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El móvil, ahora también avisador estridente de catástrofes

La prueba piloto de Protección Civil que se llevará a cabo el miércoles en varios municipios del sur de Catalunya hará que los móviles suenen con un pitido agudo y potente

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BarcelonaEste miércoles, a las 18.30 h, unas 65.000 personas de los municipios de Tarragona, la Canonja, Vila-seca, Salou y Reus serán convocadas a confinarse como parte del simulacro de accidente químico en el polígono petroquímico sur. Además de las habituales sirenas –que se han reforzado para la ocasión– y de la emisión de mensajes informativos a través de los medios de comunicación, habrá una primicia: en los teléfonos móviles de todos los vecinos de la zona que lo tengan encendido en ese momento sonará un sonido más estridente que las notificaciones normales, pensado para hacer que cojan el aparato y miren la pantalla, donde les aparecerá un mensaje de alerta explicándoles la emergencia –ficticia– e indicándoles qué tienen que hacer.

El dispositivo forma parte de las pruebas del nuevo sistema ES-Alert de avisos de emergencia vía teléfono móvil que las autoridades de Protección Civil del ministerio del Interior están llevando a cabo por comunidades autónomas desde el 24 de octubre, y que acabarán el 16 de noviembre.

Los avisos de emergencia del ES-Alert son diferentes de un mensaje SMS convencional o de un mensaje de WhatsApp. Estos sistemas no se pueden usar porque no son una buena solución para las comunicaciones de emergencia. Las aplicaciones de terceros como WhatsApp, Telegram, Signal o iMeesage quedan descartadas porque el ciudadano las tiene que descargar, instalar y activar, y además no son compatibles con los teléfonos más antiguos. Los SMS sí lo son, pero como están basados en el número de teléfono, cada destinatario se tendría que dar de alta explícitamente en una base de datos para poder recibir las alertas y que estas no infringieran la normativa sobre protección de datos. Pero, sobre todo, los SMS no están pensados para la difusión de mensajes masiva pero restringida en una zona determinada, y todavía menos en un periodo de tiempo muy breve.

En cambio, el protocolo estándar Cell Broadcast (CB), que es el que el sistema ES-Alert usa, es compatible con todas las redes y terminales móviles desde la 2G hasta la 5G. Envía los mensajes a todos los teléfonos que haya activos en la zona, entendiendo como tales los que estén conectados a alguna de las antenas de móvil, de cualquier compañía. Las especificaciones del CB establecen que la alerta tiene que llegar en menos de cinco minutos al 97% de la población de la zona afectada, y no a la de zonas adyacentes para evitar que el pánico se propague.

Los mensajes del CB pueden tener hasta 93 caracteres, menos que los 140 de un SMS, pero se pueden encadenar hasta 15, con una capacidad total de casi 1.400 espacios. Se pueden programar repeticiones de la alerta a intervalos de entre dos segundos y 32 minutos, y el mensaje no desaparece de la pantalla del teléfono hasta que el usuario lo anula manualmente.

El carácter anónimo de las alertas difundidas vía CB se debe de al hecho de que el receptor no se tiene que dar de alta en ninguna parte, pero, en cambio, el sistema aporta la seguridad de que el emisor del mensaje es una autoridad competente. Por otro lado, como las reciben todos los teléfonos activos de la zona, también llegan a los ciudadanos de otros países –clientes de otras operadoras– que estén en aquel lugar en aquel momento, un aspecto muy importante en un país turístico como el nuestro.

Es probable que estos ciudadanos extranjeros ya hayan recibido alertas, ficticias o no, en sus países de origen. El Cell Broadcast fue creado por el Instituto Europeo de Estandarización de las Comunicaciones (ETSI, en las siglas en inglés) en 2006, justo después del tsunami en el océano Índico y del paso del huracán Katrina por el sur de los EE.UU. Por eso se implantó primero en estas regiones. En Europa, los pioneros fueron los holandeses con el NL-Alert, pero hace cuatro años que la Comisión Europea dictaminó en el Código Europeo de Comunicaciones Electrónicas que todos los estados miembros tenían que tener en marcha un sistema equivalente antes del 21 de junio de este año. España licitó el despliegue a comienzos de octubre del año pasado y asegura que cumplió el plazo, pero el hecho es que las pruebas no han empezado hasta esta semana. El contrato se lo adjudicó la filial de ciberseguridad de la empresa Indra y está valorado en 3,3 millones de euros. No queda claro qué parte se destina a remunerar a las operadoras de telefonía, que son las que ponen a disposición sus redes para difundir las alertas, y hace dos años ni siquiera habían sido requeridas por el gobierno español para hacerlo. En cualquier caso, el ministerio del Interior reconoce que la plataforma ES-Alert se ha pagado con fondos europeos.

¿Quién tiene el botón rojo?

Uno de los aspectos más importantes de un sistema de alertas de emergencia al móvil es garantizar la autenticidad de los avisos. Por eso, y dejando de lado la eventualidad de un ciberataque, el acceso al envío de mensajes con ES-Alert (y con CB en general) está restringido a las autoridades competentes. Y como era de esperar, aquí surge la posibilidad de fricciones: por ahora las alertas solo puede activarlas el servicio estatal de Protección Civil, pero el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, ha asegurado que se trabaja para que también la Generalitat pueda difundir avisos con ES-Alert.

Técnicamente, no tendría que haber problemas para añadir botones rojos de alcance regional. Pero es políticamente dudoso que llegue a pasar. Se trata de definir quién tiene autoridad para declarar una emergencia, y si hace pocos meses se ha empezado a recentralizar la gestión de los bomberos, sería sorpresivo que ahora el ministerio cediera precisamente esta competencia a las comunidades autónomas.

Más alertas móviles de desastre

Sea como sea, el uso de los teléfonos móviles por parte de las autoridades para comunicar con garantía incidencias graves a los ciudadanos será cada vez más habitual. Esta misma semana hemos tenido otro ejemplo: miles de residentes en el estado norteamericano de California recibieron el martes en el móvil –si tenía sistema Android– un aviso pocos segundos antes de que tuviera lugar un terremoto de magnitud 5,5 en la escala Richter. Es la primera vez que se activa la tecnología MyShake de detección creada por la Universidad de Berkeley desde que Google la incorporó al sistema Android. Hasta ahora MyShake, que usa los sensores de los teléfonos, funciona solo en los tres estados norteamericanos de la costa del Pacífico, pero es seguro que lo acabaremos viendo también en otras regiones con gran actividad sísmica. 

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