‘Fat suits’, o cuando las series prefieren una prótesis a una actriz gorda
El estreno de 'American crime story: Impeachment' ha reabierto el debate sobre el efecto que tiene el uso de estos elementos de caracterización
BarcelonaEn las primeras imágenes que se distribuyeron de American crime story: Impeachment era casi imposible reconocer a Sarah Paulson, la actriz que interpreta a Linda Tripp, la antigua secretaria de la Casa Blanca que grabó las conversaciones con Monica Lewinsky en las que la exbecaria confesaba haber mantenido una relación con Bill Clinton. Si es difícil de identificar a Paulson en la miniserie, que se estrena este jueves en La Sexta, es porque la actriz va cubierta por unas cuantas prótesis, entre las cuales una que la hace parecer más gorda, una pieza de caracterización que en inglés se conoce como fat suit. La decisión de utilizar este elemento de maquillaje en vez de fichar a una actriz que respondiera al físico de Tripp ha reabierto el debate sobre la falta de oportunidades para las intérpretes que no responden a los cánones estéticos imperantes.
El fichaje de Paulson generó polémica en las redes sociales, que consideraban que la producción había sucumbido a las presiones estéticas de Hollywood. Lejos de rehuir el debate, la actriz se ha referido a ello explícitamente durante la promoción de la serie. "Para mí es muy difícil hablar de este tema sin sentir que doy excusas. Hay mucha controversia alrededor de los actores y los fat suits, y creo que la controversia es legítima. Creo que la gordofobia es real y que pretender que no es así solo produce más dolor. Es una conversación muy importante que tenemos que tener", ha asegurado Paulson a Los Angeles Times.
La actriz, que ganó un Emmy por su participación en American crime story: el pueblo contra O.J. Simpson, también ha remarcado que fijarse solo en lo que un actor o una actriz puede aportar físicamente a un personaje es una visión "reduccionista" del trabajo de un intérprete. "Me gustaría pensar que hay algo en mí que me hacía la persona indicada para el papel", explica la actriz, que también se pregunta si tendría que haber rechazado un papel que le interesaba solo por no responder al físico del personaje. Además de usar la prótesis, Paulson engordó 13 kilos.
La gordofobia de 'Friends'
La actriz y activista Abby Rose Morris, que presenta el podcast More than Tracy Turnbald, un espacio dedicado a la diversidad de cuerpos en el mundo del entretenimiento, asegura que el uso de fat suits envía el mensaje de que un intérprete gordo no merece tiempo en pantalla, incluso cuando el personaje no es delgado. "Un fat suit no solo hace daño a un actor o una actriz gordos, sino que también perpetúa los estereotipos sobre la gente gorda porque sus cuerpos son vistos como un disfraz que se puede quitar y poner". La activista señala que no todas las decisiones que ha tomado American crime story: Impeachment sobre diversidad han sido incorrectas: para interpretar a Monica Lewinsky, la producción eligió a Beanie Feldstein, una actriz que, según los cánones de belleza de Hollywood, está gorda.
La opinión de Morris sobre el efecto nocivo de los fat suits es compartida por Virgie Tovar, autora del libro Tienes derecho a permanecer gorda (Melusina). Para la activista, este tipo de prótesis hacen que los espectadores puedan simpatizar con personajes gordos sin tener que sentirse próximos a una persona gorda en la vida real. "Los espectadores saben que bajo el vestido hay una persona delgada a la que pueden idolatrar sin violar las reglas culturales que nos obligan a odiar a los gordos", considera.
El uso de las prótesis para engordar a un actor es habitual en la ficción. January Jones llevó una en la quinta temporada de Mad men, cuando su personaje, Betty Draper, engordaba debido a un problema de tiroides (una trama que permitió esconder el embarazo de la actriz), y Russell Crowe también utilizó una para transformarse en Roger Ailes en The loudest voice. Uno de los casos más sonados –y polémicos– fue el de Friends: muchos de los chistes de la comedia hacían referencia al sobrepeso que Monica tenía en la infancia y la adolescencia, así que cuando la serie hacía flashbacks para recordar el pasado de los personajes, Courteney Cox llevaba un fat suit. Más allá del uso de la prótesis, la serie caía de manera recurrente en la gordofobia porque dejaba muy claro que la versión buena de Monica era la delgada. Años después, New Girl, una comedia sobre un grupo de amigos que comparten piso en Los Angeles, también utilizó una prótesis para caracterizar a uno de los personajes principales, Schmidt, durante sus años en la universidad.
A pesar de las críticas que ha recibido American crime story: Impeachment, el uso de los fat suits sigue vigente en la industria. El último ejemplo es la serie The thing about Pam, para la cual Réene Zellweger llevará un vestido que la hará parecer gorda –en las películas de Bridget Jones optó por ganar peso–, una decisión que ya ha sido criticada por algunas activistas. Jess Megan, creadora de contenidos sobre diversidad y modelo curvy, aseguraba que se trata de "un triste mensaje que dice a las actrices gordas con talento que, a pesar de que tengan la experiencia de vivir en un cuerpo como este, una actriz delgada hará mejor el papel que ellas".