Cuestión de confianza versus moción de censura

17/06/2025
Jefe de Media
2 min

Pasar de las palabras y los gestos a la acción es complicado, y después de días de gran griterío y escándalo por la corrupción que señala el PSOE no se adivina cuál es la maniobra que puede desatascar la agria situación actual. Ni Pedro Sánchez piensa lanzar la legislatura por la borda ni el PP tiene capacidad para sumar una mayoría alternativa que le ejecte de la presidencia del gobierno español con una moción de censura. Quizá Feijóo debería reflexionar sobre las limitaciones de su estrategia de simbiosis con Vox, que le impide sumar posibles socios, incluso cuando los socialistas dan bocanadas como carpas desesperadas para seguir respirando: hay un buen puñado de escaños que podrían hacer bisagra, con un PP distinto. Tras la vana estrategia de pedir a Sánchez que se someta a una cuestión de confianza –"¿para qué?", ​​debe pensar el inquilino de la Moncloa–, ahora toca la ley del péndulo y los medios más afines al PSOE recuerdan a Feijóo que, si tan claro lo tiene, pruebe suerte con una moción de censura, a la que la renuncia. Es el clásico zugzwang del ajedrez, en el que cualquier movimiento es peor que quedarse quieto. Sólo que esto afecta a los dos jugadores al mismo tiempo. Y así, entre grito y grito, mantienen la esperanza de no tener que mover ficha.

Feijóo en el Congreso

Y si sólo queda el intercambio de reproches, los medios más atrincherados tendrán que reflexionar sobre los efectos a medio plazo de convertirse en transmisores del ruido del politiqueo y la perversa dinámica de la declaración y contradeclaración. Si no se fuerzan elecciones, queda mucha legislatura. Y la trifulca quizás sí aguanta las ventas de determinados medios, pero a la larga parece un mal negocio para el periodismo. Porque existe un peligro real de desdibujar la función primigenia de los medios, que no es derribar gobiernos sino fiscalizarlos: este matiz es crucial.

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