Que nadie ame a Carlos Mazón es un problema

11/03/2025
Jefe de Media
2 min

Mira que hay pocas coincidencias a ambos lados del espectro editorial, pero sí hay un clamor común que hermana diarios de todas partes: la gestión inmediata de Carlos Mazón durante la DANA no se sostiene por ninguna parte y la dimisión sería la salida más digna para el presidente de la Generalitat. Por el momento se ha librado de la imputación, pero los diarios siguen sin darle tregua. El País, por ejemplo, abría portada con una frase de la resolución judicial que calificaba de "dura" donde se decía: "Corresponía a las autoridades autonómicas alertar a la población". Así matan a dos pájaros de un solo disparo: exculpan a Pedro Sánchez y siguen poniendo la soga en el cuello de Mazón aunque haya esquivado convertirse en investigado. Claro, que lo haga El País es normal y entra dentro de lo que cabría esperar. Ya sorprende más, en cambio, que lo haga La Razón: "La juez ofrece al presidente Mazón declarar voluntariamente", dice uno de los subtítulos. Y El Mundo el grupo más aún: "La jueza tumba los cuatro argumentos de defensa del Consejo de Mazón". De nuevo, aunque quien lamió es la consellera de Interior, el apellido del presidente de la Generalitat sigue enfangado por el titular.

Las imágenes de la llegada de Carlos Mazón al Cecopio el día de la DANA en la Comunidad Valenciana.

Ninguna ganas de disculpar al líder de los populares valencianos, su calamitosa actuación o el insulto que supone su relato permanentemente cambiante. Sin embargo, esta hermandad de papel esconde un síntoma preocupante: en realidad es la expresión de la sumisión de cualquier política de alcance autonómico a las dinámicas de estado. Si Mazón fuera un político de Madrid, sus aliados mediáticos saldrían en tromba. Pero como se le ve como un lastre de cara a conseguir la victoria del PP en unas generales, entonces le dejan abandonado en la primera gasolinera. El rodillo del centralismo todo lo arrasa. Incluso los suyos.

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