Putin y Xi Jinping cierran filas contra Trump y la OTAN
Los presidentes de Rusia y China se han reunido en Moscú para el 80 aniversario de la victoria en la Segunda Guerra Mundial
MoscúVladimir Putin y Xi Jinping cierran filas y plantan cara a Donald Trump en medio de la guerra comercial desatada por el presidente de Estados Unidos. Los líderes de Rusia y China se han encontrado en Moscú en una cumbre bilateral a la que el Kremlin ha querido dar la máxima solemnidad. El presidente chino es el invitado más especial que asiste a las celebraciones del 80 aniversario de la victoria del ejército rojo contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
Precisamente el triunfo sobre el nazismo les ha servido como metáfora para los retos actuales. El miércoles Xi Jinping publicó un artículo en Rossyskaya Gazeta, el diario del gobierno ruso, donde destacaba que ambos países habían derrotado "a las fuerzas fascistas arrogantes" y que "ochenta años después, el unilateralismo, la hegemonía y el acoso son extremadamente perjudiciales", en clara referencia a Estados Unidos. Antes de la reunión insistió en la idea y aseguró que China y Rusia "trabajarán conjuntamente para contrarrestarlos".
Putin ha añadido que ambos países están unidos contra el "neonazismo", en un intento de hacer partícipe al presidente chino del relato ruso que equipara a los ucranianos con los nazis. "Junto con nuestros amigos chinos, velamos firmemente por la verdad histórica, protegemos la memoria de los acontecimientos de los años de la guerra y contrarrestamos las manifestaciones modernas del neonazismo y el militarismo", afirmó el presidente ruso.
Esta mención al "militarismo" es una alusión indirecta a Japón, que ha condenado desde el principio la guerra de Ucrania. Xi Jinping lo remachó diciendo que "las autoridades japonesas deberían aprender de su historia y distanciarse del militarismo".
Ambos líderes han firmado también una declaración conjunta en la que denuncian la expansión de la OTAN, evitando igualmente hacer mención directa. "Uno de los principales riesgos estratégicos que hay que abordar urgentemente es la expansión altamente desestabilizadora de alianzas militares y coaliciones por parte de algunos estados nucleares hacia las fronteras de otros estados nucleares", se puede leer en el texto, que al mismo tiempo advierte sobre el envío de misiles a Ucrania y sobre el proyecto de escudo-.
Declaración contra los aranceles
En otro documento también critican el impacto negativo de los aranceles de Trump. "Las partes llaman la atención al creciente riesgo de fragmentación del comercio mundial, al aumento de medidas discriminatorias y barreras comerciales injustas", suscriben Xi Jinping y Putin. Según el líder del Kremlin, en medio de una "situación geopolítica difícil y de incertidumbre global", el vínculo entre Rusia y China es "el mayor factor estabilizador a nivel internacional". Así pues, la esperanza de algunos círculos estadounidenses de que el acercamiento entre Trump y Putin pudiera abrir una brecha entre Moscú y Pekín queda completamente desmenuzada.
Además, ambos presidentes han aprobado varios acuerdos bilaterales para "profundizar aún más en las relaciones de colaboración integral e interacción estratégica en la nueva era". China es el principal apoyo económico de Rusia desde el inicio de la invasión y por eso Putin considera que la alianza entre ambos países ha alcanzado "el mayor nivel de la historia".
Sobre la guerra de Ucrania, uno y otro se han mostrado convencidos de que para lograr una resolución "sostenible" del conflicto, es necesario "eliminar sus causas fundamentales", la expresión que utiliza el Kremlin para defender sus condiciones de máximos por la paz. De regreso, Xi ha aprovechado para subrayar el apoyo de Rusia a las reclamaciones de Pekín sobre Taiwán. "Rusia ha reiterado repetidamente que se adhiere al principio de una sola China", ha escrito el líder chino.
Zelenski respeta la tregua
Una de las principales preocupaciones de Putin ante la llegada de numerosos dirigentes mundiales a Moscú por el desfile militar del Día de la Victoria de este viernes, entre ellos Xi Jinping, era que Volodímir Zelenski aprovechara para atacar a la ciudad con drones. De ahí que el presidente ruso propusa una tregua unilateral de tres días coincidiendo con los actos del 9 de mayo. Inicialmente, el líder ucraniano le había rechazado y, de hecho, no ha llegado a acatar públicamente, pero la realidad es que la pasada noche ha sido la primera de la semana en la que Ucrania no ha lanzado drones contra territorio ruso.
Fuentes de las Fuerzas Armadas ucranianas aseguran al medio Suspilne que, aunque oficialmente Kiiv no se suma al alto el fuego, recibieron órdenes de sólo responder en caso de ataque ruso, al igual que durante la tregua de Pascua. Sin embargo, ambos bandos se acusaron ya de haber roto el alto el fuego reiteradamente. Por parte de Ucrania, el ministro de Asuntos Exteriores, Andrii Sibiha, ha notificado 734 violaciones del ejército ruso y ha calificado la iniciativa de "farsa", mientras que, por parte de Rusia, el ministerio de Defensa ha informado de 448 violaciones de las tropas ucranianas.