La mala victoria de Putin sobre Navalni en las portadas

Ha muerto Aleksei Navalni y, aunque las circunstancias del deceso sean difusas, existe un convencimiento profundo de que es necesario imputar su desaparición a Vladimir Putin. Esto plantea un reto en las portadas, porque el presidente ruso –y ex-KGB– se ha guardado suficientemente con ser pillado in fraganti en la escena del crimen, sea esa metafórica o literal. Las soluciones para salvar a este pequeño pero profundo abismo de la certeza han sido imaginativas y todos los periódicos mencionan al muerto, pero también al presunto verdugo, para que lo sea por el contagio de aparecer en la misma frase. "Putin asusta al mundo con la muerte del opositor mártir" es la que más me ha llamado la atención, porque ni siquiera escribe el nombre de Navalni, mínimo homenaje al que habrá dado la vida para hacer frente al autarca. El País encuentra otra manera de acusarle, en éste por vía interpuesta: “EEUU y la UE culpan a Putin de la muerte de Navalni en prisión”. Es lo mismo que hace La Voz de Galicia: “El mundo señala a Putin por la muerte de Aleksei Navalni”. Este "el mundo", claro, los incluye a ellos. La fórmula de La Razón es un circunloquio interesante: "Putin logra otra victoria con el asesinato a plazos de Navalni". En el caso deEl Periódico, el titular es “Aleksei Navalni, el enemigo número uno de Putin, muere en prisión”, y este inciso para identificar al personaje quiere ser, también, el señalamiento de su ejecutor. Sólo El Mundo se atreve a acusar sin tapujos al líder ruso: “Putin acaba con Navalni en su ofensiva contra el mundo libre”.

Hay un punto obsceno en cómo Putin mancha con su lúgubre presencia los titulares de este sábado, que por el prurito de la precisión y del rigor se quedan a las puertas de llamarle asesino. Como yo ahora mismo, supongo.