Otros dos cromos para el álbum de ultras

19/05/2025
Jefe de Media
2 min

Hacer de la tara virtud es una estrategia más vieja que el de ir a pie y ya la conocía Manuel Fraga Iribarne cuando, en 1960, se empescó aquel eslogan publicitario genial y terrible al mismo tiempo: "Spain is different". Orgullo del aislacionismo y la autarquía; muy hábil. Pensaba leyendo la portada deEl Mundo de este lunes y ese hermoso dúo de titulares de portada que nos regalaba, sobre Portugal y Rumanía: "La coalición conservadora gana, pero se dispara el extremista Chega" y "El candidato europeísta Dan frena el auge del ultra George Simion". Palabras clave: extremista y ultra. En este tablero de juego global que mueve cada día más al pesimismo, ya tenemos otros dos países donde la intolerancia institucionalizada y el discurso del odio ganan posiciones. Pero los medios dominantes en España siguen resistiéndose a admitir que también en su territorio proliferan opciones extremistas y ultras. Lo saben perfectamente, pero saben que es tabú escribirlo, ya que esto irritaría una parte nada despreciable de sus lectores.

Manuel Fraga Iribarne, en el centro.

Y, así, en el álbum de cromos de los grandes involucionistas del siglo XXI, el recuadro correspondiente a España sigue sin estampeta y cuando se habla de Vox, en la caverna se buscan maneras de identificarlo sin utilizar las palabras tabú. La táctica más habitual es calificar al PP de centroderecha, para intentar hacer creer entonces que los de Abascal son sólo de pie, a secas. Sería de una miopía propia de Rompetechos si no fuera que se trata de cinismo bien consciente: si algo ha logrado Vox es precisamente arrastrar al PP hacia una derecha que ya pisa, aunque sea con incomodidad, los terrenos pantanosos de los ultras. Spain será tan differente como quieran creer, pero no escapa a tener ultraderecha y lo único singular es que determinada prensa lo niegue.

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