Estados Unidos planta el festival alternativo de Putin en Eurovisión

Vietnam gana el certamen en una celebración llena de figurantes rusos disfrazados como si fueran espectadores procedentes del Sur Global

La cantante del Vitenam, muestra el trofeo al ganar el festival de Intervisión en Moscú, la pasada madrugada.
21/09/2025
3 min

MoscúCuando Rusia fue expulsada de Eurovisión tras invadir Ucrania, Moscú acusó al festival de haber sucumbido a la politización. Tres años después, Vladimir Putin quiso realizar Intervisión, una versión alternativa al festival de las radiotelevisiones europeas, en un escaparate de su concepción del mundo: multipolar, conservador y con un Occidente cada vez más aislado. La guinda del pastel de esta jugada debía ser la presencia de Estados Unidos, publicitada a bombo y platillo, pero cuando este sábado por la noche llegó el turno de la representante estadounidense el carro fue para pedrisco de forma inesperada.

Vassy, ​​una artista australiana de origen griego, llevaba apenas cuatro días sustituyendo al primer candidato estadounidense invitado por la organización del festival, B Howard, que había abandonado alegando "circunstancias familiares". En el Live Arena de Moscú nada hacía presagiar ningún descalabro pero, en el momento de subir al escenario, los presentadores del concurso anunciaron que "por motivos que escapaban del control de los organizadores y de la delegación de Estados Unidos, y debido a una presión política sin precedentes por parte del gobierno australiano", Vassy no podría actuar. Y remataba uno de los conductores: "Es triste cuando la política intenta interferir en un mundo perteneciente a las artes."

Hasta entonces, no se podía decir que la política se hubiera mantenido al margen del evento: nada más empezar la retransmisión, un mensaje enlatado de Putin subrayaba que "el respeto a los valores tradicionales" serviría de inspiración a los participantes. A continuación, desde una tribuna del recinto, el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, se felicitaba asegurando que en el mundo "había demanda por un concurso así".

El presidente ruso llevaba más de una década metiéndose entre ceja y ceja crear una alternativa a Eurovisión. El punto de inflexión fue en el 2014, justo después de la anexión de Crimea, a raíz de la victoria en el festival europeo de Conchita Wurst, ladrag queenaustriaca, que no se le puso nada bien a Rusia. En los últimos días, el ministro Lavrov, que había proclamado que garantizaría una competición "sin perversión ni abusos de la naturaleza humana", aún bromeaba: "Nosotros no prohibimos a nadie votar por un hombre con barba, vestido de mujer y con modificaciones en el cuerpo".

El favorito ruso renuncia a la victoria

En otro giro de guión inesperado, el representante ruso, Shaman, un cantante proguerra, habitual de los mítines de Putin y sancionado por la Unión Europea, se descartó como ganador pese a partir como favorito. Tras interpretar su tema, se dirigió al jurado para pedirles que "no valoraran" su actuación puesto que, según "las normas de la hospitalidad" él "no tenía derecho a reclamar la victoria". "Rusia ya ha ganado", zanjó.

Su petición fue observada con escrupuloso respeto por los 23 miembros del jurado, uno por cada uno de los países participantes, entre ellos los BRICS (Brasil, India, China y Sudáfrica); los socios árabes de Rusia (Qatar, Emiratos o Arabia Saudí); las repúblicas exsoviéticas de Bielorrusia, Uzbekistán, Kirguizistán o Tayikistán; países africanos como Kenia, Etiopía o Madagascar, y latinoamericanos, como Cuba, Colombia o Venezuela, que, irónicamente, presentó la canciónLa fiesta de la paz.

El misterioso gesto de Shaman allanó la victoria al representante de Vietnam, Duc Phuc, que ha conseguido el triunfo con la canciónPhu Dong Thien Vuong. Su propuesta visual destacaba entre unas puestas en escena poco espectaculares, una elección de canciones especialmente folclóricas y un ritmo exasperantemente lento de la gala.

A diferencia de Eurovisión, en la que cada televisión pública selecciona a su representante, en Intervisión, muchos de los artistas fueron contactados directamente por el festival. Tampoco hubo voto popular, lo que la organización lo achacó a las diferencias horarias de cuatro continentes.

Figurantes entre el público

Antes de empezar, el Phong Tran, un espectador vietnamita afirmaba al ARA que Intervisión era mejor que Eurovisión porque reunía a países de todo el mundo. Ahora bien, su procedencia era un espejismo internacional entre un público mayoritariamente ruso.

Para proyectar una imagen de evento global, la organización contrató a cientos de figurantes, los clasificó en función de su aspecto, los disfrazó con trajes tradicionales y les dio banderas. Muchos de ellos no podían ocultar la evidencia, como un ruso ataviado con túnica y una bandera de Egipto, un país que describía "soleado, con un mar bonito, pirámides y un buen cantante", u otro ruso envuelto con una bandera de Colombia que, incómodo, se señalaba la acreditación.

Con el objetivo de consolidar este polo opuesto en Occidente, sin esperar a conocer al ganador, los presentadores hicieron público que Arabia Saudí, un poderoso aliado del Kremlin, acogerá la segunda edición del certamen. La Rusia de Putin afirma que nada se politiza, pero en realidad nada se deja al azar, ni siquiera un concurso musical.

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