Ventas coches

¿Qué coche podrás comprar a partir de 2035?

Las nuevas directivas de la Unión Europea genera nuevas incertidumbres en torno a qué vehículos podremos comprar dentro de diez años

Ventas coches
28/12/2025
4 min

El cambio de rumbo en las directrices europeas en torno a los vehículos con motor de combustión a partir de 2035 y que eliminan la prohibición a los vehículos diesel y gasolina ha generado no pocas dudas en torno a qué coches nuevos podremos comprar los europeos en un horizonte de tan sólo diez años.

En primer lugar, conviene destacar que si bien la Comisión Europea ha levantado el veto a la comercialización de vehículos con motores de combustión diesel y gasolina, también ha elevado el umbral de objetivo de emisiones a los fabricantes que quieran vender sus coches en Europa. En resumen, el nuevo sistema no mide las prohibiciones individuales de un vehículo u otro, sino que fija a los fabricantes un umbral de media de emisiones de CO₂ que debe suponer una reducción del 90% respecto a los umbrales actuales, fijados en el año 2021. Esto significa que si los coches que vende un determinado fabricante actualmente no pueden sobrepasar una a partir de 2035 los fabricantes no podrían superar la media de emisiones de 12 g/km de CO₂. A efectos prácticos, un fabricante como Seat o Nissan debería vender entre ocho y diez vehículos eléctricos de cero emisiones para compensar la media de emisiones de cada vehículo de combustión vendido.

Multas millonarias

Una marca generalista debería pagar multas de más de 1.000 millones de euros por seguir comercializando los turismos utilitarios con motor de gasolina actuales

En segundo lugar, este nuevo umbral, mucho más restrictivo que el actual, hará que de facto la mayor parte de los fabricantes decidan no comercializar vehículos de combustión que eleven su media de emisiones de CO₂, ya que las multas por superar este límite serán muy elevadas. De hecho, la Comisión Europea prevé una sanción de 95 euros por cada gramo extra y vehículo que la marca venda a partir de la entrada en vigor de la nueva normativa. A modo de ejemplo, una marca como Seat y que comercialice un vehículo como el Ibiza (con unas emisiones medias de 115 g/km) debería pagar 9.785 euros a la administración europea en concepto de multa. El año pasado Seat vendió un total de 106.700 unidades del Seat Ibiza, lo que a partir del 2035 supondría una multa de 1.044.059.500 euros, una cifra inasumible no sólo para Seat, sino para cualquier fabricante europeo en estos momentos.

¿Qué coches venderán las marcas?

Teniendo claras las cifras y multas potenciales a las que tendrán que hacer frente los grandes fabricantes, queda claro que la oferta de coches con motor de combustión, si bien no quedará formalmente prohibida, será muy minoritaria y reservada a segmentos específicos de lujo, como los deportivos de Ferrari, Porsche o Lamborghini, por ejemplo. En definitiva, los fabricantes de vehículos deportivos continuarán fabricando y vendiendo vehículos con motor de combustión, mientras los generalistas tendrán que especializarse en la fabricación de vehículos eléctricos.

A partir de 2035, la mayor parte de los fabricantes optarán por comercializar vehículos híbridos enchufables o PHEV, con motores eléctricos y baterías cada vez mayores y autonomías reales en modo totalmente eléctrico que seguro superarán los 200 kilómetros (frente a los 50 o 60 kilómetros actuales). Los híbridos enchufables también continuarán utilizando un motor de combustión, pero seguramente cada vez más pequeño y de menor cilindrada, para minimizar consumo y emisiones. Por el contrario, los coches híbridos convencionales o Mild Hybrid, con unas emisiones reales de alrededor de 100 g/km, parecen no tener espacio de desarrollo a partir de la entrada en vigor de la nueva normativa.

El otro gran frente que las marcas todavía explorarán en los próximos años será el de los vehículos con autonomía extendida. Es decir, coches eléctricos que utilizan la gasolina no sólo para alimentar el motor, sino también para generar energía y alimentar las baterías eléctricas del coche, lo que optimizará el rendimiento térmico y reducirá las emisiones de forma drástica.

Finalmente, los coches totalmente eléctricos tendrán que ganar protagonismo y cuota de ventas, especialmente en el segmento de vehículos utilitarios y urbanos, con precios más competitivos, mayores autonomías y una red de recarga coherente y dimensionada a las necesidades reales del parque automovilístico.

Algunas marcas como Toyota y Hyundai siguen trabajando en el hidrógeno y en la pila de combustible como alternativa real al petróleo. Este combustible sólo emite vapor de agua, pero el problema actual es el de generar hidrógeno verde de forma sostenible ya un precio competitivo. Otras alternativas, como los biocombustibles o los combustibles sintéticos, parecen poco menos que una quimera en estos momentos, por el coste real de producción y la huella ecológica que supone.

Y los coches de combustión, ¿qué?

Aunque, tal y como hemos dicho, la nueva normativa comunitaria no prohíbe la comercialización de vehículos con motor de combustión, las marcas no estarán interesadas en vender modelos con motores diesel o gasolina para evitar las multas millonarias de la Comisión Europea. Sí que es cierto que algunos modelos concretos, como deportivos o vehículos industriales como tractores o maquinaria, todavía utilizarán motores diesel o gasolina maridados con algún sistema de hibridación que alivie las emisiones de CO₂, pero su uso será cada vez más residual y reservado al segmento de los coches deportivos de lujo.

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