La opa de Pedro Sánchez Schrödinger

BarcelonaLa cosa ha ido más o menos así. Pedro Sánchez Schrödinger ha cogido la opa del BBVA sobre el Sabadell viva y la ha encerrado en una caja de acero opaca, con un contador Geiger y unas cuantas condiciones impuestas para la absorción radiactivas. A partir de ahí, según los preceptos de la economía cuántica, la opa está viva y muerta a la vez y no se sabrá su estado verdadero hasta que no se abra la caja y se observe si hay un gato o su cadáver. Pero los diarios no son neutrales, ante este experimento, y dejan claras sus apuestas, influidas por un lado por su relación con Pedro Sánchez Schrödinger y también, por supuesto, por los vínculos que tienen con los bancos implicados. Una vez más, el presidente español se aprovecha del principio de indeterminación para hacer y no hacer, para prohibir sin prohibir y para descarrilar sin descarrilar. O sea, para contentar a los socios de gobierno, pero tampoco nos flipamos, que diría el Salvador Illa del Polonia.

Esto explica, por ejemplo, que mientras unos diarios dicen que el gobierno "complica", "endurece" o "congela" la operación, otros eligen palabras mucho más belicosas como "sabotea" (Abc) y "boicot" (El Mundo). La Razón, con lazos fuertes con el Banc Sabadell, pasa más de puntillas. Y, de hecho, es el más atrevido a la hora de anunciar el deceso de la adquisición: "El BBVA ya planea retirarse". Hay un punto de pensamiento voluntarioso, porque sus primos hermanos deEl Mundo ven al gato vivísimo: "El BBVA busca el margen para salvar a la opa pese al boicot del gobierno". Este felino financiero no sólo tiene la extraña propiedad de estar vivo y muerto a la vez, dependiendo de qué portada mires, sino que también tiene otra particularidad singular: nadie se atreve a colgarle el cascabel. Ni la CNMC, ni el gobierno ni mucho menos los medios de comunicación.