Los demás saludos nazis de Musk

24/01/2025
Jefe de Media
2 min

Es posible que Musk no quisiera hacer conscientemente un saludo nazi: el hombre ha evidenciado muchas veces que se mueve de forma peculiar y sabemos que tener todo el dinero del mundo no te garantiza poder adquirir una psicomotricidad ordenada. O quizá sí tuvo un momento Doctor Strangelove, como en la genial película de Kubrick. Pero ¿importa? El debate en los medios sobre si hacía o no hacía el saludo nazi comportaba caer en la trampa de permitir que los árboles de la gestualidad impidieran ver el bosque del contenido. Cosas de la polarización.

Un fotograma de 'Dr. Strangelove', de Stanley Kubrick.

Y el bosque es que, tanto si efectivamente saludó por un arrebato inquietante o porque es más rígido que servidor de ustedes bailando un chachacha, el propietario de X acumula demasiadas complicidades inequívocas con el supremacismo blanco. Como cuando se puso de avatar la rana Pepe, que utilizan perfiles racistas de ultraderecha y antisemitas. O como cuando se alineó con los causantes de los altercados racistas en el Reino Unido, el pasado verano. O como cuando repiulaba y avalaba mensajes inequívocamente hostiles con los judíos. En este contexto, es interesante constatar el lamentable papel de la ADL, la entidad americana que acaba decidiendo en la arena pública qué es y qué no es antisemitismo. Cuando Musk compró Twitter, llamaron al boicot de las marcas al considerar que las acciones del nuevo propietario favorecían la persecución de los judíos. Él amenazó con querellarse. Ahora, en cambio, han afirmado que no era un saludo nazi (¿cómo pueden estar seguros?) y le han dado "el beneficio de la duda" porque es "un nuevo comienzo". El ADL representa un cierto establishment judío en Estados Unidos. Después de los preocupantes ejemplos de Meta, el Washington Post o el Los Angeles Times, que también muestren sumisión al nuevo poder no hace presagiar nada bueno para los próximos cuatro años.

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