Las claves para entender el conflicto en el Donbás, punto caliente de la crisis en Ucrania
La zona prorrusa ve cómo se intensifican los ataques después de ocho años de una guerra de trincheras
BarcelonaLejos de la desescalada militar que los líderes políticos occidentales reclaman a Moscú, la crisis en Ucrania no hace más que intensificarse. A pesar de que Estados Unidos insiste que Rusia ya ha decidido invadir el país vecino y que los planes incluirían llegar hasta la capital, Kiev, la atención se centra más que nunca en la región del Donbás, en el este de Ucrania. Desde mediados de la semana pasada, han reavivado los ataques entre soldados ucranianos y rebeldes prorrusos, que hace ocho años que se enfrentan en una guerra de trincheras –supuestamente congelada– que ha dejado más de 14.000 muertos.
¿Cómo y cuándo empezó el conflicto?
Para entender la situación actual en Ucrania hay que retroceder hasta noviembre del 2013, cuando estalló la revuelta popular que acabó derrocando el gobierno prorruso presidido por Víktor Yanukóvich, conocida como Euromaidán. El punto de partida fue la suspensión del gobierno ucraniano de las negociaciones para un acuerdo de asociación con la Unión Europea, cosa que provocó manifestaciones multitudinarias, severamente reprimidas por la policía. Yanukóvich, sin embargo, acabó huyendo del país en febrero del 2014, y los líderes rebeldes consiguieron el control de las dependencias del gobierno. El Euromaidan tuvo lugar diez años después de la llamada Revolución Naranja, una revuelta prooccidental de características similares.
La respuesta de Rusia al Euromaidán fue la anexión unilateral de la península de Crimea (no reconocida por Ucrania ni por Occidente) y poco después estalló el conflicto entre el gobierno de Kíev y sectores prorrusos del Donbás, que crearon milicias, ocuparon edificios públicos y proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk. Desde entonces, estas milicias rebeldes controlan una parte de este territorio, con el apoyo no oficial de Rusia. La guerra civil quedó congelada con un alto el fuego en febrero del 2015, en el marco de los Acuerdos de Minsk, firmados entre Ucrania y Rusia, con la mediación de Francia y Alemania –el llamado Cuarteto de Normandia–. La tregua, sin embargo, se ha roto varias veces y el conflicto se ha convertido en una guerra de trincheras donde se calcula que han muerto más de 14.000 personas.
¿Dónde está el Donbás?
La región del Donbás está situada en el este de Ucrania, en la frontera con Rusia y con salida al Mar de Azov. Está formada por las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, de mayoría rusófona, y es el punto más caliente del conflicto. Es una zona bajo control político y militar ruso desde 2014, cuando se declaró independiente en respuesta al Euromaidán. Desde entonces, el Donbás ha quedado bajo el paraguas del Kremlin, que mantiene tropas regulares, además de armar y financiar a las milicias que se enfrentan al ejército ucraniano.
¿Qué ha pasado en los últimos días?
El ejército de Ucrania y los separatistas prorrusos se acusan mutuamente de intensificar el conflicto en el Donbás desde el pasado jueves. A pesar de que es habitual que haya escaramuzas o disparos de mortero puntuales, la tensión ha aumentado y lo que sí que se constata es una guerra abierta en el terreno de la dialéctica y la propaganda. Los dos bandos se han acusado de haber disparado contra una escuela infantil de la parte del Donbás bajo control ucraniano, en la localidad de Stanítsa Luganska. Kiev acusa a los milicianos de la autoproclamada república popular de Lugansk de haber atacado posiciones civiles, mientras que desde el lado rebelde han denunciado que Kíev ha protagonizado un ataque de falsa bandera contra sus propias posiciones. Según la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), solo el sábado hubo 2.000 violaciones del alto el fuego, según informa Reuters.
Todo ello, con la afirmación recurrente por parte de Putin que Ucrania prepara un "genocidio" en el Donbás y las imágenes durante el fin de semana de una "evacuación masiva" de mujeres, niños y gente mayor con autobuses hacia refugios en la región vecina de Rostov, al otro lado de la frontera, a pesar de que no hay ningún indicio que confirme que Ucrania esté preparando ninguna ofensiva en la región bajo control ruso.
Este lunes, la agencia de inteligencia rusa FSB ha informado que un proyectil lanzado desde la parte controlada por Ucrania en la frontera con el Donbás ha impactado en una garita de guardia fronteriza rusa, a 150 metros de distancia de la frontera, sin causar víctimas. Ucrania, sin embargo, lo niega y asegura que la información es "falsa". "Siempre ponemos énfasis en el hecho de que no disparamos a infraestructuras civiles, ni a territorios de Rostov", ha dicho el portavoz militar ucraniano, Pavlo Kovalchuk.