La UE busca vías para desbloquear el trigo ucraniano

El presidente de la Unión Africana avisa a los Veintisiete de que la crisis alimentaria en el continente puede ser "catastrófica"

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Mario Draghi (Primer Ministro de Italia), Charles Michel (Presidente del Consejo  Europeo), Alexander de Croo (Primer Ministro de Bélgica), Ursula Von der Leyen (Presidenta de la Comisión  Europea)

BruselasLa invasión rusa de Ucrania no solo está provocando una crisis energética en muchos países europeos, sino que ya se está ramificando en forma de crisis alimentaria global. Rusia y Ucrania producen el 12% de las calorías cultivadas en el mundo, buena parte en forma de cereales como el trigo o la avena. El precio de estos productos se ha disparado a niveles récord y, además, las autoridades ucranianas denuncian que Rusia mantiene bloqueados 22 millones de toneladas de cereales en Odesa, una cantidad de alimentos indispensable para muchos países del África, por ejemplo, que teme un escenario "catastrófico" en palabras del presidente de la Unión Africana, Macky Sall, si no se consigue hacerlos llegar antes de que caduquen. Por eso, la Unión Europea trabaja para abrir corredores solidarios por la vía terrestre que permitan sacar este grano del país invadido por las tropas de Vladímir Putin.

Los veintisiete líderes europeos han abordado esta cuestión con Macky Sall en la segunda jornada de una cumbre extraordinaria celebrada en Bruselas en que se ha conseguido aprobar el sexto paquete de sanciones contra el Kremlin. Sall ha advertido los jefes de estado y de gobierno que la crisis alimentaria que podría afrontar el continente africano puede ser "catastrófica" y les ha pedido más inversiones para aumentar la producción agrícola, pero también trabajar de manera urgente para desbloquear el trigo ucraniano. Hasta ahora, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha puesto sobre la mesa la opción de crear un corredor por el mar Negro, una propuesta que, según el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, "sería la mejor opción", pero no está claro que funcione. Por eso, ha dicho, "estamos trabajando en corredores solidarios para facilitar rutas alternativas", a pesar de que sea "caro y difícil por razones logísticas obvias".

La UE tiene claro que hay que encontrar una solución, también porque una crisis alimentaria que agrave el hambre que ya existe en el continente africano puede derivar en una futura crisis migratoria que algunos líderes europeos ya temen. Según les ha transmitido el presidente de la Unión Africana, antes de la guerra ya había 282 millones de personas malnutridas en África, una cifra a la cual se tienen que añadir 46 millones de personas en riesgo de pasar hambre o sufrir desnutrición debido al coronavirus en el continente. Para buscar respuestas a escala global, Michel viajará pronto a Nueva York para reunirse con el secretario general de la ONU, António Guterres, y abordar la cuestión. Y, por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, viajará a Egipto, que es el importador más grande de trigo del mundo y un país especialmente preocupado por las consecuencias sociales que podría tener la escasez de este producto, después de que el encarecimiento de los alimentos fuera el detonante de la Primavera Árabe hace una década.

Además, Von der Leyen ha constatado que de entrada la crisis ha provocado un aumento considerable de las exportaciones europeas de productos agrícolas, pero ante la posibilidad de más escasez y aprendida la lección con las vacunas contra el coronavirus, ha pedido que ni los países europeos ni los socios internacionales restrinjan las exportaciones en un futuro. De momento, los líderes se han comprometido políticamente a trabajar para buscar vías alternativas tanto por tierra como por mar que resuelvan esta situación, pero también abren la puerta a explorar el uso de fondos europeos de desarrollo para mitigar el impacto de la crisis alimentaria en los países más afectados. Será la Comisión Europea quién tendrá que hacer una propuesta para ver hasta qué punto se pueden movilizar reservas de este fondo.

Los líderes europeos y el presidente de la Unión Africana también han insistido en mantener un discurso firme y unido ante Putin, que responsabiliza las sanciones europeas de la crisis de alimentos. "La culpa la tiene la invasión injusta y justificada de Ucrania", ha dicho Von der Leyen, que ha recordado que Putin no solo bloquea el puerto de Odesa, sino que ha bombardeado almacenes de grano y está malogrando las tierras que tendrían que servir para dar futuras cosechas. Ahora bien, sí que es cierto que, como ha dicho Macky Sall, la exclusión de buena parte de los bancos rusos del sistema internacional de transacciones Swift sí que puede provocar complicaciones para los pagos que efectúan algunos de estos países.

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