A Alvise se le empieza a terminar la fiesta

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“¿Quién de ustedes no ha hecho concesiones, pequeños sacrificios de moral, para llegar dónde está?” Esto es lo que decía Luis Pérez –alias Alvise– en su vídeo, por haber cogido 100.000 euros del ala en un maletín y no declararlos. ¿De dónde cree que sale su sueldo de eurodiputado, si no es de los impuestos? Todo apunta a que, haciendo honor al nombre de su partido, a Alvise se le acaba la fiesta. Este viernes era portada del diario Abc, nada menos. Es interesante que lo arrojen a los pies de los caballos, porque con otros esperpentes del españolismo fascistoide el diario de Vocento se ha mostrado mucho más comprensivo. Por supuesto, se trata de no disgregar la opción legítima de la ultraderecha, que es Vox. Alvise, al fin y al cabo, se llevó un puñado de votos nada despreciable con su campaña de consistencia intelectual delgada y grasa como un tranchette que, en el diseño mediático imperante, habrían tenido que ir a Vox. Ahora, el rotativo asegura que existe un “motín” en su canal de Telegram, donde suma más de 700.000 seguidores, porque muchos han bajado del burro y se han dado cuenta de que no deja de ser un aprovechado más de la política. Es la clásica pieza que, eligiendo otras respuestas de usuarios, podrías titular que sale reforzado y con gran soporte.

Comparecencia de Luis 'Alvise' Pérez en una imagen de archivo.

El personaje es nefasto y su movimiento genera repugnancia. Pero uno casi está tentado de abrazarlo al ver cómo determinados medios le han convertido en un papu: avanzar a la ultraderecha por la ultraderecha genera situaciones extrañas como ésta y, además, sirve de caricatura grotesca de la manera de hacer que éstos rotativos han blanqueado, primero, e impulsado, después. Se le castiga no por lo que representa –otros lo encarnan con huracanados aplausos de orejas– sino por parvenu. Y por ese puñadito de diputados que, en un momento dado, pueden decantar una investidura.

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