Un 'thriller' político en femenino

'Rehén'.
Periodista i crítica de televisió
2 min

Vivimos en una época en la que las fronteras de la enemistad política se han difuminado. Los rivales no tienen por qué ser estados claramente enfrentados, sino que también depende de alianzas oportunistas que se transformen según los intereses económicos, energéticos o tecnológicos. Grandes corporaciones, grupos terroristas o paramilitares, activistas radicalizados, redes criminales globales y actores digitales pueden convertirse en factores amenazantes con capacidad para derribar a un gobierno o desatar un conflicto internacional.

A principios de esta semana veíamos en las noticias el encuentro en París entre el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Keir Starmer, para copresidir una cumbre para trabajar, con Zelenski, en las garantías de seguridad para Ucrania en caso de acuerdo de paz. El planteamiento podría ser el inicio de un thriller político trepidante que nos descubriera las cloacas de la geopolítica. Curiosamente, Netflix acaba de estrenar una serie con protagonistas similares. Rehén (Hostage) nos adentra en las relaciones entre Reino Unido y Francia para negociar asuntos vinculados con las políticas migratorias y sanitarias urgentes de ambos países. La acción comienza en el número 10 de Downing Street, donde todo está preparado para que la primera ministra británica reciba a la presidenta francesa. Y lo que tenía que ser una negociación tensa y compleja se convertirá en un conflicto extremo de supervivencia. En el transcurso de la visita, el marido de la primera ministra será secuestrado en la Guayana Francesa, donde trabaja como médico para una ONG. Y la colaboración con Francia para el plan de rescate resultará imposible porque la presidenta francesa será víctima de un chantaje que puede acabar con su carrera política. Aunque las dos mandatarias necesitan colaborar, las extorsiones que reciben las mueven en direcciones opuestas.

Rehén es un thriller muy entretenido de solo cinco capítulos. En algunos casos es demasiado previsible y tiene lagunas que obligan al espectador a ser indulgente con la resolución de obstáculos y giros de guion, sobre todo al final, cuando la trama se descontrola un poco. Hay un esfuerzo por transformar los roles e incorporar una cierta perspectiva de género en la alta política optando por protagonistas femeninas. Esto implicará, sin embargo, que los dilemas de los personajes tengan que ver con aspectos familiares. Nada más empezar, el marido de la primera ministra británica le dice a su esposa: "Si alguna vez tienes que escoger entre la familia y el cargo, no tengo ninguna duda de que tomarás la decisión correcta". La frase anticipa lo que ocurrirá minutos después. Rehén, en cambio, dibuja mejor los retos de la política actual y la pérdida de los valores democráticos, minados por la creación de vídeos falsos que manipulan y radicalizan estados de opinión, los apagones informativos y la declaración de estados de emergencia con la voluntad de controlar a los ciudadanos. Entender los engranajes de todas estas dinámicas es un aliciente más para ver la serie.

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