Crónica

El concierto de 'Euforia', o la nueva Fiesta de los Súpers

El Palau Sant Jordi se ha llenado de niños que querían ver de cerca a sus ídolos

Los concursantes de 'Euforia' en el Palau Sant Jordi
4 min

BarcelonaSi hace años la Fiesta del Súper era la cita anual de TV3 para crear comunidad con sus espectadores más jóvenes, desde que se estrenó Euforia parece que esta función la ha asumido el concierto del talent show en el Palau Sant Jordi, que con el horario de las 12 del mediodía deja clarísimo que el público objetivo del espectáculo son los niños (este domingo habrá un segundo concierto en las 19.00 h). Casi una hora antes del inicio del concierto el Sant Jordi se llenaba de niños y niñas, muchos vestidos con camisetas del programa y pancartas caseras hechas con cartulinas lilas, el color del programa, acompañados de padres entregados que han sacrificado la hora del vermut por un aquelarre jukebox en el que se han encadenado 49 canciones. Un pequeño esfuerzo por ver cómo la cara de los niños se iluminan de ilusión por lo que seguramente es uno de los primeros conciertos de su vida. Por si quedaba alguna duda de que el concierto de Euforia es la nueva Fiesta de los Súpers los encargados de calentar el ambiente han sido los Beta, el grupo musical del SX3.

Cuando Euforia aterrizó en TV3 cuyo objetivo era conectar con los adolescentes, bajar la edad del espectador de la cadena. Con el paso de las entregas, el talent show se ha convertido en un programa familiar que ha encontrado a sus más fieles seguidores en el público infantil y preadolescente, como se ha podido comprobar con los niños sobreexcitados que han asistido al palacio Sant Jordi. Aguantar encendida la llama de un programa como Euforia, que renueva caras temporada tras temporada, no es fácil y en el concierto del mediodía ha quedado patente que el concurso empieza a acusar cierto cansancio: en gradas y en pista se podían detectar espacios vacíos.

Momentos de lucimiento para todos

Los conciertos de talent show, sea Euforia o OT, tienen un esquema que rara vez se sale del carril: canción grupal para empezar y después al menos un par de momentos de gloria por cada uno de los dieciséis concursantes. Pero los tres finalistas comen aparte. Ellos tienen derecho a cantar más canciones porque llegaron al final del programa.

Después del Don't stop me now de Queen conjunto (todos con modelito total denim), Julien, uno de los aplaudidos del concierto, ha arrancado las actuaciones individuales con su Buenos días con toques teatrales. A partir de ese momento ha sido un gran encadenado de las actuaciones más destacadas de cada uno de los concursantes. La primera euforia colectiva ha tenido lugar cuando ha aparecido el ganador del concurso, Luis, que ha hecho bailar en el palacio con Bailoteo, de The Tyets. Pancartas con su nombre y familias saltando y bailando.

La segunda finalista del concurso, Maria, ha aparecido un sidecar para cantar Road trip, de Triquell, demostrando que la seguridad y voz impecable que mostraba en el programa no desaparecen en un escenario tan imponente como el del Palau Sant Jordi. A continuación, la más pequeña de la edición, la Luna, de 16 años, se ha atrevido con el Vampire de Olivia Rodrigo, que hace un par de semanas hizo enloquecer el mismo recinto.

Ambiente del concierto de 'Euforia'

Una de las claves de programas como Euforia son las narrativas extramusicales. Aunque el concurso de TV3 ha tocado poco hasta ahora este aspecto, este año jugaron un poco con la supuesta historia de amor entre Lluís y Misty, a los que hicieron cantar Shallow juntos, una actuación que ha sido de las más celebradas del concierto. Si alguien esperaba un beso final se ha llevado una decepción: cabecitas juntitas al terminar la canción y poco más. Misty también ha interpretado Diamonds de Rihanna desde un segundo escenario situado entre el público estaba en pista.

Con más de dos horas de concierto y un alud de canciones, el estado de ánimo general ha ido basculando entre instantes de cierta apatía y otros de emoción, como cuando Julien ha cantado una versión muy abreviada de Estimado, de Manel, desde una de las gradas del público. Si alguna enseñanza positiva ha tenido el concierto deEuforia es que a juzgar por las reacciones de los asistentes la música en catalán vive un gran momento: ha sido con los temas de los grupos catalanes actuales que el público realmente ha conectado.

Si normalmente los conciertos de los talentos shows son por el lucimiento de los concursantes, en esta ocasión los dieciséis eufóricos han tenido que compartir protagonismo con invitados especiales, como Alfred García, jurado de esta edición, que ha actuado primero en solitario y después acompañando a Valeria, con quien ha cantado Tus ojos; y, sobre todo, Miki Núñez. El de Terrassa ha cantado con todos los concursantes Escribiremos y se ha convertido en uno de los puntos álgidos de la jornada.

Lluís había prometido sorpresas en el concierto y una de ellas ha llegado ya al final, cuando el incombustible director musical del concurso, Jordi Cubino, vestido de blanco impoluto, ha salido a tocar la guitarra por una de las últimas canciones, Satisfacción, de los Rolling Stones. No ha sido el fin de fiesta: todavía faltaba el Viva la vida colectivo y participación especial de las ganadoras de las ediciones anteriores, Mariona y Jim.

Haya tocado techo o no el fenómeno, TV3 ya calienta motores para la cuarta temporada. En las paredes del Palau Santi Jordi, unos carteles anunciaban un sorteo de tres entradas dobles para la primera gala deEuforia 4 y un lote de productos del programa a cambio de participar en una encuesta. Sin embargo, el anuncio se curaba en salud y con un pequeño asterisco indicaba que la fecha deEuforia 4 todavía está pendiente de confirmación. La pregunta es si Euforia tiene cuerda para hacer una cuarta entrega a continuación o si sería mejor hacer un poco de barbecho.

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