Diplomacia

Zelenski y el rol de China en Ucrania centran la atención en la cumbre de la ONU

El segundo debate de la Asamblea General desde la invasión rusa también está marcado por las ausencias

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El presidente ucraniano Volodymyr Zelenski ayuda a un soldado herido a levantarse mientras le da un premio durante su visita al Hospital Universitario de Staten Island, en Nueva York, donde los soldados ucranianos están siendo tratados por heridas de guerra

WashingtonPor primera vez desde que Rusia invadió Ucrania, el presidente Volodímir Zelenski intervendrá este martes de forma presencial en la Asamblea General de las Naciones Unidas. El mandatario busca renovar su apoyo internacional en un momento de cuestionamiento de la contraofensiva, que avanza a un ritmo más lento de lo esperado después de 19 meses de hostilidades.

Sin embargo, el gran encuentro anual de los líderes mundiales estará marcado, precisamente, por la ausencia de altos representantes de las grandes potencias: de los cinco líderes de los países pertenecientes al Consejo de Seguridad (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y el Reino Unido), sólo el estadounidense, Joe Biden, acudirá a la reunión. Las destacadas ausencias ejemplifican el momento de tensión y excepcionalidad que vive el mundo. Es el segundo año consecutivo que Vladímir Putin y Xi Jinping optan por no viajar a Nueva York, pero es más sorprendente la ausencia de Emmanuel Macron y Rishi Sunak, que han alegado problemas de agenda, o la del primer ministro indio, Narendra Modi.

La Casa Blanca considera clave el encuentro para que Biden exhiba el liderazgo de EE.UU. en el bando occidental, y ve con recelo la ausencia de los aliados. "Es importante que los países participen en este foro, que solo se celebra una vez al año", dijo en rueda de prensa Linda Thomas-Greenfield, embajadora de EEUU ante la ONU. Francia y Reino Unido están entre los cinco países que más han contribuido en la ayuda militar y humanitaria a Ucrania, una lista que lideran con contundencia los estadounidenses.

El encuentro "llega en un momento crítico, en el que Rusia busca desesperadamente la ayuda de países como Corea del Norte en su brutal guerra en Ucrania", decía Jake Sullivan, consejero de Seguridad Nacional del gobierno de Biden.

Pero, tras una ayuda que asciende a 75.000 millones de dólares en año y medio, el apoyo a Ucrania cada vez está más cuestionado, también, en el interior de EEUU. Precisamente, Zelenski viajará el jueves a Washington, donde se reunirá con Biden en la Casa Blanca, y después acudirá al Capitolio –como ya hizo hace nueve meses– para convencer a los legisladores de la necesidad de continuar con el apoyo militar.

La ONU pierde relevancia en la alta diplomacia

Washington quiere poner en valor la ONU como espacio esencial del "multilateralismo" para superar los conflictos. Pero la institución, más allá de la coordinación de ayuda humanitaria, no ha sido capaz hasta el momento de ofrecer una vía de salida a la guerra, ni a la reciente sucesión de golpes de estado en África, lo que debe debilidad su apoyo internacional. La presencia en el Consejo de Seguridad de naciones con intereses contrapuestos y poder de veto le ha inhabilitado en su objetivo fundacional: "El mantenimiento de la paz y la estabilidad".

Precisamente, después de participar en la Asamblea General, está previsto que Zelenski esté presente el miércoles en la sesión especial sobre la guerra de Ucrania en el Consejo de Seguridad. Allí, probablemente compartirá mesa con el ministro de exteriores ruso, Sergei Lavrov, y su homólogo estadounidense, Antony Blinken. Una presencia que ha sido criticada por la diplomacia rusa: "El papel del comediante en el escenario es familiar, pero es triste para nosotros, como estado fundador de la ONU, ver cómo la alta tribuna de esta organización es utilizada por nuestros colegas occidentales para la autopromoción, para la hipocresía", decía el representante ruso en el Consejo, Vasili Nebenzia.

Paralelamente, el ministro de Exteriores Chino, Wang Yi, viajó ayer a Moscú, donde tiene previsto reunirse con Lavrov. Y se espera que en los próximos meses Vladimir Putin viaje a China para reunirse con su homólogo, Xi Jinping. La calculada ambigüedad de China, que desde el inicio del conflicto ha evitado condenar la invasión rusa y se ha limitado a pedir respeto por "la integridad territorial de todos los países", inquieta a los aliados occidentales, que se preguntan qué rol puede tener el gigante asiático en el desarrollo de la guerra.

También al margen de Naciones Unidas, el Departamento de Estado estadounidense ha confirmado que Blinken se reunirá hoy en Nueva York con el vicepresidente chino, Han Zheng, que sustituye a Wang como representante del país asiático en el Consejo de Seguridad. El encuentro podría ser el paso previo a una reunión de alto nivel entre Biden y Xi, que podrían coincidir en San Francisco en noviembre, en el foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico.

El sur global gana protagonismo

A diferencia del año pasado, en la segunda Asamblea General desde el inicio de la guerra, Ucrania no domina la agenda de forma tan abrumadora. En esta ocasión, se reserva un papel preponderante en dos grandes temas que se interrelacionan: el cambio climático y las demandas del Sur Global.

El martes y el miércoles tendrán lugar dos cumbres paralelas al debate general: la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), donde los líderes revisarán la situación de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la agenda 2030; y la Cumbre sobre la Ambición Climática, donde los organizadores esperan propuestas para avanzar hacia una economía más verde.

"La humanidad se enfrenta a enormes desafíos, desde el empeoramiento de la emergencia climática a la escalada de los conflictos, la crisis mundial del coste de la vida, el aumento de las desigualdades y los dramáticos trastornos tecnológicos", ha resumido António Guterres, secretario general de la ONU. "La gente busca en sus líderes una salida a ese desastre".

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