Desastres naturales

¿Cómo predecir un tsunami?

El terremoto de Kamchatka reunía todas las condiciones para desatar un tsunami, pero las olas no han sido tan altas como en seísmos anteriores

Un tsunami provocado por un terremoto de 8,8 inunda a una población de la costa en la penínusla rusa de Kamchatka.
30/07/2025
3 min

BarcelonaEl terremoto de este miércoles frente a la costa de Rusia es el sexto más intenso jamás registrado en el mundo. Con una magnitud de 8,8, de las más altas de la historia, todavía está por detrás de otro que se produjo en la misma región rusa de Kamchatka en 1952, de magnitud 9. El más fuerte de la historia (desde que se tienen registros) es el de magnitud 9,5 que se produjo en Chile en el año 1 olas de hasta 10 metros en algunos puntos. Este miércoles, en cambio, las olas no han superado los 4 metros en la costa rusa.

Terremoto y tsunami en el Pacífico

Pero no todos los terremotos generan tsunamis. Para ello deben producirse bajo el mar, es decir, en placas tectónicas oceánicas. También existen otros condicionantes: la magnitud, la profundidad y el tipo de rotura que se produce en la placa. En el seísmo de este miércoles, las condiciones estaban todas.

"La rotura se ha producido en la plataforma oceánica, a 20 kilómetros de profundidad –hasta 60 kilómetros se puede generar tsunami–, con una magnitud muy alta (de 8,8), y el tipo de rotura también ha sido clave, porque ha provocado el levantamiento súbito de un lado", el Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña (ICGC), Sara Figueras. "Si modificas el fondo marino muy bruscamente, esto afecta a toda la columna de agua, porque generas un escalón que no estaba y esto crea una ola de agua que se va extendiendo", añade Eulàlia Masana, experta en paleosismología de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Barcelona (UB).

Esta ola, que en mar abierto puede avanzar a 800 kilómetros por hora, no se extiende con la misma energía hacia todas partes, es decir, que no es totalmente concéntrica, sino que será más fuerte en la dirección en la que se ha generado este escalón. Por eso la amenaza será mayor para los países que están en aquella trayectoria. Esto podría explicar por qué ha habido olas más altas en Hawái que en Japón, aunque este segundo está mucho más cerca del epicentro del seísmo.

La tecnología actual permite detectar rápidamente los movimientos sísmicos y "determinar enseguida qué tipo de rotura se ha producido (además de la magnitud y la profundidad) para saber si se debe activar o no la alerta por tsunami", explica Figueras. Estos cálculos y sistemas de alerta, que no existían cuando se produjo el devastador tsunami de Sumatra en 2004, permiten a las autoridades de cada país tener un cálculo aproximado de la altura que puede alcanzar el tsunami en sus costas. La altitud difiere en cada lugar porque depende de la topografía concreta de la costa y de la topografía del fondo marino que existe en la trayectoria del tsunami hasta un punto determinado: a medida que el sol marino se hace menos profundo la ola se ralentiza. Estos cálculos han permitido establecer rápidamente los grados de alerta en los distintos lugares del Pacífico este miércoles, porque actualmente se dispone de mapas detallados del fondo marino y de la topografía de las costas de este océano, "lo que no ocurre con otros como el Índico", apunta Figueras. Unas predicciones que desde la mañana "ya hablaban de 3-4 metros en la costa rusa, 1-3 metros en Japón y Hawái y hasta un metro en áreas más lejanas", añade Masana.

La posibilidad de fuertes réplicas

El terremoto de este miércoles se ha producido en una falla (ruptura en el terreno) donde "confluyen la placa tectónica del Pacífico y la placa norteamericana -explica Masana-. No es una falla cualquiera, porque es una zona de subducción donde hay una ruptura que está atascada acumulando presión y que tiene cientos de kilómetros". Un punto de esta falla se ha roto este miércoles, provocando el terremoto, pero esto ahora genera presión en otros puntos de la falla, "en los bordes de esta rotura", por lo que se prevé que pueda haber réplicas sísmicas que podrían ser también de alta magnitud.

Toda la costa del océano Pacífico, tanto la parte asiática como la americana, pasando por el Ártico, se conoce como el Cinturón de Fuego porque la confluencia de la placa tectónica que hay bajo el Pacífico con las diversas placas continentales genera un riesgo muy alto de terremoto. No es casualidad que los diez terremotos más fuertes registrados nunca se hayan producido en ese cinturón o anillo de fuego.

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