El ganador de Eurovisión pide perdón por haber pedido la expulsión de Israel
El cantante austríaco JJ se suma a las críticas de otras delegaciones europeas y cuestiona el papel de Israel en un certamen cada vez más politizado
BarcelonaTras haber levantado el tono para pedir la expulsión de Israel de Eurovisión, el ganador de este año, el austríaco JJ, se ha desdicho de su opinión. A raíz de las críticas que ha recibido en su país y las acusaciones de antisemita, el contratenor ha retrocedido. "Lamento que mis palabras hayan sido malinterpretadas. Si bien critico al gobierno israelí, condeno cualquier forma de violencia contra civiles en cualquier parte del mundo, sea contra israelíes o palestinos", ha dicho en una entrevista. Además, ha añadido que a partir de ahora no volverá a hacer ningún comentario sobre la guerra de Gaza o de tipo político.
Hace pocos días, JJ aprovechó el altavoz de su victoria para reclamar cambios en el concurso: la exclusión de Israel en la próxima edición de Eurovisión y mayor transparencia en el sistema de votación. "[Eurovisión] Tiene que hacer cambios en cuanto al sistema de votación y quién participa en el festival", dijo el cantante en el diario El País pocas horas después de ganar en Basilea. Su declaración es una más entre las voces críticas que dudan sobre la idoneidad de la presencia de Israel y el papel del voto popular. Este año, Yuval Raphael, la representante israelí, pasó de la posición 15 que le había dado el jurado europeo a la segunda posición del ranking final gracias al televoto, que le concedió la máxima puntuación, 297 puntos. Fue la artista más votada de doce países, entre ellos España. JJ ganó en el último momento, con un total de 436 puntos, aunque 258 les había dado el jurado.
El ganador de este año también ha pedido "más transparencia en el tema del televoto" y se ha sumado así a un sector europeo que desconfía del proceso de votación en Eurovisión. La delegación española ha pedido una auditoría para esclarecer los resultados, pero no es la única que ha criticado al sistema. RTE, la cadena pública de Irlanda, ha pedido un desglose de la votación; Países Bajos, Bélgica y Finlandia han pedido revisar las reglas de la votación, e Islandia, Eslovenia y Noruega han solicitado información sobre el televoto. La cadena pública belga VRT ha llegado a amenazar con retirarse del concurso si no se garantiza claridad en el proceso.
El artista austríaco, que se define como defensor de los derechos de la comunidad queer, lamentó en la entrevista que se permita la presencia de Israel en el festival. "Es muy decepcionante ver que Israel sigue participando en el concurso. Me gustaría que el próximo año Eurovisión se celebrase en Viena y sin Israel. Pero quien tiene la sartén por el mango es la Unión Europea de Radiodifusión (UER). Nosotros, los artistas, solo podemos alzar la voz sobre el asunto".
Eurovisión, a pesar de ser un certamen que se define como apolítico, se ha visto envuelto cada vez más en debates sobre justicia internacional. Activistas propalestinos organizaron protestas visibles durante la celebración del evento en Basilea, en rechazo a la participación israelí mientras continúa el conflicto armado en Gaza. El presidente español, Pedro Sánchez, también criticó la situación de "doble moral". "Lo que no podemos permitir son dobles estándares, tampoco en la cultura", dijo el pasado lunes en la Moncloa. Pese a las críticas, el papel de Israel dentro de Eurovisión va más allá de su condición de participante porque forma parte de la estructura económica del certamen. El principal patrocinador del festival es Moroccanoil, una empresa de cosméticos israelí, lo que hace muy poco improbable la salida del país del concurso.
Las declaraciones del artista ya han generado reacciones en Austria. La emisora pública austracista ORF ha querido subrayar que representan una "opinión personal". JJ, por su parte, ha dicho que le sabe mal si sus palabras han sido mal interpretadas, pero no se ha retractado.