10 series de capítulos cortos para aprovechar la hora de comer

BarcelonaA veces el éxito de una serie consiste en saber explicar una buena historia en los minutos exactos y evitando digresiones. En una época de vidas rápidas y tiempos de ocio limitado, las ficciones con capítulos cortos ayudan a desconectar un rato de la realidad sin alargar excesivamente la comida a mediodía y sin correr el riesgo nocturno de dormirse en el sofá. La fórmula no es nueva: desde The office y Friends hasta Plats bruts, son muchas las series con capítulos de menos de 30 minutos que han triunfado a lo largo de los años. Para renovar la hemeroteca, hemos elegido las 10 producciones recientes más interesantes que cumplen este requisito.

Miri Matteson (Daisy Haggard) tiene 40 años y acaba de salir de la prisión después de cumplir una condena de 18 años por un trágico hecho de la adolescencia. Esta dramedia británica acompaña a la protagonista en su aventura para recuperar una vida que quedó parada cuando entró en el centro penitenciario y explica cómo la reinserción es extremadamente complicada sin una red de apoyo. Miri se reencontrará con antiguas amigas, su primero novio y unos padres sexagenarios que le harán ver que el tiempo ha pasado y ha dejado marca. Back to life es una serie amable sobre las segundas oportunidades, las cosas buenas de la vida y la importancia de ser sincera con una misma para poder salir adelante.

Que una mujer joven y asiática llegue a encabezar el departamento de literatura inglesa de una universidad de prestigio parece un objetivo utópico, pero Netflix lo convierte en realidad. La actriz Sandra Oh se pone en la piel de Kim Ji-Yoon, profesora de letras y flamante nueva directora de la institución, justo después de asumir el cargo. A través de ella la serie retrata con humor las vicisitudes de dirigir un departamento centenario, lleno de catedráticos que no se quieren jubilar, de jóvenes profesores con inquietudes que no gustan y otros que han sido expulsados por conducta inadecuada en la era del movimiento Me Too. La directora es una radiografía precisa e irónica de la irrupción de movimientos feministas y antirracistas en las universidades, pero también es una serie sobre la conciliación familiar de una madre soltera y, sobre todo, de las dificultades para llegar donde se quiere.

La creadora y protagonista de Insecure, Issa Rae, se propuso idear una serie que plasmara "la vida normal" de un grupo de chicas jóvenes, afroamericanas y ciudadanas de Los Angeles. Y lo consiguió de sobra. Los personajes de esta serie tienen dudas amorosas y profesionales, cometen errores y toman decisiones de las que a veces se arrepienten. Rae refleja sus vidas desde la sencillez y la complicidad, y quizás es por eso que la serie ha sido alabada internacionalmente y ha obtenido cuatro nominaciones a los Premios Emmy. Insecure tiene cinco temporadas, la última de las cuales se acaba de estrenar y será la que pondrá el final definitivo en la serie. Como no podía ser de otra manera, aparecerán los personaje estrella de la serie, como Molly, la amiga de la protagonista, y Lawrence, su ex novio.

El gancho inicial de Generación 56K es el regreso a los 90, cuando los protagonistas eran dos niños enamorados a punto de dejar la niñez y entrar en la adolescencia. La serie se sirve de la nostalgia para recordar la época de vídeos piratas y bicicletas por el pueblo de Daniel y Matilda, los protagonistas de la historia. Pero muy pronto la ficción italiana se convierte en una comedia romántica con todas las de la ley. Ya en la treintena, los jóvenes se reencuentran gracias a Tinder, pero él no la reconoce a ella y Matilda –que tiene pareja– decide guardar el secreto. A lo largo de ocho episodios, Generación 56K despliega una historia de amor millennial sin olvidar la precariedad y la incertidumbre profesional que acompaña a esta generación.

Es la feel-good comedy por excelencia de los últimos tiempos. La historia de este entrenador norteamericano cargado de un optimismo infinito ha triunfado en Europa y en los Estados Unidos, hasta el punto de que en la última edición de los Emmy ganó el premio a mejor comedia. Con dos temporadas ya emitidas y una tercera confirmada, Ted Lasso relata el reto aparentemente imposible de remontar un equipo de fútbol de la liga inglesa de la mano de un entrenador amateur. El desinterés por ganar, la creencia ciega en la bondad de las personas y un punto de inocencia desmesurado hacen de este personaje uno de los más queridos de la programación televisiva actual. Pero más allá del protagonista, la serie también tiene personajes memorables como la propietaria del club de fútbol, Rebecca Welton, y los futbolistas Jamie Tartt y Roy Kent. A través de ellos, Ted Lasso humaniza a los deportistas y pone encima de la mesa problemas habituales en su día a día, como el impacto de las lesiones, la gestión del ego y el paso del tiempo.

Hacía una década que Steve Martin no firmaba guiones de películas ni series, así que su regreso a la televisión generaba curiosidad pero también algunas reticencias. Con Solo asesinatos en el edificio las ha hecho desaparecer de un plumazo. En la serie, Martin hace equipo con los actores Selena Gómez y Martin Short para desarrollar una historia divertida y tierna sobre tres vecinos que viven en un espectacular complejo en el Upper West Side de Nueva York y que se convierten, de repente, en detectives. La pasión por el true crime los une en una investigación llena de humor, misterios y los cameos sorpresa de grandes nombres de la interpretación norteamericana. Aparece, por ejemplo, Tina Fey como autora de un podcast de moda. Pero la ficción va más allá de la intriga de un asesinato y aprovecha la historia para profundizar en las vidas de tres personajes perdidos y marcados por las experiencias pasadas.

Es una de las series noruegas más vistas de los últimos años. Creada y protagonizada por Henriette Steenstrup, Perni retrata la lucha diaria de Pernille, una madre soltera de dos adolescentes que siempre pone por delante la felicidad de los otros. El panorama que se le presenta es complejo: además de los hijos, Perni se tiene que hacer cargo de su sobrino después de la muerte de su hermana, y también tiene que cuidar a su padre, que acaba de salir del armario. Divertida y conmovedora, la serie muestra las dificultades de la protagonista para compaginar su trabajo –es trabajadora de los servicios sociales– con la familia y, a la vez, para dedicar un poco de tiempo a su vida amorosa. Perni está considerada la versión nórdica de Better things, la serie de Pamela Adlon sobre una madre soltera y sus tres hijas adolescentes.

Starstruck se estrenó a principios de noviembre y ya se ha convertido en un pequeño fenómeno, sobre todo entre el público millennial. Esta comedia de seis episodios relata los tira y afloja románticos entre Jessie y Tom, dos jóvenes que se lían una noche de borrachera y que se acaban enamorando. Ella es una neozelandesa precaria que comparte piso con su mejor amiga y no tiene muy claro hacia dónde quiere encarrilar su vida, mientras que él es un actor de Hollywood con una carrera que se empieza a elevar. Cada capítulo, de unos 20 minutos, narra los pasos que dan el uno y el otro para acercarse y las consiguientes dudas e inseguridades. La serie está escrita por Alice Snedden y Rose Matafeo (que también interpreta a Jessie), que con una mirada divertida y desacomplejada abordan cuestiones como las dificultades para encontrar un trabajo estable, los obstáculos a la hora de irse a vivir afuera y la amistad.

El planteamiento de Made for love es poco habitual, porque la serie fusiona dos géneros que habitualmente conviven por separado: la comedia y la ciencia-ficción. A lo largo de ocho episodios, la ficción relata la historia de Hazel Green (Cristin Milioti), una chica a la que su pareja ha implantado un chip que le permite acceder a todos sus pensamientos y deseos. Un día la chica decide huir de su marido, que es un hombre irritante y controlador con graves problemas para relacionarse. Made for love imagina una realidad futurista y juega con las posibilidades de la tecnología (uno de los personajes secundarios es una muñeca hinchable), pero a la vez plantea las preguntas importantes sobre la relación entre la privacidad y los adelantos de la época moderna.

¿Cuánto de tiempo hace falta para explicar una ruptura amorosa? A la creadora de El tiempo que te doy, Nadia de Santiago, que también es la protagonista, le basta con 10 capítulos de 11 minutos cada uno. Este melodrama gira alrededor de Lina y Nico (Álvaro Cervantes), una pareja que ha roto después de nueve años juntos. Cada episodio dedica una parte a su pasado –que, a medida que avanza la serie, va perdiendo fuerza– y una al presente, que va ganando protagonismo cuando los dos personajes van pasando página a la relación. El tiempo que te doy se centra sobre todo en la historia de Lina y en su proceso para despedirse de la relación y de Nico. Se trata de una producción minimalista, que pone el foco en los pequeños detalles para realzar momentos bonitos de una pareja pero a la vez para retratar con crudeza el luto que implica aceptar la muerte de una historia de amor.