Rusia avisa ahora que sus objetivos en Ucrania van más allá del Donbás
Lavrov apunta a todo el este y lo atribuye al apoyo militar de los países occidentales al gobierno de Kiev
BarcelonaEl ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha avisado este miércoles que los objetivos del Kremlin en su invasión de Ucrania ya no se limitan a las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk (la región ucraniana del Donbás), como manifestó el ministerio de Defensa a finales de marzo después de retirarse de la región de Kiev. En una entrevista a la agencia estatal rusa RIA Novosti, Lavrov ha apuntado que Moscú pretende tomar el control también de las regiones de Jersón y Zaporiyia "y una serie de otros territorios", refiriéndose a las zonas que las fuerzas rusas han conquistado totalmente o parcialmente desde que tuvieron lugar las conversaciones de paz en Turquía. "[Entonces] teníamos una geografía y nuestra disposición a aceptar la propuesta ucraniana se basaba en esta geografía. Pero ahora la geografía es diferente", ha argumentado. "Y este proceso continúa de forma consecuente y persistente", ha añadido.
El jefe de la diplomacia rusa ha atribuido esta ampliación geográfica de los objetivos militares al apoyo occidental a Kiev con armamento de largo alcance como los sistemas de lanzamiento de cohetes HIMARS proporcionados por Estados Unidos, y ha avisado que a medida que el ejército ucraniano se siga nutriendo de armas extranjeras, los objetivos se extenderán "aún más lejos de la línea actual". "No podemos permitir que en la parte de Ucrania que quede bajo control de Zelenski [el presidente ucraniano] o quien lo sustituya haya armas que representen una amenaza directa a nuestros territorios o a los territorios de las repúblicas que han declarado su independencia", ha defendido Lavrov.
Desde que empezó la guerra, Rusia ha declarado que quiere promover referéndums en las regiones de Zaporiyia y Jersón, parcialmente ocupadas por las tropas rusas, sobre su integración a la Federación Rusa. Este martes, la Casa Blanca advirtió que el Kremlin está preparando "referéndums falsos" para llevar a cabo "un manual de anexión muy parecido al de 2014" con Crimea, según el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, que avisó de nuevas sanciones si esto pasa.
Contraofensiva ucraniana
A principios de julio –cuatro meses después de la invasión, el 24 de febrero–, Moscú anunció "la liberación" de la región de Lugansk, y ahora todos los esfuerzos se centran en tomar el control de todo el territorio de Donetsk, con Kramatorsk y Sloviansk como principales objetivos. Aun así, el ejército ruso no para las incursiones y los ataques más allá de la línea de frente del Donbás. Este martes, por ejemplo, ha habido tres muertos por ataques aéreos en Járkov, entre ellos un chico de 13 años mientras esperaba en la cola del autobús. Mientras tanto, Rusia también se prepara para una anunciada contraofensiva ucraniana al sur.
El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksiy Reznikov, ha asegurado este miércoles que, desde el comienzo de la invasión, Kiev ha conseguido retomar el control de mil poblaciones que inicialmente habían caído en manos rusas, pero ha indicado que todavía "hay que liberar más de 2.500 más", y ha vuelto a insistir en la necesidad de contar con ayuda militar extranjera.
Más bombas
Este miércoles, el ejército ucraniano ha bombardeado por segundo día consecutivo con misiles HIMARS el puente de Antinivka, que cruza el río Dniéper cerca de la ciudad de Jersón, según ha informado la administración prorrusa de esta región. Se trata de la única vía para hacer llegar provisiones a las tropas rusas en Jersón, motivo por el cual se ha convertido en uno de los objetivos de Kiev para intentar recuperar esta región, ocupada desde principios de marzo. "El puente está prácticamente destruido. Si continúan los ataques, puede colapsar", ha avisado uno de los líderes prorrusos en Jersón, Kiril Stremousov.
La región de Jersón, en la costa del mar Negro, es clave por su proximidad con Crimea, y su control permitiría a Rusia un corredor terrestre entre esta península anexionada el 2014 con las regiones del Donbás. Desde que fue ocupada los primeros días de guerra, los ucranianos residentes en la ciudad salieron en varias ocasiones a la calle para denunciar la invasión rusa, a pesar de la fuerte presencia y represión militar. Las fuerzas rusas han recibido algunos contraataques ucranianos, pero de momento mantienen el control de la región. Ahora, el ejército de Kiev confía en la insuflación de armas occidentales para recuperar terreno perdido.