La salud mental, nueva prioridad de Macron

La pandemia ha disparado los problemas psicológicos y ha desbordado los servicios públicos de psiquiatría en Francia

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Emanuel Macron, presidente de Francia, en una imagen de archivo

ParísEl confinamiento y la drástica reducción de interacción social desde hace un año y medio, cuando irrumpió la pandemia, ha pasado factura en la salud mental de muchas personas en todo el mundo. En Francia, un 23% de los ciudadanos muestran signos de ansiedad, un 63% declara tener problemas para dormir y un 10% ha tenido ideas suicidas en los últimos meses, según datos de la última oleada de encuestas sobre la salud mental del gobierno francés. Todos ellos son porcentajes sensiblemente superiores a los niveles anteriores a marzo de 2020. “Una pandemia tiene consecuencias también en la salud mental. Es una cosa que nos ha explotado a la cara”, admitía esta semana el presidente de Francia, Emmanuel Macron. 

Primero fue el confinamiento y después, en invierno pasado, Francia impuso durante meses medidas muy restrictivas –mucho más que en la mayoría de países europeos– para hacer frente a nuevas oleadas de covid-19: todos los bares, restaurantes, la cultura y el ocio cerrados completamente y toque de queda a partir de las seis de la tarde. Si hasta ahora la salud mental no era una prioridad del ejecutivo de Macron, el coronavirus ha cambiado la situación y ha situado los problemas psicológicos de los franceses como una de las nuevas prioridades gubernamentales. A siete meses de las elecciones presidenciales, el presidente de la República ha anunciado esta semana un plan para mejorar la atención sanitaria en materia de salud mental: el estado pagará las visitas al psicólogo. 

Se trata de una medida universal y que solo tendrá como condición que el médico de familia derive al paciente al psicólogo. En Francia, el estado solo se hace cargo de una parte de la factura médica de los ciudadanos, pero en este caso asumirá la totalidad del coste, que se situará entre 30 y 40 euros la sesión. La medida entrará en vigor en 2022 y servirá para que ir al psicólogo sea más accesible y, sobre todo, para reducir las largas listas de espera del sistema público, que en muchas regiones del país llegan hasta los 18 meses. Según datos oficiales, las urgencias psiquiátricas se vieron desbordadas los primeros meses de pandemia con un aumento del 20% de afluencia. El coronavirus ha agravado una situación endémica: hace años que los servicios de salud mental en los hospitales están saturados y, además, faltan profesionales en el sector público. 

“La situación es dramática ahora mismo, faltan médicos y enfermeras. Algunos servicios de psiquiatría no consiguen funcionar correctamente y tenemos colas cada vez más largas para atender a los pacientes, ya sea de atención hospitalaria o ambulatoria”, asegura Eric Fakra, responsable de psiquiatría del Hospital Saint-Etienne, en una entrevista a Radio France. Fakra calcula que el número de plazas vacantes del sector es superior al 30% de media en Francia.

Implicación del sector privado

El plan de Macron implica movilizar al sector privado para aligerar la complicada situación de los servicios públicos. “Durante mucho tiempo, los recursos no han estado a la altura”, reconocía el martes el mandatario. El presidente de la República también ha prometido la creación de 800 puestos de trabajo en los servicios públicos de salud mental el año que viene y una revisión al alza de los salarios de los profesionales. El plan se completa con un teléfono de atención psicológica que ha entrado en funcionamiento este viernes y que está operativo las 24 horas del día para atender a personas que se sientan solas o tengan ideas suicidas. Las nuevas medidas se suman a un programa de ayudas económicas para la atención psicológica de niños y adolescentes que el gobierno francés ya puso en marcha a principios de año.

Las medidas anunciadas por el presidente han sido bien recibidas por la mayoría de pacientes y asociaciones, pero han recibido las críticas del Sindicato Nacional de Psicólogos (SNP), que considera insuficiente el reembolso de entre 30 y 40 euros. El precio de los psicólogos privados en Francia acostumbra a ser bastante más elevado y desde el sindicato han hecho un llamamiento a los profesionales a hacer boicot. De hecho, la medida anunciada prevé que los psicólogos intervengan de forma voluntaria. Los profesionales que no estén de acuerdo con el precio máximo que pueden poner para cada consulta no estarán obligados a atender a pacientes subvencionados por el estado.

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