicia húngara, Judit Varga, en respuesta a la insinuación de Rutte: "Hungría no quiere salir de la UE, sino salvarla de los hipócritas", dijo en declaraciones recogidas por Efe. Los dos países, a pesar de que Polonia más, son grandes beneficiarios de los fondos europeos, y desde su entrada en la UE (en 2004) han visto cómo se disparaba su PIB per cápita a más del doble en el caso de Polonia y un 54% en el caso de Hungría, según los datos que recoge el Banco Mundial. El problema es que con un desafío directo al principio de primacía de la ley europea por encima de la nacional y el cuestionamiento directo de la autoridad del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) lo que hace Polonia es sustraerse de facto del marco legal europeo y aquí es donde el escenario es incierto y queda por ver qué puede hacer la UE o el mismo tribunal para intentar corregirlo.

Pero Bruselas sí que tiene varios mecanismos para responder a lo que considera un desafío a los pilares fundamentales de la Unión, en palabras del mismo jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, este viernes. Más allá de los varios expedientes sancionadores, o avisos políticos, la UE puede activar el artículo 7 de los tratados, pensado especialmente para proteger los valores fundamentales de la UE y que en último término permite dejar al país en cuestión sin derecho a voto dentro del Consejo. Tanto Hungría como Polonia tienen procesos de infracción activados bajo el marco de este artículo desde hace varios años, pero no se les ha llegado nunca a retirar el voto porque es necesaria la unanimidad de los 26 países restantes para retirarle el voto a uno y Budapest y Varsovia se protegen mutuamente. Pero lo que tiene ahora sobre la mesa Bruselas es un nuevo mecanismo aprobado en 2020 que condiciona el desembolso de los fondos europeos al cumplimiento de los principios fundamentales del estado de derecho y democrático si se considera que estos incumplimientos ponen en riesgo los intereses financieros de la UE. Este mecanismo todavía no está en vigor, pero este jueves el comisario de Justicia, Didier Reynders, aseguró que usarán todas las herramientas a su alcance.

De momento, Bruselas no mueve ficha. La presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, se ha pronunciado a través de un comunicado en el que reitera la primacía de la ley europea. "Esto es lo que todos los estados miembros han suscrito al convertirse en miembros de la UE", dice la presidenta. Con todo, la Comisión se niega a "especular" sobre si la situación podría llevar a un Polexit legal o a alguna otra de las consecuencias que pueda comportar. El ejecutivo comunitario insiste en que está analizando la sentencia y que no dará ninguno de los próximos pasos hasta que haya concluido el análisis legal.

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