Directora de Radio Primavera Sound

Marta Salicrú: "Hay hombres que se aferran a la idea de que todos los discursos los tienen que interpelar"

Marta Salicru, directora de Radio Primavera Sound, fotografiada al estudio de la emisora
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Con solo tres años de existencia, Radio Primavera Sound, la emisora online del festival de música, se ha convertido en un medio de referencia para un público joven que busca contenidos sociales y culturales que respondan a su realidad y sus valores. Una de las artífices del éxito de podcasts como Deforme Semanal Ideal total, que acaba de ganar el premio Ondas al mejor contenido digital y que tiene una media de 400.000 escuchas al mes, y de Oye Polo (50.000 escuchas al mes), es la periodista Marta Salicrú, directora de la emisora desde 2019.

¿Con qué vocación nació Radio Primavera Sound?

— Buena pregunta, es la misma que me hice yo cuando asumí la dirección en marzo de 2019, cuando ya hacía unos meses que el proyecto caminaba. En esos momentos tampoco había una idea clarísima. Había un deseo por parte de la dirección del festival de recuperar la radio como el medio que los había convertido en melómanos y había cierta decepción con el tipo de radio musical que se estaba haciendo desde las grandes emisoras. El proyecto de la radio se ha encontrado a sí mismo por ensayo y error.

De hecho, os habéis convertido en un referente de los oyentes jóvenes.

— Hay una traslación clara entre la demografía de las personas que nos escuchan y la gente que hay detrás del micrófono. Como tenemos muchas comunicadoras, tenemos muchas oyentes. Como tenemos mucha gente detrás del micrófono mucho más joven de lo que suele ser habitual en los medios de comunicación, tenemos un público mucho más joven. Una cosa que tenía clarísima, aunque no era muy consciente de ello, era que el liderazgo del proyecto tenía que ser muy horizontal, y como las decisiones las hemos tomado en equipo, y es un equipo joven, nos hemos podido acercar a un público joven.

La línea editorial del medio es muy clara y está muy definida, con proyectos feministas y LGTBIQ. ¿Hasta qué punto este aspecto ha sido responsabilidad tuya?

— Yo lo veo como un trabajo de equipo, a pesar de que cuando yo me incorporé la música tenía mucho más peso. En la medida en qué fuimos viendo que no conseguíamos llegar al público, fuimos prescindiendo de los proyectos musicales para tener espacio, tiempo y presupuesto para poder hacer otros programas. Tenemos una política de ojos abiertos, de ver qué está pasando, quién está haciendo cosas interesantes y a quién se le puede proponer que haga estas cosas interesantes. Intentamos tener diversidad, a pesar de que la línea editorial siempre es la misma.

Esta línea editorial, ¿cómo ha sido recibida por el sector?

— En general, los comentarios son positivos. Existe la percepción deque estamos haciendo un buen trabajo dando voz a personas que tenían muchas cosas que decir y que no estaban encontrando la plataforma adecuada para hacerlo, porque o no tenían espacio o tenían un espacio muy secundario. Muchas veces las críticas no me las hacen porque, al menos, hay cierta percepción de que si te parece mal que haya mujeres o personas no binarias en los micrófonos esto va contra el espíritu del tiempo. Siempre hay excepciones, y hay hombres que siguen aferrándose a la idea de que, hasta no hace mucho, todos los discursos los interpelaban. No pasa nada por que un discurso no te interpele, tienes muchos otros que sí lo hacen. No te tiene que ofender que un discurso en particular no te hable a ti. Hace poco una persona me dijo que ya basta, que qué obsesión teníamos con que ahora todos los contenidos fueran feministas y que qué pasaba con las personas normales. Y esto me lo decía a mí, que soy mujer y me considero una persona normal. Pues, simplemente, estas personas que vayan a buscar discursos en otro lado, que encontrarán muchísimos.

¿Por qué cuesta tanto encontrar a mujeres comunicadoras en los medios convencionales?

— Venimos de una serie de tópicos perpetrados por el patriarcado y por comunicadores hombres, sean del ámbito que sean, como por ejemplo que las mujeres son veneno para la taquilla o que no tienen gracia. Quien tomaba decisiones en los medios, o compartía estos tópicos o se los había tragado. Con la ampliación de la oferta que han supuesto los podcasts, te encuentras con que cuando las comunicadoras tienen espacio sí llegan a muchísima audiencia, que muchas veces son mujeres pero que, a veces, también son hombres que no comulgan con este discurso tan clásico. Ahora se ve que las cosas se pueden hacer de otro modo y que hay un público, especialmente teniendo en cuenta que muchas mujeres que consumen cultura no se sienten interpeladas por los discursos monolíticos.

En el caso de algunos de vuestros podcasts, como Deforme Semanal Ideal Total u Oye Polo, se ha creado un fenómeno fan.

— Sí, es muy bestia. Este fenómeno fan responde al hecho de la capacidad del podcast de generar una conexión muy fuerte con la persona que te está hablando y también de crear sensación de comunidad entre los que lo escuchan. El podcast magnifica lo que en redes sociales se denomina parasocial relationships [la sensación de creer que tienes una relación estrecha con alguien al que sigues en redes]: enfatiza esta sensación de estar escuchando a Isabel Calderón y Lucía Lijtmaer [responsables de Deforme Semanal Ideal Total] y pensar que son tus mejores amigas. Pero las que son mejores amigas son ellas [ríe].

Uno de los problemas de los medios es su viabilidad económica. En el caso de Radio Primavera Sound, ¿se consigue?

— Hay un patrocinador principal desde el inicio, que es Seat. Desde el principio de la radio han sido las marcas presentes en el festival las que han hecho aportaciones. A medida que el proyecto de la radio ha ido creciendo, hemos ido buscando vías de financiación que no pasaran por el festival, como por ejemplo el acuerdo con Spotify para ofrecer en exclusiva seis de nuestros podcasts de más éxito. Este acuerdo nació ante la frustración de no poder encontrar patrocinios para algunos de nuestros podcasts, como Deforme Semanal Ideal Total, que tenía audiencias astronómicas pero que, por su carácter contestatario, era difícil encontrar marcas que se quisieran asociar con él. Uno de los retos de la industria actual es ver de qué manera los comunicadores tienen un retorno por el trabajo que hacen. Desde Radio Primavera Sound queremos ser autosostenibles para que personas que tienen podcasts interesantes por hacer los puedan hacer.

Radio Primavera Sound tiene podcasts tanto en castellano como en catalán.

— Y en inglés, a pesar de que hay mucha competencia internacional. Donde sí hay hueco es en los contenidos en castellano y catalán. Una de las claves del éxito de Gent de merda [otro de los podcasts de la emisora] es que cuando arrancó había poca oferta en catalán. Sabemos que el castellano es una lengua que se habla en España y también en toda Latinoamérica y tienes mucha audiencia potencial, pero también tenemos muy claro nuestro carácter local.

¿Cómo os planteáis el año que viene?

Queremos recuperar los shows en vivo con los podcasts, volver al elemento de los podcasts como una experiencia para disfrutar en comunidad. A mí me encantan los podcasts de conversación, pero ahora lo que me gusta escuchar y tengo ganas de hacer es explicar historias, hacer reportajes sonoros, que es lo que haremos con Brazalete Negro, un podcast en colaboración de la revista Panenka y que es un true crime del mundo del fútbol.

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