Dígitos y Andróminas

¿Harto de las 'big tech' rendidas a Trump? Éstas son las alternativas europeas

Cambiar de ecosistema no es fácil, pero supone una mejora en privacidad y soberanía de datos

El directorio 'Eropean alternativas'
14/03/2025
5 min
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BarcelonaEn un contexto de creciente tensión geopolítica global y con la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca, cada vez más ciudadanos y empresas europeas se plantean seriamente reducir la dependencia de las grandes tecnológicas estadounidenses. Este movimiento no es nuevo, pero ha experimentado un impulso significativo en los últimos meses, como demuestra el aumento exponencial de visitas al directorio European Alternatives, que se han multiplicado por ocho después de la toma de posesión de Trump en enero de 2025.

La preocupación no es infundada. La administración Trump ya ha empezado a desmontar el marco de protección de datos UE-EE.UU. (DPF), un mecanismo legal establecido en 2023 para permitir transferencias transatlánticas de datos garantizando la protección adecuada de los ciudadanos europeos. Trump ha firmado una orden ejecutiva que revisa y potencialmente revoca la orden ejecutiva 14086 firmada por el presidente Biden, que constituía la base legal del DPF e imponía salvaguardias que limitaban el acceso de las agencias de inteligencia estadounidenses a los datos europeos.

Esta situación deja a las organizaciones europeas que transfieren datos a proveedores de nube estadounidenses en un vacío legal, porque la base fundamental para considerar EEUU un destino adecuado para datos personales de la UE ya no existe. Anteriormente, el Tribunal de Justicia de la UE ya había invalidado dos acuerdos de transferencia de datos por carencia de protecciones contra la vigilancia estadounidense.

Aunque la UE ha establecido límites a las grandes tecnológicas a través de regulaciones como la ley de mercados digitales y la ley de servicios digitales, que definen obligaciones para plataformas "guardianes de acceso" como Alphabet, Amazon, Apple, Meta y Microsoft, la realidad es que los ciudadanos europeos siguen utilizando masivamente estos servicios. En tan sólo cinco minutos de navegación habitual, un usuario europeo típico puede utilizar hasta ocho de estas once aplicaciones dominantes.

La protección europea versus el turbocapitalismo estadounidense

Utilizar servicios digitales basados ​​en Europa no impide que las autoridades puedan intervenir cuando existen requerimientos legales. Un ejemplo notable fue el caso de ProtonMail, que proporcionó a la policía española la dirección de correo electrónico de recuperación asociada a la cuenta de un individuo vinculado al movimiento Tsunami Democrático. ProtonMail atendió a esta solicitud obligado por la ley suiza, que exige cooperación con demandas legales internacionales formalizadas adecuadamente.

Sin embargo, la diferencia fundamental se basa en que estas intervenciones se rigen por los valores y marcos legales europeos, que ponen la protección del usuario en el centro, en contraste con el modelo de negocio de las grandes tecnológicas estadounidenses, basado en capturar atención y monetizar datos. No olvidemos que el 80% de los ingresos de Google provienen de la publicidad, para Twitter (ahora X) esta cifra es del 90% y para Meta supera el 98%. En lugar de las Big Tech podríamos llamarlas Big Ads.

Esta diferencia de enfoque queda reflejada en la Declaración Europea de Derechos y Principios Digitales de 2022, que establece seis principios clave: la tecnología debe empoderar al usuario; todo el mundo debe tener acceso; debe poder elegirse libremente; debe poder expresarse libremente; el entorno online debe ser seguro, y la tecnología debe ser sostenible.

Recuperando la soberanía desde el dispositivo: 'smartphones' europeos

La dependencia de las Big Tech comienza con el mismo dispositivo móvil. Europa ofrece alternativas:

  • Murena (Francia): Teléfonos con sistema operativo /e/OS preinstalado, una versión "desgooglizada" de Android que elimina los componentes que envían datos a Google.
  • Fairphone (Países Bajos): Teléfonos de diseño modular y ético que facilitan la reparación, con instrucciones detalladas para instalar /e/OS.

Alternativas europeas a los servicios más populares

Asistentes de IA

  • Le Chat (Francia): Desarrollado por Mistral AI, ofrece funciones como seguimiento de proyectos y resumen de documentos. Permite dialogar en varios idiomas europeos, incluido el catalán.

Correo electrónico

  • ProtonMail (Suiza): Desarrollado por científicos del CERN, ofrece encriptación de extremo a extremo y modalidades gratuitas y de pago.
  • Tutanota (Alemania): Proveedor de correo encriptado de código abierto que cifra por defecto correos, calendario y contactos.
  • Mailbox.org (Alemania): Ofrece correo, calendario y videollamadas desde centros de datos que funcionan con energía verde.

Redes sociales

  • Mastodon (Alemania): Plataforma de microblogs descentralizada sin algoritmos manipulativos ni rastreo del usuario.
  • PixelFed (Canadá): Red descentralizada de publicación de fotos similar a Instagram.
  • BeReal (Francia): Red centrada en compartir imágenes espontáneas, notificando a los usuarios en momentos aleatorios.

Navegadores web

  • Vivaldi (Noruega/Islandia): Navegador centrado en la privacidad y extremadamente personalizable.
  • LibreWolf (proyecto comunitario europeo): Variante de Firefox orientada a la privacidad, sin telemetría.
  • Mullvad Browser (Suecia): Desarrollado en cooperación con el Projecte Tor.

Ofimática

  • LibreOffice (Alemania): Paquete ofimático completo de código abierto que funciona en modo local, ofreciendo procesador de texto, hoja de cálculo, presentaciones y base de datos con formato Open Document.

Buscadores web

  • Qwant (Francia): Buscador centrado en la privacidad, sin rastreo de la actividad del usuario.
  • Ecosia (Alemania): Buscador "verde" que destina ingresos a plantar árboles. Por cada 50 búsquedas plantan un árbol.
  • Mojeek (Reino Unido): Buscador independiente que no rastrea actividades de los usuarios.

Gestores de contraseñas

  • 1Password (Canadá): Gestor con cifrado de conocimiento cero y "Modo Viaje" para seguridad fronteriza.
  • ProtonPass (Suiza): Gestor con cifrado de extremo a extremo e integración con ProtonMail.
  • KeePassXC (Alemania): Completamente offline, de código abierto y sin costes de suscripción.

Traducción

  • DeepL (Alemania): Traductor online con capacidades notables y una lista de idiomas que va creciendo.

Mapas y navegación

  • HERE WeGo (Países Bajos): Aplicación gratuita que ofrece navegación peatonal, coches y transporte público.

Almacenamiento en la nube

  • Nextcloud (Alemania): Plataforma de nube privada de código abierto que se puede instalar en un servidor propio.
  • Cozy Cloud (Francia): Plataforma de nube personal con gestión de archivos y contraseñas.

Un catálogo para la soberanía digital

Constantin Graf, desarrollador de software con sede en Viena, creó en 2021 el sitio web European Alternatives for Digital Products, un catálogo que ahora contiene más de 300 aplicaciones europeas. La plataforma verifica que las empresas tengan su sede en la UE, EEE, EFTA, Ucrania, Georgia o Moldavia.

Graf explica que su motivación surgió de la dificultad de encontrar alternativas europeas. "Desde el escándalo de la NSA, siempre miraba si había algo comparable procedente de Europa", comenta. "Después de la GDPR, también comprobé profesionalmente si tenía sentido utilizar herramientas europeas para nuevos proyectos".

Las visitas al sitio web aumentaron significativamente después de la investidura de Trump. El creador del catálogo cree que entre los visitantes existen muchas empresas, porque las páginas orientadas a servicios empresariales han experimentado aumentos notables de tráfico, lo que indica que la preocupación por la soberanía digital no es sólo individual, sino también corporativa.

El reto del cambio: un camino a recorrer

Pese a las ventajas de migrar a plataformas europeas en términos de privacidad y soberanía de datos, cambiar de ecosistema digital no es fácil. La mayoría de los usuarios están profundamente integrados en los ecosistemas de Google, Apple y Microsoft, con años de datos y configuraciones personalizadas. Además, a pesar de que las alternativas europeas son sólidas, algunas no ofrecen aún todas las funcionalidades de sus homólogos estadounidenses, sobre todo en soluciones empresariales integrales.

Sin embargo, el cambio gradual es posible para cualquier ciudadano europeo. Puede empezar instalando Ecosia en el navegador, abrir una cuenta en Mastodon y planificar la transición de Gmail hacia Proton. Incluso sin abandonar completamente redes como Instagram, puede experimentarse con alternativas como PixelFed. A medida que las tensiones geopolíticas continúan y la conciencia sobre la soberanía digital crece, es probable que más ciudadanos europeos sigan este camino y construyan paso a paso un ecosistema digital más alineado con las regulaciones y valores europeos.

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