BarcelonaMucho se ha escrito sobre el particular estilo de Mariano Rajoy como articulista deportista, a medio camino entre el chascarrillo de bar y la perogrullada. Sin ir más lejos lo hacía Jordi Basté este lunes en La Vanguardia, donde afirmaba que el expresidente español escribía en una especie de morse y que induce a pensar que él no escribe directamente sino que debe enviar un audio con cuatro notas a un incauto redactor que es el encargado de darle forma escrita. El artículo posterior al partido de España contra Albania en El debate sin embargo, es digno de estudio, porque Rajoy se permite el lujo de hacer guiños políticos, pero un poco al estilo Martes y Trece, que es lo que le debe gustar. "Albania es una selección singular, como la financiación de la que se habla ahora en algunos despachos llenos de gente imaginativa". ¡Pam!
En otro momento advierte que si España hubiera perdido el partido ahora muchos la criticarían. Y concluye: "Hay mucho listo, si yo les contara..." Este es el auténtico Mariano Rajoy, el que desprecia a los "listos" y siempre aplica lo que él considera que es de sentido común. La suya es una lógica indiscutible. En referencia a la posibilidad de un choque en cuartos con Alemania escribe: "Pero las cosas son como son [...], si eso es bueno o malo no es ahora el momento de analizarlo. Será otro día ". Imposible expresar mejor en tan pocas palabras la filosofía rajoyista.
¿Y en medio del artículo qué dice? Pues nos informa que la catedral de Colonia fue durante un tiempo el edificio más alto del mundo y que en Stuttgart tienen su sede Mercedes-Benz y Porsche. Al menos parece que los viajes que le pagamos como presidente le sirvieron de algo.