Joan Raventós y Júlia López
Periodista i crítica de televisió
2 min

Hace veinte días, el 11 de octubre, el Telediario fin de semana empezó quince minutos tarde por unos problemas técnicos. TV3 tuvo que conectar con el 3CatInfo para que, de forma improvisada, se explicaran las noticias mientras intentaban superar las dificultades. En plena etapa de estreno de los nuevos platós, y después de meses presumiendo de las innovaciones tecnológicas, el engranaje falló. Un cuarto de hora más tarde de lo que tocaba, a las 14.44, Joan Raventós y Júlia López arrancaron el informativo del mediodía.

Nueve días después, el 20 de octubre, el Todo se mueve se quedó a oscuras durante la emisión. Estaban hablando del robo en el Louvre y, como si de un asalto se tratara en la tele pública, se apagaron las luces del plató. Todos los colaboradores de la mesa se convirtieron en siluetas negras y Helena Garcia Melero tuvo que continuar el programa en la penumbra durante un rato.

Este martes la chapuza ya se elevó a la máxima categoría. Durante elEstá pasando se cortó la emisión mientras Òscar Andreu y Queco Novell comentaban el videoclip de Rosalía. Nos enviaron de repente al plató del Telediario noche, donde Toni Cruanyes y Roger Rovira ensayaban el desarrollo de la noticia sobre la ley de enjuiciamiento criminal. Fue surrealista, porque parecía que el TN ya estaba en marcha antes de la hora de inicio, hasta que Rovira se trabalenzó y, con la tranquilidad de quien cree que no está en antena, se lamentó del error resoplando. Cruañas le animaba diciendo que hasta entonces había ido muy bien. La emisión se cortó de nuevo y quedamos unos segundos con la pantalla en negro. Luego reapareció Cruanyes, algo garratibat, y recomenzando el ensayo. Un nuevo corte nos dejó medio minuto más con la pantalla negra mientras se oía la voz del presentador en el plató. Hasta que enchufaron a la audiencia un logotipo de la cadena que iba dando vueltas. Un minuto más tarde aterrizamos de nuevo en elEstá pasando, donde parecía que no hubiera pasado nada. Andreu y Novell seguían hablando de Rosalía. Òscar Andreu apuntó: "Como saben, ahora mismo están pasando cosas de mucho misterio. Estamos explicando a la gente que ahora mismo acaba de conectar desde el planeta del Principado de Catalunya y el resto del mundo la nueva canción de Rosalía".

Lo que pasó es mucho más que un problema técnico. Es exponer a los profesionales del Telediario a una situación de inseguridad y vulnerabilidad enorme. Los lanzaron a un directo sin saber que estaban en antena, y cualquier comentario hecho en la supuesta privacidad pudo dejarles con el culo al aire ante los espectadores.

La imagen de descontrol e incompetencia en el ente público es evidente. Entre la poca calidad del entretenimiento y las chapuzas técnicas, la cadena está transmitiendo una sensación de degradación. Es sintomático: en un momento en que la Corporación presume de las nuevas ventanas de emisión, parece haber descuidado su gran ventana, TV3, que, por ahora, es todavía la principal. Un misterio, sí.

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