François Bayrou, nuevo primer ministro de Francia
Macron opta por un perfil centrista para intentar poner fin al bloqueo institucional
ParísNueve días después de la moción de censura que tumbó al gobierno francés, Francia ya tiene nuevo primer ministro. El presidente de la República, Emmanuel Macron, ha nombrado este viernes como nuevo jefe de gobierno a François Bayrou, exministro considerado de centro y cercano a Macron. Es uno de sus principales apoyos parlamentarios. Pese a la presión de los partidos de izquierdas y la disposición de los socialistas a negociar, el inquilino del Elíseo opta por un perfil liberal y no por un primer ministro surgido del bloque de izquierdas, el ganador de las elecciones legislativas de julio .
Con el nombramiento de un nuevo primer ministro rápidamente, Emmanuel Macron quiere poner fin al bloqueo institucional, pasar página al capítulo de la moción de censura y acabar con la inestabilidad e incertidumbre política que vive Francia desde las elecciones legislativas de julio . El resultado de los comicios dejó una Asamblea Nacional más fragmentada que nunca, en la que ninguna fuerza política goza de una mayoría sólida. El presidente espera que en esta ocasión el gobierno –que será nombrado en los próximos días– tenga un apoyo más amplio que Barnier en la Asamblea.
Bayrou, de 73 años, es el líder y fundador del partido liberal MoDem (Movimiento Demócrata), que cuenta con una treintena de diputados en la Asamblea, y alcalde de Pau (Pirineos Atlánticos). Aunque en Francia su partido es considerado centrista y en alguna ocasión ha apoyado a los socialistas, el nuevo primer ministro fue titular de Educación y Justicia en gobiernos conservadores. Como eurodiputado formaba parte del Partido Popular Europeo. Bayrou habla bearnés –una variedad dialectal del occitano– y es un firme defensor de las lenguas llamadas en Francia "regionales".
Consultas a los partidos
Bayrou sustituye al conservador Michel Barnier, censurado con los votos de los partidos de izquierdas y de la extrema derecha tras aprobar los presupuestos sin someterlos a votación en la Asamblea Nacional por la falta de apoyo parlamentario. Antes de nombrarle, Macron ha consultado a la mayoría de fuerzas políticas de la Asamblea para tener garantías de que no será censurado.
Ahora la incógnita es cuál será la posición del bloque de izquierdas, el Nuevo Frente Popular, que había pedido un primer ministro de izquierdas para no derribar al nuevo gobierno y había dejado claro que no aceptaría Bayrou. Macron convocó el miércoles a los líderes de los socialistas, ecologistas y comunistas –entre otros partidos de centro y de derechas– a una reunión en el Elíseo para intentar arrancarles el compromiso de no votar una moción de censura contra el nuevo primer ministro si éste negociaba las cuentas con los partidos del bloque de izquierdas y sometía el texto a votación en la Asamblea. Sin embargo, a la salida de la reunión, los partidos no suscribieron –al menos públicamente– ningún compromiso en este sentido.
La extrema derecha de Marine Le Pen, que ha sido excluida de las negociaciones para nombrar a un primer ministro y no fue invitada al Elíseo el miércoles, parece dispuesta a dar una oportunidad al nuevo jefe de gobierno aunque no sea conservador. "Le daremos una oportunidad, como hicimos con Barnier", ha dicho el portavoz del Reagrupament Nacional de Le Pen, Philippe Ballard. "No tenemos la censura compulsiva como Francia Insumisa", aseguró.
El objetivo más urgente del nuevo primer ministro es aprobar unos nuevos presupuestos para 2025. Con la moción, el proyecto de ley de las cuentas presentado por el anterior ejecutivo decayó y ahora el futuro gobierno tendrá que elaborarlo otro teniendo en cuenta las líneas rojas de otras fuerzas políticas para evitar una nueva censura. Mientras se elaboran y tramitan los nuevos presupuestos –un proceso que habitualmente dura semanas–, la Asamblea debe debatir y votar antes de que acabe el año una ley para prorrogar las cuentas actuales.