Las comillas cobardes con Israel

Existe una especie protegida, en el ecosistema mediático, que me tiene fascinado. Son las que llamo comillas cobardes: las que acolchan un término que el medio en cuestión no quiere hacer suyo y, por tanto, otorga la responsabilidad del uso de esas palabras a una tercera parte. El problema es que, en ocasiones, cuesta distinguir si el uso obedece a la necesidad razonable de indicar que aquello ha sido dicho por alguien o si, simplemente, se quiere marcar distancia con el marco mental tras ese concepto. Pensaba revisando la prensa de este miércoles, ante el titular de portada deAbc: "La UE endurece la posición con Israel por la situación «inhumana» en Gaza". O este subtítulo de La Vanguardia: "Una mayoría de países empujan a la UE a revisar el acuerdo comercial con Tel-Aviv ante la «catástrofe» en Palestina". Si tengo el día optimista, pienso que se trata sólo de consignar las palabras con las que las instituciones europeas se refieren al drama palestino. Pero si tengo el día pesimista, temo entonces que sencillamente evitan asumir que en la Franja se está perpetrando una catástrofe inhumana, por no alienar a parte de su lectorado. Hay titulares, en cambio, que sí se mojan: "Europa empieza a castigar a Israel por la matanza y el hambre en Gaza" (El País) o "La UE revisará el acuerdo con Israel por el horror de Gaza" (ARA).

Y después, claro está también los que miran completamente al otro lado y no hacen referencia al drama humanitario que se está viviendo. Cuando La Razón titula en primera página "La UE abre la puerta a revisar la relación actual con Israel" no sólo minimiza el asunto –comparémoslo con el "empieza a castigar" deEl País o la "amonesta" deEl Periódico– sino que, sobre todo, evita hablar de las acciones que tantas voces y organismos consideran genocidas. Y que son las que, de hecho, han motivado esa reacción de la UE.