Putin insiste en Trump en que no renunciará a la capitulación de Ucrania

El presidente ruso no está dispuesto a hacer ninguna concesión por mucho que Washington reclame un alto el fuego

Putin quiere ayudar a Trump a ganar las elecciones
04/07/2025
3 min

MoscúVladimir Putin no está dispuesto a hacer ninguna concesión por mucho que Donald Trump le reclame un alto el fuego en Ucrania. En una nueva conversación telefónica entre ambos este jueves, la sexta en menos de cinco meses, el presidente ruso le ha dejado de nuevo claro que no abandonará sus objetivos maximalistas, "la eliminación de las causas fundamentales del conflicto", es decir, la práctica rendición de Kiiv. Una vez más, el líder del Kremlin se ha dedicado a adular a su interlocutor, confiado en que sabe de qué pie calza y que, de este modo, seguirá sorteando la amenaza de nuevas sanciones.

La llamada se ha producido al día siguiente de que Estados Unidos suspendiera parte de las entregas de armas a Ucrania. Ésta ha sido desde el principio una de las condiciones de Putin para aceptar una tregua. Sin embargo, según el asesor del presidente ruso, Yuri Uixakov, es una cuestión que ambos presidentes no han discutido. Este viernes Volodímir Zelenski confía en convencer a Trump por teléfono de que dé marcha atrás y no aplace los envíos de ayuda militar previstos, cruciales, entre otras cosas, para proteger a las ciudades ucranianas de los misiles y drones rusos.

Putin ha vuelto a despachar la insistencia de Trump para llegar a un acuerdo de paz con una predisposición genérica a solucionar la guerra "por medios diplomáticos". Su intención, dice, es continuar con las conversaciones bilaterales entre Rusia y Ucrania en Estambul, aunque no han abordado cuándo podría tener lugar su tercera ronda. La última cita, del 2 de junio, sirvió para pactar un intercambio de prisioneros de guerra y de cadáveres de soldados, pero no se concluyó con ningún progreso en lo que se refiere a las negociaciones.

La estrategia del Kremlin no ha variado desde que se reanudaron las relaciones con la Casa Blanca en febrero de este año. El presidente ruso intenta conseguir el favor de Trump con halagos y ofertas de negocio, al tiempo que hace gala de una aparente voluntad de poner fin a la guerra. Sin embargo, en realidad gana tiempo para avanzar en el frente, donde espera alcanzar nuevas conquistas que le permitan plantarse a unas eventuales conversaciones de paz con la sartén por el mango.

Así, en esta última llamada, Putin ha empezado felicitando a su homólogo por "la exitosa aprobación" en el Congreso estadounidense de uno de sus proyectos de ley estrella, la reforma fiscal. Además, también le deseó un buen 4 de julio, la festividad del Día de la Independencia. Según Ushakov, el líder ruso ha querido destacar el papel "no menor" que Rusia jugó en la creación de Estados Unidos, tanto durante la Guerra de la Independencia como durante la Guerra de Sucesión. Todo para recordar que no sólo fueron aliadas en las guerras mundiales, sino que sus relaciones "tienen profundas raíces".

La esperanza de Trump de que Putin se acabe aviendo a negociar la paz es el argumento que durante meses ha utilizado para retrasar la imposición de nuevas sanciones a Rusia. Ni la presión de Zelenski y los aliados europeos ni las pistas diarias de que un alto el fuego entra en los planes inmediatos de Moscú han sido un impedimento para que rusos y estadounidenses exploren nuevas ventanas de cooperación económica.

Más escenarios de colaboración

Putin, consciente de las debilidades de su rival, a quien se le había permitido la libertad de llamar "socio" en ocasiones anteriores, le ha vuelto a plantear este jueves nuevos escenarios de colaboración. Por ejemplo, en el sector energético o en el sector aeroespacial. A finales de febrero, mientras Washington y Kiiv discutían el acuerdo para explotar los minerales raros, el líder del Kremlin ya abrió la puerta a Trump para trabajar conjuntamente en los yacimientos rusos, también los de las regiones ucranianas ocupadas.

Y aún un último ejemplo de este espíritu de encontrar puntos en común: Putin ha sugerido al líder estadounidense que intercambiaran películas que representen los valores compartidos por Rusia y Estados Unidos. Esta propuesta ambigua, surgida de un foro que se celebra estos días en Moscú, ha gustado a Trump, según el relato de la llamada del Kremlin.

Lo que aún queda lejos, algo que se desprende de la conversación, es una reunión cara a cara Putin-Trump. Uno y otro siempre han asegurado estar abiertos a encontrarse, pero parecen más cómodos en el escenario actual, que no les obliga a grandes compromisos pero les permite profundizar en el deshielo diplomático, basado en una indisimulada admiración mutua y una misma cosmovisión.

Para desesperación de Zelenski, tanto Putin como Trump conciben un mundo en el que las grandes potencias, condenadas a entenderse, hacen y deshacen el destino de las demás naciones. Y así se explica que, cada vez que ambos descuelgan el teléfono, el presidente ruso sepa tocar las teclas adecuadas para conseguir lo que quiere de su interlocutor. Y Trump, por muchos aspavientos que haga cuando misiles rusos matan a civiles ucranianos, juega a su juego.

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