La pablomotización de Vox
Vox ha anunciado que se quejará en el Congreso del programa Cachitos de hierro y cromo por su tradicional especial de Nochevieja donde ofrecen una mezcla de canciones extraídas de las tripas del archivo de RTVE aderezados con subtítulos irónicos y puntiagudos. Algunos de los rótulos que molestaron a la formación de Abascal son: “Los niños protagonistas de esta canción ya tienen mejor currículum que Santiago Abascal”, “Este tema se escribió con cartas de mujeres con cáncer de mama. Si te ha tocado este año, quizá relativizes lo de la amnistía”, “A Henry, como los ultras de las protestas contra la amnistía, le gusta ponerse Cara al sol” y “Clavado en un bar, igual que Hermann Tertsch cualquier lunes a partir de las 9 am” La gracia es que el último nunca existió: es un fotomontaje bastante grosero, porque está hecho con una tipografía diferente del resto. Durante el programa, también lamiron figuras de otros signos como Pedro Sánchez o Carles Puigdemont.
Ante todo, hay que agradecer a Vox haber creado un efecto Streisand de algo que ni siquiera existió. También merece un aplauso el autorretrato que se marcan: ellos, que todo el santo día se quejan de los ofendiditos y que si ya no se puede hacer humor porque no hay libertad, saltan como muelles cuando reciben algo tan inocuo como la caricia de los guionistas del programa de La 2. Es exactamente doctrina Pablo Motos: un día te quejas de que ya no puedes hacer chistes y al día siguiente haces llamar a unos esbirros a los que ha hecho humor sobre ti para que les toquen el corteza y les hagan saber que a Don Pablo no le ha hecho gota gracia. Es bueno recordar momentos como estos para tener claro que, si alguna vez Vox pone las grapas en la televisión pública española, probablemente Cachitos de hierro y cromo sea cancelado y, a cambio, nos deleiten con algo tipo Cachitos de hierro y plomo.