La final de 'Eufòria'

Un Palacio Sant Jordi a rebosar de 'Eufòria' y criaturas

Los concursantes del 'talent show' viven su primer baño de masas

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Mariona y Laura, dos de las concursantes de 'Euforia'

BarcelonaA los que crecieron con Operación triunfo la estampa de hoy en el Palau Sant Jordi les hubiera recordado su juventud o infancia: riadas de criaturas acompañadas de sus padres y emocionadas por ver de cerca a sus nuevos ídolos musicales, los cantantes surgidos de Eufòria, el talent show de TV3 que ha enganchado a una nueva generación de espectadores a la televisión. El ambiente no era muy diferente del que se vivía hace veinte años cuando los triunfitos debutaron en este mismo escenario. Minutos antes del inicio del concierto, niños (y no tan niños) armados con pancartas dedicadas a sus concursantes preferidos estallaban a aplaudir cuando las cámaras los enfocaban y aparecían en las dos grandes pantallas situadas en los laterales del escenario.

El primer concierto vendió todas las entradas.

La euforia a la que hace referencia el título del concurso se ha dejado sentir desde el primer momento, cuando los 16 concursantes han saltado al escenario para cantar, precisamente, el eurovisivo tema Euphoria, la misma canción que el programa eligió para la actuación grupal de la final del concurso. Los cantantes no han estado solos en el escenario: los acompañaba una banda liderada a los teclados por Jordi Cubino, director musical del concurso. Un arranque que ha explosionado un palacio con todas las entradas vendidas, 17.000, y con un invitado inesperado, el president de la Generalitat, Pere Aragonès.

El concurso de la diversidad

Uno de los aciertos de Eufòria ha sido dotar a las generaciones más jóvenes de un abanico de referentes que han hecho de la diversidad su bandera. Joan, Llum o Pedro, tres de los concursantes que han normalizado la lucha LGTBI en el concurso, han sido, de hecho, de los más aplaudidos. "En Eufòria los concursantes hemos podido ayudar a que nadie tenga miedo de ser quién es", ha asegurado Joan minutos antes de cantar Ho tenim tot, un tema que ha interpretado vestido con los colores de la bandera LGTBI, la misma que han hecho ondear muchos de los espectadores que estaban en primera fila. La reacción del público ha hecho que Joan arrancara a llorar.

A lo largo de la noche han sonado prácticamente todos los temas que se cantaron durante el concurso, muchos de ellos muy populares y de actualidad, como Tacones rojos, una de las primeras canciones que se han escuchado y que ha sido especialmente celebrada por el público. Con las canciones acortadas para la ocasión, el primer concierto de Eufòria ha sido un alud de hits, uno tras otro, un popurrí sin prácticamente descanso y muchos momentos de locura colectiva, como cuando Llum lo ha dado todo –con alguna desafinada– cantando Aviam què passa de Rigoberta Bandini o como cuando Miki Núñez ha aparecido en el escenario para cantar con Chung-Man Escriurem con un palacio iluminado por miles de teléfonos. También ha habido momentos emocionantes: Estrella ha cantado The winner takes it all prácticamente llorando y Joan ha desplegado la diva que lleva dentro con la interpretación de Àguila negra.

Un momento de la primera actuación.
El concierto de 'Eufòria'

El concierto ha dado espacio para lucirse a todos los concursantes, a pesar de que Mariona Escoda, ganadora de la primera edición, ha sido quien más temas ha interpretado en solitario a lo largo de la noche, un total de cuatro. Los seis finalistas del programa han sido los que más han tardado en salir en solitario: sus actuaciones se han concentrado en la segunda parte del concierto. Edu se ha transformado en jugador de fútbol americano para cantar Everybody, Pedro ha recuperado la samba para Tudo bem, Núria ha repetido look de dominatrix para My head & My heart; Triquell se ha colado entre el público para cantar un Si tothom calla que ha encendido las gradas y Scorpio ha irrumpido como un huracán con Edge of glory. La última en aparecer ha sido Mariona, que con la misma seguridad que demostraba en el plató de Eufòria ha cantado T'estimo.

Los seis finalistas han tenido toda la segunda parte del concierto para repetir algunas de las actuaciones más icónicas de su paso por el concurso, las favoritas de los espectadores. En este grupo se encontraban el potente So what de Núria, el País petit interpretado por Pedro, el Enemy de Triquell, El far del sud, que Edu ha cantado subido a una grúa situada entre el público, o el Ay mamá de Scorpio (que ha sonado mucho mejor de lo que lo hizo en el concurso). Seguramente uno de los dúos que más ha emocionado al público del Sant Jordi ha sido el Tell him de Scorpio y Núria. Triquell ha presentado su candidatura a ídolo de masas con Tobogan, una canción a la cual el público ha respondido bailando y saltando sin freno.

A pesar de que en la final del concurso Mariona cantó La mare y Physical, ninguna de las dos ha sonado en el concierto. La última canción que ha interpretado la ganadora de Eufòria ha sido Crazy in love, el tema de Beyoncé con el que quiso demostrar que no solo es buena baladista, sino que también puede bailar si las circunstancias lo requieren.

Y para cerrar, otro tema que hace tiempo que quedó vinculado a adolescentes y postadolescentes con ganas de triunfar en el mundo de la música: Don't stop believing, del grupo de los 80 Journey. La canción, que vivió un resurgimiento gracias a la serie Glee, ha quedado para la posteridad como un himno para no renunciar a los sueños. Seguro que los eufóricos pensarán en ella una vez hayan pasado los dos conciertos del Palau Sant Jordi y empiecen su carrera en solitario.

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