TV3 se abraza al capitalismo más chapucero

El equipo de '¿Dónde está la pasta?', el nuevo concurso de TV3.
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La plataforma 3Cat acaba de incluir en el menú ¿Dónde está la pasta?, un concurso donde los participantes deben encontrar el dinero que el programa ha escondido dentro de su casa. El comunicador de Twitch y cofundador de King's League Gerard Romero es el presentador y dinamizador del juego. Llega a la casa de los concursantes con un maletín con diez mil euros en efectivo. Una tripleta de expertos esconden los billetes en lugares recónditos: dentro de la ropa de los armarios, en medio de los cuadros, enrollados dentro de las persianas, en la tubería del grifo, en las lámparas, en el relleno de las almohadas, dentro de los peluches, en los marcos de las puertas, enganchados a los filtros de la campana extractora, en el interior de los botes de champú o de las botellas de cerveza, incluso en medio de la madera de los muebles, y un largo etcétera de rincones insólitos. Los concursantes tienen treinta minutos en busca de la desesperada tantos billetes como puedan y del valor que sea. A medida que los van encontrando deben correr hasta una urna y depositarlos en su interior.

Las familias o grupos de amigas corren agobiados poniendo la casa boca abajo. Desventan las almohadas con un cuchillo, arrojan electrodomésticos al suelo para ver si hay dinero dentro, rompen las macetas de las plantas, vacían los armarios arrojando toda la ropa al suelo, dan la vuelta a los colchones. Cuanto más caos se va provocando en el piso, más difícil es seguir buscando en esa contrarreloj. Los tres expertos que han escondido la morterada controlan a través de un monitor si van bien a la hora de encontrar el dinero.

Cuando se acaba el tiempo, se lleva el dinero que ha depositado en la caja. En el primer capítulo se llevaron 7.080 euros y en el segundo, 6.160 euros. Luego Gerard Romero les pone en evidencia enseñándoles todos los aliños que no han inspeccionado, para demostrarles que tenían los patacones en las narices y no los habían visto.

Los concursantes de '¿Dónde está la pasta?' buscan billetes.

¿Dónde está la pasta? es el típico formato que se ajusta al patrón de “visto uno, vistos todos”, porque, descubierta la dinámica, el espectador es ajeno al juego. No tiene ningún papel ni puede jugar desde casa. Hay mucho teatrillo histriónico por parte de Romero, que actúa como si fuera el monitor de un esparcimiento para incrementar los nervios del juego. Los tres expertos en escondrijos también hacen comedia, fingiendo que sufren para que los concursantes no descubran sus escondrijos.

Pero lo flagrante es que ¿Dónde está la pasta? convierte a los concursantes en títeres obedientes que desguazan su casa, asustados y nerviosos, recogiendo los billetes. Es obsceno y humillante. Es la pura representación del capitalismo más chapucero trasladado a la pantalla. El servicio público entreteniendo a la audiencia con un juego de estrangulapobres. Es la supeditación del concursante al espectáculo, que le convierte en un mendigo desquiciado que está dispuesto a arrastrarse por los rincones y reventar su casa para reunir billetes. Desprende un mensaje de opulencia frívola por parte de la televisión, de supremacía económica vulgar y derrochadora. En tiempos de precariedad económica, qué mal gusto por parte de la televisión pública poner a la gente a cosechar dinero locamente.

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