¿Quién quiere vacunas de AstraZeneca?
Los Estados Unidos, Dinamarca y Noruega entregan sus dosis de la vacuna anglosueca a otros países
BarcelonaLa controversia que ha rodeado las vacunas de AstraZeneca, a raíz de su vinculación a algunos casos de trombos, junto con el estado del mismo proceso de vacunación y la incidencia actual del covid-19 en varios países, ha provocado que sus gobiernos hayan puesto a disposición de quien lo necesite millones de dosis de la vacuna anglosueca. Algunos países se han ofrecido incluso a comprar estos sobrantes, un hecho que llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a pedir que fueran entregas gratuitas.
Dinamarca, que el 14 de abril fue el primer país en anunciar que dejaría de utilizar completamente AstraZeneca por la relación con los trombos, ha llegado ya a un acuerdo con el estado alemán de Schleswig-Holstein para suministrarle 55.000 dosis de las 200.000 que tiene almacenadas en el país. Desde el primer momento, otros países como Lituania, Letonia y la República Checa ya expresaron su interés en adquirir las dosis que Dinamarca no tenía que utilizar.
El gobierno danés ha justificado también su movimiento por la baja incidencia actual del virus en el país, que no lo sitúa en un escenario de tanta necesidad urgente de vacunas. La agencia reguladora danesa tampoco ha dado todavía la luz verde para la vacuna norteamericana Janssen, que los Estados Unidos retuvieron temporalmente también por posibles casos de trombos similares a los de AstraZeneca. Esto podría poner bajo tensión la campaña de vacunación en Dinamarca, donde poco más de un 20% de los ciudadanos han recibido ya al menos una primera dosis. Por eso, la oposición danesa presiona al gobierno para que algunas de estas dosis de AstraZeneca se queden en el país y se ofrezcan a quien quiera que le sean administradas.
Al mismo tiempo, Noruega ha entregado a Suecia 200.000 dosis de AstraZeneca y unas 16.000 más a Islandia. El país también suspendió temporalmente la administración de la vacuna anglosueca de manera preventiva, pero todavía tiene que decidir si lo hace permanentemente, como Dinamarca. De hecho, las dosis que ha dado a Estocolmo son un préstamo para atender la situación problemática que vive el país vecino, pero que le serían devueltas en igual cantidad si finalmente el comité de expertos que tiene que definir la posición de Noruega vuelve a autorizar su uso.
Reciprocidad con la India
Pero quien ha puesto más dosis encima de la mesa son los Estados Unidos. La Casa Blanca anunció el lunes que pondría a disposición de otros países los 60 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca que tiene almacenadas en el país. La mayoría irán a la India, que vive estos días una oleada de contagios acelerada que ha puesto bajo mucho de estrés a los hospitales del país, especialmente en las grandes ciudades. La vacuna de la farmacéutica anglosueca no ha sido aprobada oficialmente todavía por el organismo regulador de los Estados Unidos para su uso dentro del país.
Ayer, en una rueda de prensa desde el jardín de la Casa Blanca, Biden confirmó el envío de vacunas a la India, a pesar de que admitió que todavía hay que decidir cómo se hará esta entrega. De manera más urgente, sin embargo, Washington enviará a la India cuanto antes mejor material sanitario, medicamentos como el remdesivir e incluso “las partes mecánicas que hacen falta para construir las vacunas”, dijo Biden. “Cuando nosotros tuvimos problemas, la India nos ayudó”, recordó.
Sin mascarilla en los parques en los EE.UU.
De hecho, Biden había salido ante la prensa para anunciar la nueva directriz del Centro para el Control de Enfermedades del país (CDC), que permitirá prescindir de la mascarilla a los que ya estén vacunados cuando hagan reuniones al aire libre con otro gente vacunada, con excepción de las grandes multitudes como conciertos o estadios deportivos, donde todavía habrá que llevarla.
Según los datos que dio Biden, el ritmo de vacunaciones en los Estados Unidos ya ha logrado los 250 millones de dosis administradas y ha conseguido que dos tercios de la gente mayor, el 67%, esté completamente vacunada y que hasta el 80% haya recibido al menos una dosis. Esto ha permitido reducir un 80% la mortalidad en este grupo de edad, que hasta ahora era donde el covid-19 había provocado más muertos, y reducir también un 70% las hospitalizaciones. Biden se mostró confiado en que, con este ritmo, el 4 de julio, Día de la Independencia de los Estados Unidos, los norteamericanos podrán también “independizarse del virus”.