BarcelonaEste domingo se entregan en Los Ángeles los premios Emmy, los galardones que sirven para honrar a las series más destacadas del año. La 77 edición está marcada por algunas nominaciones históricas, como la de Harrison Ford, que aspira por primera vez a un premio Emmy, y la de Owen Cooper (Adolescencia), el nominado más joven de esta edición (15 años). En las antípodas de Cooper está Kathy Bates, de 77 años, aspirante a mejor actriz por Matlock y la nominada de mayor edad de la historia de los premios en esta categoría. Más allá de estas curiosidades, los premios Emmy sirven para poner la lupa sobre unas series que aspiran a convertirse en las ficciones más comentadas del año.
Extraña, perturbadora e incluso enfermiza, Severance es una de esas series que hacen volar la cabeza a los espectadores que entran en su universo. Si la primera temporada de esta distopía laboral era ya fascinante, la segunda no ha hecho corto: la complejidad de sus tramas se ha multiplicado, así como el dramatismo. La historia de unos trabajadores que aceptan dividir la mente entre lo laboral y lo personal tiene un envoltorio fascinante, con una estética y dirección artística que ya la han hecho icónica. Severance es la serie que ha logrado más nominaciones en esta edición de los Emmy y en la entrega de los galardones técnicos, que se otorgan una semana antes que los premios gordos, se llevó seis estatuillas, entre ellas la de mejor actriz invitada por Merrit Weber y la de diseño de producción. Entre la primera y la segunda temporada ha habido un compás de espera de tres años y ahora que ha vuelto parece que la producción de AppleTV+ no tenga que tener rival en las categorías de drama (el año pasado la gran ganadora fue Shogun, que aún no tiene nueva temporada y, por tanto, no está nominada).
En un momento de agotamiento total en cuanto a la fórmula de los superhéroes de cómic, El Pinguino ha logrado sobresalir reinventándose en historia de mafia. La miniserie protagonizada por Colin Farrell y Cristin Milioti presenta al gran enemigo de Batman como un mafioso de tercera con grandes aspiraciones y con una oponente implacable, Sofía Falcone. Aunque se ha hablado mucho de la caracterización de Farrell, la auténtica MVP de la ficción es Milioti, que ha encontrado a un personaje a la altura de su talento, a menudo enterrado por producciones que no le han acabado de hacer justicia. Gracias a este personaje, la actriz ha logrado la primera nominación de su carrera.
Una de las grandes sorpresas de este año es esta comedia cinéfila que se ríe de las manías de la industria de Hollywood al tiempo que muestra su fascinación por ella. Más allá de las virtudes técnicas –como el capítulo dedicado al plano secuencia–, el gran hito de The Studio es ser una comedia que provoca risas, cosa no tan habitual si tenemos en cuenta que en los últimos años el género ha girado hacia un tono más dramático que puramente cómico. La serie de Seth Rogen tiene todos los números para arrasar en sus categorías. De momento, ya triunfó en los premios técnicos, donde se llevó nueve estatuillas.
La serie de Mike White se ha convertido en una cita ineludible para los seriófilos y esto se ve en la expectativa que genera la localización y el reparto de cada nueva temporada. La tercera temporada, ambientada en Tailandia, puede que no sea la mejor de todas, pero cumple su objetivo como divertimentoy critica a los ricos que se pasean por el mundo como si fuera de su propiedad. Como serie coral que es siempre consigue dominar las categorías interpretativas y este año no ha sido una excepción: siete de sus actores aspiran a llevarse premio en los apartados de mejores intérpretes secundarios.
Debía ser uno de los grandes fenómenos de HBO Max y aunque ha funcionado parece que se haya quedado a medio gas en lo que se refiere a repercusión entre el público. Con todo, el drama zombi protagonizado por Pedro Pascal, uno de los actores del momento, y Bella Ramsey, también está en la lista de las series que aspiran a más premios este año. Más allá de las nominaciones técnicas, el actor de origen chileno es quien podría dar realmente la sorpresa en la noche del domingo. La segunda temporada tiene un giro de guión protagonizado por Pascal que dejó asombrados a los fans –no tanto los seguidores de los videojuegos en los que se basa la serie–. Quizás ese momento dramático es el que puede hacer que se lleve el premio a mejor actor.
Si no fuera por la aparición de The Studio, Hacks sería la gran favorita en llevarse todos los premios de comedia y reeditar el éxito del pasado año, cuando ganó tres galardones de peso, el de mejor comedia, mejor actriz por Jean Smart y mejor guión. La serie, que ya lleva cuatro temporadas, explica la compleja relación entre una humorista veterana y una más joven que se convierte en su principal colaboradora. En la entrega más reciente, la comedia recuperó la chispa que parecía empezar a apagarse en la tercera y mostró los juegos de poder que se establecen en el mundo de la televisión. Guiones siempre bordeando la perfección y dos protagonistas, Jean Smart y Hannah Einbinder, que funcionan como un reloj juntas.
Como en el caso deEl Pingüino, Andor escapa del molde de serie galáctica al que nos tiene acostumbrado el sello Star Wars. Si la primera temporada tenía tintes de drama carcelario, la segunda sirve como comentario de nuestra realidad y recuerda la importancia de la resistencia en momentos convulsos. Visualmente espectacular, la segunda entrega logra unir acción emoción. Aunque la mayoría de sus nominaciones son por aspectos técnicos, este domingo Andor también es una de las aspirantes a la estatuilla a mejor drama y mejor guión dramático. Su año sólo habría sido más redondo si hubiera logrado arañar la nominación para Diego Luna como mejor actor dramático.
Otro de los recién llegados a Emmy junto con The Studio es este drama médico que recupera el espíritu deUrgencias. La serie protagonizada por Noah Wyle no hace concesiones a los espectadores: esto es una historia médica que explora las contradicciones del personal sanitario y muchos de los problemas a los que se enfrenta Estados Unidos de Donald Trump. Las vidas personales de los personajes quedan en un segundo plano, así que nadie puede esperar un nuevo Anatomía de Grey. Aún así, es una de las series más humanas que hemos visto en los últimos meses y con algunos de los personajes mejor escritos. Conseguirá The Pitt arrebatar el premio al mejor drama en Severance?
Cada año tenemos un título que se convierte en esa serie de la que todo el mundo habla. Este año la afortunada ha sido la británica Adolescencia, que ha tomado el relevo de Mi reno de peluche, también del Reino Unido, como miniserie más comentada y angustiosa del momento. Su relato sobre el impacto de la manosfera y las redes sociales en los más jóvenes conecta la serie con la actualidad y esto siempre gusta a la crítica y los medios. Teniendo en cuenta el eco que ha tenido es bastante probable que la producción de Netflix se imponga en las categorías de miniserie y deje fuera de juego El Pingüino. Si el adolescente Owen Cooper gana el premio a mejor actor secundario de miniserie, algo más que probable, se convertirá en el galardonado más joven de la historia de los Emmy.
Las sorpresas de esta edición
La 77 edición de los Emmy puede marcar un antes y un después para AppleTV+, que nunca había tenido tantas posibilidades de coronarse como la plataforma ganadora tanto en las categorías de drama como de comedia. Aunque es un servicio de estríming con poca implementación si se compara con otros más populares como Netflix, la apuesta por series con altos estándares de producción y que parten de ideas bastante originales ha hecho que AppleTV+ se esté ganando un nombre como la heredera de la televisión de calidad que practicaba HBO a finales de los 90 y principios.
Las nominaciones por Severance y The Studio no han sido precisamente una sorpresa, pero este año sí que hay algunos aspirantes a premio que han cogido con el pie cambiado a los medios especializados. Es el caso de la nominación de Uzo Aduba como mejor actriz de comedia por La residencia , una serie que Netflix canceló tras el estreno de la primera temporada, que recibió muchos palos de la crítica. Otra de las sorpresas de esta edición son las cuatro nominaciones para Paradise , una ficción que podía parecer demasiado convencional para los premios, pero que se ha convertido en un pequeño fenómeno de público. Esta distopía ha logrado nominaciones en categorías importantes: mejor drama, mejor actor protagonista dramático (Sterling K. Brown), mejor actriz secundaria de drama (Julianne Nicholson, que ya ha ganado el premio a mejor actriz invitada por Hacks ) y mejor actor secundario de drama (James Marsden).
En el apartado de series totalmente ignoradas por la academia hay un puesto de honor para El cuento de la criada , un drama que en sus inicios tenía fascinada a la crítica, pero que ha ido perdiendo fuerza a medida que sumaba temporadas y estiraba tramas como un chicle. Ni siquiera el hecho de que este año se haya emitido el final definitivo ha servido para que consiguiera nominaciones destacadas: sólo rascó una, la de mejor actriz invitada por Cherry Jones.