'Las cuatro estaciones'.
Periodista i crítica de televisió
2 min

Netflix acaba de estrenar la comedia perfecta para quienes quieran consumir alguna serie fácil y ligera este largo fin de semana. Los protagonistas de Las cuatro estaciones (The four seasons) son tres parejas que ya pasan de la cincuentena y que son amigos desde la universidad. Tienen la costumbre de compartir algunos días de vacaciones juntos en entornos idílicos. La vida les sonríe. Los hijos se han hecho mayores, se encuentran bien y tienen la estabilidad económica suficiente para permitirse ciertas comodidades en sus viajes. La confianza que se tienen entre ellos les facilita relajarse sin complicaciones y todo parece fluir. Pero, a veces, las circunstancias no son lo que parecen, y uno de ellos confesará al resto que quiere separarse de su pareja porque ya no es feliz. Este cambio inesperado distorsionará el vínculo entre ellos y su amistad se resentirá en los próximos encuentros.

El nombre de la serie proviene de la estructura narrativa. Los encuentros trimestrales del grupo de amigos se desarrollan en las diferentes estaciones del año –claramente indicadas por los conciertos de violín de Vivaldi– y duran dos capítulos. Por tanto, en las elipsis de cada transición estacional entendemos los cambios que ha habido en las vidas de los seis amigos.

La serie está basada en una película que el actor Alan Alda estrenó en el cine en 1984, y esta vez él juega un papel simbólico: aparece fugazmente como el padre de una de las protagonistas, viejito y entrañable. Tina Fey es, aparte de una de las actrices principales, una de las creadoras y guionistas de la producción.

Las cuatro estaciones tiene el dinamismo de las comedias corales que se desarrollan en entornos bonitos y agradables. Las situaciones de tensión se producen cuando los personajes en escena hablan del único protagonista que en ese momento no está. Es entretenida y sin pretensiones y, sobre todo, ideal para los llamados boomeros. Habla de todo aquello a lo que se aspira cuando te vas haciendo mayor: vivir tranquilo, mantener las ilusiones y, de vez en cuando, asumir algún reto. Pero también expone los nuevos problemas que pueden aparecer: un exceso de monotonía, algo de aburrimiento o desavenencias con la pareja fruto de la rutina acumulada a lo largo de los años. Retrata las miserias de la edad y las crisis habituales en esta etapa, en la que, aunque exista la apariencia de que está todo resuelto, los cambios requieren tiempo para adaptarse y replantearse cosas.

Las cuatro estaciones es un canto a la amistad, con las idealizaciones propias de las ficciones estadounidenses, el azucaramiento habitual de estas comedias y un humor previsible, con dosis de dramatismo para acentuar las dificultades existenciales pero con la épica narrativa posterior para superarlas. La serie no os cambiará la vida, pero quizás os entran ganas de llamar a los amigos y quedar para cenar o iros juntos un fin de semana.

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